Los Bravos de Pontezuela abren Serie Mundial de Pequeñas Ligas
El primer equipo dominicano que llega a Williamsport en 19 años tiene la ilusión de llevarse el título
La Liga Los Bravos de Pontezuela, campeón del Caribe, defiende desde este jueves a República Dominicana en la Serie Mundial de Pequeñas Ligas, en Williamsport, Pennsylvania.
Es la primera participación del equipo de Santiago de Caballeros en el evento internacional que culminará el 30 de agosto, y el primero que representa a Quisqueya en 19 años, luego de la Liga Ramón Matías Mella, de San Isidro, que en 1996 cayó en el juego del Campeonato Internacional ante los eventuales ganadores de la Serie Mundial, Fu-Hsing, de Taiwán.
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“Esta es la ilusión que teníamos desde que ingresamos a participar en las pequeñas ligas”, dijo José Cordero, el primer presidente de liga nacida hace 30 años. “Yo sé que es un sueño para ellos; los muchachos todavía no han despertado”, agregó el dirigente en entrevista telefónica desde Williamsport.
Llegar a la Serie Mundial de Pequeñas Ligas, para jugadores de hasta 12 años no ha sido fácil. Cordero resaltó el talento de su equipo, que primero ganó el torneo de Santiago, luego el campeonato nacional en Santo Domingo y finalmente en Curazao se coronaron campeones del Caribe el 25 de julio pasado.
“Después que ganamos en la capital nos dijimos ‘hay que tratar de ver hasta dónde podemos llegar con estos muchachos’, porque ellos viven en dos zonas, que son de las más pobres de Santiago”, señaló Cordero.
“Tenemos mucho talento. El pitcheo de nosotros es la clave de nuestro equipo, es un pitcheo bien fuerte, muchachos de buen físico”, resaltó el dirigente. “Nosotros vamos a ver si podemos llegar a la final, que todo el mundo quiere”.
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“Somos 14 (jugadores), pero hay uno más que nos está viendo desde allá arriba, que es el No. 15”, dijo “Brother” Cordero refiriéndose a Dios. “Ese es el que nos va a ayudar a llegar a donde nosotros queremos”.
El título de la Serie Mundial de Pequeñas Ligas sería el máximo premio para un grupo de peloteritos que han pasado muchos sinsabores hasta aterrizar en Pennsylvania.
El dirigente explicó que por la pobreza de los padres de los jugadores era difícil reunir el dinero para el visado. “Conseguir esos 160 dólares, que vienen siendo como 7,000-8,000 pesos dominicanos, es duro”, explicó Cordero.
“Daba pena ver a estas madres, esos padres, haciendo peaje para pedir dinero… Echamos pa’delante a puro corazón”, añadió.
Finalmente llegó el aporte del gobierno nacional, que cubrió ese gasto.
También llegó el ofrecimiento de David Ortiz, el “Big Papi” de los Medias Rojas de Boston, para donar utilería. Cordero lamentó que no hubiera apoyo de otros peloteros de Grandes Ligas que pasaron por su liga.
En el aspecto deportivo dijo que lo más duro fue llegar a Curazao, donde se decidió al campeón del Caribe, con la participación de seis equipos. Los Bravos de Pontezuela se coronaron con marca de 6-1, anotando 55 carreras, contra 28.
PRIMER RETO
“Dios nos ayudó para que estos niños vengan aquí, y quizá es por algo bueno”, manifestó el dirigente del equipo que conquistó en Curazao el título campeón del Caribe el 25 de julio pasado, con marca de 6-1, anotando 55 carreras, contra 28 a los otros cinco contendientes.
El primer reto de Los Bravos de Pontezuela es este jueves, desde la 1:00 p.m., cuando arranca la Serie Mundial de Pequeñas Ligas, contra el AVRS, de Uganda, campeón de la región Europa-Africa.
Para este primer partido, el “Brother” Cordero indicó que enviará a la lomita a Emmanuel Rodríguez, el mejor lanzador de la novena, quien usará el No. 13 en su espalda.
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Coronar con el título el 30 de agosto sería el máximo premio para una liga que tiene entre 150-160 jugadores en diferentes edades, que se ha mantenido “a puro coñazo, como diríamos los dominicanos, en uno de los sitios más pobres”, y que ya prepara el equipo del futuro.
“El año que viene no se verá la capacidad de este equipo porque son jovencitos. pero en uno o dos años sí podrán dar la batalla que ha dado el equipo que tenemos ahora”, resaltó Cordero.
