Guía experta para encontrar la TV que necesitas

Con tantas opciones, comprar una televisión puede ser complicado. Sintoniza con esta guía que te lleva paso a paso para elegir la opción correcta

televisor

La última tecnología puede no ser lo que realmente necesitas. Crédito: Consumer Reports

Es una época rara para comprar una televisión. La tecnología se encuentra a mitad de camino en cuanto a su evolución de un pasado de alta definición a un futuro de ultra alta definición (analizaremos más en detalle este tema a continuación). Para algunos compradores, la mejor estrategia puede ser esperar y ver cómo se resuelve todo.

Pero también hay muchas razones buenas para salir en busca de un aparato nuevo ahora. Tal vez acabas de mudarte de un estrecho departamento a un espacioso hogar nuevo, y tu diminuta TV queda perdida en la sala de estar. O tal vez te gustaría tener una pantalla en la cocina para ver esos programas de cocina. O a lo mejor tu aparato de 5 años pasó a mejor vida y ahora tienes una excusa para conseguirte algo más moderno.

Nuestro consejo es que ignores todo el alboroto y te concentres en encontrar algo que realmente satisfaga tus necesidades.

Piensa en grande

A veces, la “próxima gran novedad” en tecnología televisiva que tanto se publicita termina siendo una dolorosa pérdida de dinero; es por este motivo que muchos anteojos 3D están ahora hibernando en los cajones. Pero rara vez te arrepientes de invertir en el tamaño de la pantalla. Si tienes espacio, una megatelevisión inspira el mayor asombro por los dólares que pagas, y exhibe tus películas, programas de tele y partidos favoritos en toda su gloria de alta definición.

Tal como uno lo esperaría, las televisiones más grandes se llevan una tajada más grande de tu presupuesto, especialmente cuando la pantalla entra en la estratósfera de las 65 pulgadas o más. Pero los precios en realidad han ido bajando.

Todavía puedes gastar más de $3,000 en el modelo principal y más completo de una marca grande, pero también encontrarás aparatos de 60 pulgadas con una imagen de primera calidad a partir de los $900 aproximadamente. En nuestras últimas calificaciones de televisiones, que incluyen al menos 40 aparatos con pantallas de 60 pulgadas o más, más de la mitad cuesta $1,500 o menos.

Por supuesto, la palabra “grande” es relativa. En algunas habitaciones, un aparato de 70 pulgadas luce impresionante; en otras, su gran tamaño simplemente se ve amenazador. Pero con los diseños de bisel fino y profundidad súper delgada tan comunes en muchos modelos nuevos, su aspecto es mucho menos imponente.

Cuando se trata del tamaño correcto, no hay reglas estrictas ni rápidas; las preferencias personales e incluso la agudeza visual entran en escena, por así decirlo. Pero hay pautas generales. Para decidir qué tamaño es mejor es para ti, usa una de las tantas calculadoras online o sigue las pautas sencillas que presentamos a continuación.

Con un aparato de 1080p, que es en general la resolución de alta definición estándar en este momento, mide la distancia en pies entre tu sofá y el lugar donde quieres colocar la tele. Luego divide ese número por 1.5 y multiplica el resultado por 12 a fin de determinar el tamaño del aparato óptimo en pulgadas (medidas en dirección diagonal). Si vas a sentarte a 8 pies del aparato, por ejemplo, deberías comprar un modelo que no supere las 60 pulgadas.

Con las televisiones de ultra alta definición (UHD), que tienen pantallas de resolución más alta con mayor densidad de píxeles, puedes elegir un tamaño aún más grande. El objetivo es crear una experiencia cómoda de inmersión al ver la tele.

No te conviene estar tan cerca que no puedas ver la imagen entera ni tan lejos que te pierdas los detalles de alta definición por los que acabas de pagar. Idealmente, ese documental de Discovery Channel sobre leones debería llenar tu campo de visión.

En lo que respecta a la tecnología de la pantalla, la decisión prácticamente ya se tomó por ti, que puede ser un alivio para los consumidores confundidos.a Los fabricantes ya no producen aparatos con pantallas de plasma, y las TV OLED con precios prohibitivos, que combinan los tonos negros profundos y los ángulos de visión ilimitados de las pantallas de plsma con la delgadez y el uso eficiente de la energía de las TV LCD.

De modo que el comprador promedio casi con total certeza adquirirá un aparato LCD. Solo evita confundir las TV LED con los aparatos OLED; las TV LED son solo LCD con luces LED de fondo. El aspecto negativo de los LCD, sin embargo, es que muchos modelos tienen ángulos de visión bastante angostos, de modo que la imagen puede parecer difuminada o borrosa si te sientas demasiado lejos a un lado de la habitación en lugar de ubicarte directamente delante de la pantalla.

No confíes en lo que afirma el fabricante al hablar de un ángulo de visión de 170° o mejor. Consulta nuestras calificaciones y échale un vistazo a las teles al cuando estés en la tienda alejándote hacia cada lateral y mirando desde arriba y abajo el centro de la pantalla para evaluar la calidad de la imagen desde diversas posiciones.

