27 neoyorquinos convictos erróneamente

En los Estados Unidos cientos de personas han sido encarceladas durante años por error, y muchas pasan décadas tras las rejas antes de volver a recuperar la libertad.  En algunos casos esto ocurre luego que surgen nuevas evidencias o aparece un testigos sorpresa, aunque por lo general es gracias a las pruebas de ADN.

De acuerdo a datos del Innocence Project, recopilados desde 2012, en la nación se han registrado 330 casos de encarcelados erróneamente y que luego fueron exonerados por el ADN, 29 de ellos en Nueva York.

Esta organización tiene de 250 a 300 casos activos en todo el país, que están en diferentes etapas de desarrollo, desde nuevos casos aceptados hasta algunos que están cerca a la exoneración. El primer caso de un convicto liberado gracias a la prueba de ADN en Nueva York ocurrió en 1991.

Entre los hispanos convictos por error y liberados gracias a pruebas de ADN figuran Víctor Ortiz, de Newburgh, convicto por violación sexual en 1984 y sentenciado a 25 años. Estuvo 11 años y medio en prisión.

Héctor Gonzalez, de la ciudad de Nueva York, fue convicto por asesinato en 1995 y sentenciado de 15 años a cadena perpetua. Antes de ser exonerado, estuvo 5 años y medio en la cárcel.

En un esfuerzo por evitar que se produzcan más de estos casos en el estado, en 2012 el gobernador Andrew Cuomo convirtió firmó una ley expandió el banco de datos de ADN, lo que convirtió a Nueva York en el primer estado que el recoge ADN de toda persona declarada culpable de un delito grave o menor.

Hasta 2012, evidencias de ADN habían ayudado a exonerar a 27 neoyorquinos convictos erróneamente.

 Casos sonados:

  • William López

López pasó dos décadas en prisión por un asesinato que no cometió, murió en septiembre de 2014, a meses de salir en libertad.

Dennis Kelly, abogado del hombre, indicó a la agencia Reuters que su cliente no pudo conocer el resultado de la demanda que presentó contra la Ciudad de Nueva York por más de $124 millones. López (55) murió por complicaciones relacionadas con un ataque de asma.

El hombre, residente de El Bronx, resultó convicto en 1989 bajo alegaciones de haber asesinado a un narcotraficante. Sin embargo, un juez federal suprimió la convicción por falta de evidencia y la retractación de testigos.

  • Jonathan Fleming

Fleming fue puesto en libertad en 2014 después pagar 24 años de una condena de 25 años a cadena perpetua. Había sido declarado culpable de matar a un narcotraficante rival en 1989 en Brooklyn, pero había mantenido que estaba en Florida en el momento del asesinato.

En 2013, una unidad de revisión de condena de la oficina del fiscal de distrito de Brooklyn examinó el caso, y los investigadores encontraron un recibo que demostraba que Fleming hizo una llamada telefónica a las 9:27 p.m., desde Orlando, cinco horas antes del tiroteo ocurrido a las 2:15 a.m., por lo que era casi imposible para él haber vuelto a Brooklyn para cometer el crimen.

En abril del año pasado, un juez de la Corte Suprema del Estado en Brooklyn dejó sin efecto la condena de Fleming, quien recibió una compensación de $6,25 millones por los años que duró en prisión injustamente.

  • Fernando Bermúdez

El dominicano  cumplió 18 años de cárcel tras ser injustamente condenado en 1992 por la muerte de Raymond Blount, de 16 años, frente a un local nocturno de Manhattan.

Los testigos que habían identificado a Bermúdez como el asesino, luego se retractaron. El juez que anuló la condena en 2009 dijo que Bermudez había “demostrado su verdadera inocencia”.

Bermúdez fue indemnizado con $4,75 millones.

Debido al caso Bermúdez, en 2009 el Fiscal General de Nueva York, Eric T. Schneiderman, introdujo el proyecto de ley “Actual Innocence Act”, el cual establece “inocencia real” como base legal para quitar una condena previa, dando al injustamente condenado la oportunidad de probar directamente su inocencia.

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