Alas azules y música para aprender a volar

Jacinta Clusellas, guitarrista, vocalista compositora & arreglista

El cemento de las calles parece derretirse y no corre una pizca de aire. Cuesta hasta caminar por la calle Troutman en Brooklyn. Jacinta abre la puerta de su casa, fresca como un oasis.
El mobiliario es sencillo, con lo esencial para la temperatura de casi 105 grados que dominó el día de la entrevista. Una mesa baja y sobre ella un termo y un mate. “Es tereré”, aclara y se apresura a dar la receta: “yerba y agua bien helada con limón. Es lo mejor”, agrega capturando la bombilla con la comisura de su boca.
Toda ella es simpleza, calma y honestidad. Lleva poco tiempo en Nueva York –desde el 2011 hasta hace seis meses estuvo en Boston estudiando en el Berklee College of Music- y es sincera sobre sus primeras impresiones neoyoquinas: “No me resulta fácil la ciudad; es tortuoso y muchísimo esfuerzo, pero no queda otra, acá hay que aprender a abrirse paso uno mismo”.

Liberar aquello aprisionado

Ese es, precisamente, el concepto de su primer álbum, “El Pájaro Azul” un trabajo de ocho canciones de su autoría, en el que participan 20 músicos de 10 países y que presentará el martes en el Consulado de Argentina. “El disco es mi imperativo a descubrirme a mí misma; a indagar en mí para saber si estoy eligiendo genuinamente las cosas más allá de tantas influencias que uno tiene”.

Perderse para encontrarse

Un par de enormes alas azules cuelgan de dos pequeños ganchitos en la pared de su cuarto. Se las confeccionó una amiga para cumplir con un sueño de Jacinta donde se veía a ella misma deleitando a los pasajeros del subway con sus bellas canciones mezcla de jazz, folklore y música de cámara. “Pienso cumplirlo pronto cuando me familiarice bien con las estaciones de cada línea”, apunta.
Perdida con su hermano al volante durante un viaje por México, llegó a la mente de esta joven artista una frase: “Se viene la partida del pájaro azul”.
“No paré de pensar en eso y di con un cuento de 1888 de Rubén Darío donde habla de un poeta, Garcín, triste y abrumado porque dice tener un pájaro azul preso en su cabeza. Mi disco trata de dejarse fluir, de no trabar ni tener miedo a liberar lo que uno siente, lo que uno piensa o lo que uno quiere hacer”.
Los pensamientos pueden ser una jaula y como dice la canción de Jacinta, “Si no encontrás la puerta para que salga tu pájaro azul, tenés que aprender a volar”.

Junto a su colección de guitarras. La primera se la compraron sus padres aquí en NYC cuando  tenia 15 años y desde entonces anhelaba poder vivir aquí.

Ver más información en:
jacintaclusellas.com

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