Piensa en pequeño

Las televisiones de pantalla gigante son excelentes para una sala de estar o un home theater en el sótano, pero probablemente no te convenga meter con calzador un aparato de 65 pulgadas en una habitación o un departamento diminuto. Puedes encontrar muchos aparatos de 32 pulgadas o menos sin escatimar en funciones o la calidad de la imagen.

Empieza por pensar en el contenido que vas a mirar. Si estás buscando una tele para la habitación para ver programas de entrevistas o repeticiones nocturnas de “Seinfeld”, te puede alcanzar con un aparato básico. Pero si tienes previsto ver películas y programas que se transmitan desde Amazon Prime o Netflix, tal vez una smart TV con acceso a Internet integrado sea una mejor opción. Aunque no debes pagar mucho más por ese acceso, porque puedes agregarle un reproductor de medios vía Internet por tan solo $35 si tu TV tiene una entrada HDMI adicional.

Puedes conseguir 1080p incluso en los tamaños más pequeños de pantalla, pero no es necesario. Muchos televidentes estarán igualmente conformes con un modelo de 720p. A distancias de visión normales, no notarás la disminución del detalle ni de la resolución. (Pero si la tele tiene la función doble de monitor de computadora, elige la resolución más alta. Producirá textos más claros y de más fácil lectura, e imágenes más detalladas).

El ángulo de visión de las teles pequeñas es tan importante como el de las grandes, especialmente cuando el aparato no está ubicado directamente frente a tu cama, silla o sofá. La mayoría de los modelos más pequeños que hemos probado tienen ángulos bastante angostos, pero hay algunos aparatos destacados que te permitirán tener una visión clara de las payasadas de Jimmy Fallon, incluso si estás relegado a un rincón de la sala.

Son relativamente pocas las televisiones de este tamaño que tienen velocidades de actualización de 120Hz (ver los “Términos complicados de TV traducidos”), pero no te estreses. En este caso también es difícil detectar alguna diferencia a distancias de visión normales.

Muchas televisiones pequeñas te decepcionarán en lo que respecta a la calidad del audio. Muy pocas de las que figuran en nuestras calificaciones son buenas en ese aspecto. Pero si los diálogos son inteligibles, hasta el sonido regular de las bocinas integradas puede ser suficiente para los programas de noticias y las comedias sitcom. Si miras muchos conciertos, películas o programas orientados a la acción, tal vez te convenga incorporar una barra de sonido. Muchas de ellas tienen Bluetooth, de modo que también puedes usarlas para reproducir música desde un teléfono o una tablet.

Tampoco debes olvidar las conexiones de la televisión. Por lo general, los aparatos más pequeños tienen solo una o dos entradas HDMI, la forma más común de conectar reproductores de Blu-ray, cajas de cable, sistemas de videojuego y otros dispositivos. Asegúrate de que tu aparato tenga suficientes entradas para todas las fuentes de alta definición que utilizas. Si no es así, es posible que necesites gastar otros $30 u $80 en un enchufe HDMI independiente. También puede convenirte pensar en un puerto USB para reproducir canciones y mostrar fotos almacenadas en una unidad flash USB, o una entrada para auriculares para escuchar programas tarde por la noche cuando tu pareja intenta dormir.

Lo que consigues es una buena oferta: prepárate para pagar entre $230 y $300 por un aparato básico de 32 pulgadas de una marca conocida y un importe de apenas $160 por uno de un fabricante menos conocido. Se puede conseguir un aparato más pequeño por menos dinero todavía.

Puedes ser frugal

Puedes conseguir un excelente aparato de cualquier tamaño sin gastar una fortuna, en especial si pasas por alto algunos de los extras que suben el precio. En efecto, el secreto para elegir una televisión de bajo presupuesto no es decidir qué quieres sino a qué estás dispuesto a renunciar. Te presentamos algunas sugerencias:

Quédate en la segunda dimensión. Hace tres años, 3D era un furor. ¿Y ahora? No tanto. De hecho, algunos fabricantes, incluido Vizio, ni siquiera ofrecen aparatos con la función de 3D. A menos que seas un fanático de las películas en 3D duro de matar, omite esa función; y el reproductor de Blu‑ray en 3D. Esto también te ahorrará dinero en anteojos 3D.

Confórmate con la pantalla plana. Las pantallas curvas son otra tendencia engañosa. Algunas personas las consideran atractivas a la vista. Pero nuestras pruebas demuestran que no hacen mucho para mejorar la calidad de la imagen. Y cuando se fijan a la pared, no se apoyan bien contra ella.

No pagues extra por los píxeles. Los precios de los aparatos UHD continúan bajando, pero creemos que la mayoría de los compradores conscientes de su presupuesto estarían igual de satisfechos con una tele de 1080p. En primer lugar, a los televidentes con frecuencia les cuesta ver el mayor detalle de la imagen, que los aparatos UHD brindan, desde distancias normales. Tampoco encontrarás mucho contenido original en 4K. Aún se están finalizando muchos aspectos de los aparatos UHD (ver “Lee esto antes de comprar una TV UHD”), y estas teles todavía implican un recargo considerable frente a las TV HD regulares, aunque lo más seguro es que los precios bajen pronto. Por ahora, un aparato de 1080p con un alto rendimiento sigue siendo una opción inteligente para la mayoría de las personas, salvo que estén comprando una TV enorme y tengan un presupuesto enorme.

Evita un aparato “inteligente”. