Editorial: Otro golpe a la ”verdad histórica”

La “verdad histórica” de lo ocurrido en Ayotzinapa está llena de inexactitudes producto de la incompetencia o complicidad en la Procuraduría General de la República y del deseo del gobierno de Enrique Peña de cerrar el caso subestimando la brutalidad de lo ocurrido. Lo cierto es que ya hay dos peritajes internacionales que cuestionan la narrativa oficial, reafirmando el por que de la falta de credibilidad popular del gobierno.

El reporte del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos da por tierra las bases en que se sustenta la versión gubernamental. Desde el motivo que desencadenó  los hechos hasta la presunta muerte de los estudiantes e incineración de los cuerpos. La PGR parece estar en lo correcto al conectar a la policía local con el narcotráfico, lo que ignora es que la Policía Federal y el Ejército fueron cómplices pasivos de la agresión a los estudiantes, ya que sabían lo que estaba ocurriendo sin intervenir en ningún momento en defensa de los normalistas.

Llama la atención que el motivo oficial de la detención de los estudiantes haya sido evitar la interrupción de un acto político de la esposa del alcalde, cuando los tiempos de estos  hechos no coincidían. El reporte explora la posibilidad de que la toma de autobuses de los estudiantes incluyó uno preparado con drogas y que la policía local impidió la salida de los vehículos bajo órdenes de un individuo que comandaba todo. Es curioso que los autobuses, que parecen ser pieza principal del hecho, hayan sido mal contados en la versión oficial.

Tanto el GIEI como los peritos argentinos cuestionaron la teoría de incineramiento de cuerpos en el basurero de Cocula, pero la PGR hasta hoy mantiene su versión. Prefiere el análisis de sus dos peritos, con una cuestionable experiencia sobre incendios y fuego, por sobre los expertos internacionales.

El que Los Pinos diga que tomará en cuenta el reporte del GIEI no cubre el hecho que a casi de un año de los hechos todavía no se sepa lo que ocurrió. Y lo que se conoce surja del peritaje de extranjeros que corrigen las equivocaciones y los vacíos dejados por la PGR. ¿Corrupción o incompetencia? Para los familiares de los normalistas quizás sea lo mismo, solo quieren la verdadera verdad.