Francisco provocó furor al pisar suelo neoyorquino
El Papa fue recibido con llanto y ovaciones a su llegada al Aeropuerto JFK
Nueva York— La Gran Manzana se engalanó este jueves para recibir al Papa Francisco, y los colores amarillo y blanco, de las banderas del Vaticano, inundaron el Aeropuerto JFK cuando el máximo líder de la Iglesia Católica aterrizó a las 5:16 p.m., en un vuelo procedente de Washington D.C. Allí lo recibió una delegación de 200 personas, entre oficiales y decenas de fieles que lloraron y ovacionaron al Santo Padre.
Monseñor Nicholas DiMarzio, obispo de la Diócesis de Brooklyn, acompañado de una comitiva de cinco niños de escuelas católicas y representantes de los ministerios étnicos, le dieron la bienvenida al Sumo Pontífice, quien desembarcó de un Boeing 777-200 de American Airlines, bautizado temporalmente como Pastor Uno.
“Estoy muy feliz, realmente feliz”, dijo la pequeña Brianna Wood, quien formó parte del grupo de estudiantes afortunados en ofrecer al Vicario de Cristo un regalo simbólico. “Nunca olvidaré esta experiencia. Mi corazón está emocionado todavía, no deja de latir”.
Luego de recibir decenas de cartas con oraciones de los estudiantes de 86 escuelas católicas de Queens y Brooklyn, de manos de los cinco estudiantes elegidos, el Papa Francisco se acercó a una delegación de 200 personas que lo esperaron en el hangar por unas tres horas.
El Pontífice saludo al grupo, que lo recibió con vivas, aplausos y bendiciones. Una familia argentina logró llamar la atención del Papa al hablarle en español. Josefina Bruzzese (44) clamó a su Santidad para que tocara la cabeza de su hija Julia Bruzzese (12), quien no puede caminar.
“Desde mayo mi hija está invalida y los médicos no han logrado determinar la causa de su padecimiento”, contó la madre de cuatro chicos, todos estudiantes de escuela católicas. “Fue maravilloso el gesto del Santo Padre, tengo fe en que mi hija volverá a nadar. Realmente sentí al Espíritu Santo en mi alma”.
Julia, emocionada hasta las lágrimas, dijo que la alegría por la vida se avivó en su corazón al sentir la mano del Papa Francisco en su cabeza.
“Él me tocó con su mano bendita”, dijo entre sollozos. “El representante de Dios en la tierra vino hasta mi para alentarme. He sido bendecida”.
Los Bruzzese aseguraron que el gesto de humildad del Santo Padre les dio esperanza luego de meses de sufrimiento.
“Nuestra fe está más viva que nunca”, dijo Josefina con lagrimas rodando por sus mejillas. “Es un privilegio que el Papa Francisco haya volteado hacia nosotros. Fue el momento más especial de nuestras vidas”.
Vinieron de todas partes
Entre tanto, el mexicano Juan Carlos Pérez, feligrés de la iglesia Nuestra Señora de Dolores, de Queens, vistió orgullo una camiseta tricolor en alusión de su país. “Estoy viviendo un sueño celestial. No he podido dormir en días esperando este momento”, dijo el original de la ciudad de Atlixco, Puebla. “El Santo Padre ha puesto los ojos en los más humildes, se ha compadecido de nuestro sufrimiento y ha escuchado nuestro clamor de una reforma migratoria justa”.
Una fila inmensa esperaba a la entrada del hangar, custodiado por agentes del Servicio Secreto, el Ejercito de Estados Unidos y del Departamento de Policía. El hábito de sacerdotes y religiosas no esquivó la revisión exhaustiva de los oficiales.
Incluso enfermos en camillas acudieron al aeropuerto para recibir al Obispo de Roma, esperando que la bendición del Pontífice les devuelva la salud. Gerard Gubatan (27), un residente de Brooklyn, expresó desde su camilla con dificultad su emoción por recibir al Santo Padre.
“Espero recuperarme pronto”, dijo en inglés. El joven sufre una parálisis que le impide moverse y conversar con fluidez.
Otra de las personas presentes en la terminal fue una anciana que este jueves cumplía 100 años, y que cargaba un letrero escrito en español con el mensaje: “Papa Francisco hoy es mi cumpleaños”. Su cuidadora indicó que, aunque la cumpleañera no es hispana, escribió el mensaje en ese idioma para captar la atención del Pontífice.
“Está muy entusiasmada”, dijo su cuidadora, una religiosa. “Observar al Papa de cerca la reconfortó”.
Luego de unos 15 minutos en el hangar, el Santo Padre abordó un helicóptero, como los que usa el presidente Barack Obama, para trasladarse a Manhattan, para la misa que ofició en la Catedral de San Patricio.