Pequeños negocios latinos en peligro

Esperan que el Concejo apruebe una legislación que da a los inquilinos comerciales el derecho a negociar sus alquileres

Silvia Smith tiene un negocio en el que ofrece múltiples servicios de inmigración, impuestos y viajes, entre otros. Lleva 36 años en Washington Heights y ha tenido que trasladar sus oficinas cuatro veces ya hacia el norte. “La última vez que me moví me di cuenta de que si me tuviera que cambiar otra vez, me salgo del barrio para llegar al Bronx y yo no quiero. Yo pertenezco a la comunidad de Washington Heights de toda la vida”, explicó.

Pero esta empresaria cuenta que las progresivas subidas de alquiler no hacen más que desplazarla. Y ella y otros dueños de pequeños negocios dicen que es hora de que las cosas cambien.

La de Smith fue una de las muchas voces latinas que se oyeron la noche del miércoles en el Ballroom Malcom X durante una muy concurrida reunión informativa, a la que acudieron empresarios de la zona y varias organizaciones que están buscando apoyo para que la Ciudad adopte la propuesta de ley para la Supervivencia de Trabajos en los Pequeños Negocios (Small Business Jobs Survival Act o SBJSA).  Se trata de una legislación que da a los inquilinos comerciales el derecho a renovar el contrato 10 años o más y si el dueño del local quiere subir la renta es obligatoria una mediación. Si en esta mediación no se llega a un acuerdo se acudiría a un arbitrio de obligado cumplimiento.

Esta legislación que ya se introdujo en el Concejo Municipal en varias ocasiones en el pasado fue propuesta nuevamente hace más de un año por la concejal Annabel Palma y cuenta con el apoyo de más de 20 ediles. No obstante, los empresarios que el miércoles se dieron cita en el foro no son optimistas con respecto a que se apruebe la legislación por la falta de un impulso político real y por consiguiente son pesimistas con el futuro de sus negocios.

Mientras la ley sigue sin moverse, las fuerte subidas de los alquileres comerciales acabaron hace unas semanas con todo un bloque de negocios en este barrio, la mayoría latinos, que llevaban décadas en la zona. Ayer mismo, uno de los bares de más y pintoresca trayectoria de la ciudad, Hogs & Heifers, anunció su cierre por no poder asumir un aumento del alquiler de $14,000 a $60,0000 mensuales.

Los comerciantes que se dieron cita en Washington Heighs explicaban que muchas veces no se les ofrece renegociar el contrato ni siquiera con subidas por lo que no tienen más opción que cerrar y en el mejor de los casos irse a otros barrios con la pérdida de clientes que eso significa. Cuando se les pidió que alzaran la mano si pensaban que el alquiler acabaría con sus negocios en los próximos meses más de 15 personas levantaron la suya. Algunos comerciantes denunciaron que en los contratos no solo se les aplica exhorbitantes subidas sino que se les obliga a asumir los impuestos de propiedad, se les pide dinero “bajo la mesa” y en muchas ocasiones ni siquiera se ofrece la posibilidad de renovar. La mayoría lamentó que no hubiera protección para inquilinos comerciales como la hay para los residenciales.

Alfred Placeres, de la New York State Hispanic Chamber of Commerce, uno de los más implicados en la defensa de los pequeños negocios en la ciudad, suele expresar en cada reunión a la que acude para explicar su inquietud por la situación que la crisis está siendo como un goteo y los ciudadanos no se están dando cuenta real del problema. “Si todos los alquileres de los pequeños negocios vencieran el mismo día nos daríamos cuenta de la gravedad de la situación”, dijo.

Kirsten Theodos, al frente de Take Back New York, una de las organizaciones tras la convocatoria de este foro, dijo que 400 negocios están siendo desalojados al mes “y se están perdiendo miles de empleos”. Steven Barrison, abogado que lleva más de 20 años asistiendo a pequeños negocios, explicaba ayer que los procesos de mediación y arbitraje figuran en casi todos los contratos mercantiles menos en estos.

Barrison denunció que otras leyes que se están proponiendo en Albany, como la de dar un recorte fiscal al dueño del local, solo empeoran los problemas. En el caso de la zonificación para prohibir la entrada de ciertos negocios y la gentrificación, Barrison y algunos de los pequeños empresarios del foro coincidieron en señalar que es una medida que llega “con 20 años de retraso”. “Ya es muy tarde”, lamentó el abogado que dijo que el problema no afecta solo al Aalto Manhattan sino también a Brooklyn, Queens e incluso otras áreas de Manhattan.

Los pequeños empresarios acordaron buscar unidad para presionar por la aprobación de esta ley y rechazaron que se tratara de una renta controlada. “¿Hay que hacer una huelga de hambre?”, reflexionó uno de ellos en voz alta. Theodos animó a los participantes a que llamaran a sus representantes para “convencerles de apoyar la SBSJA“.

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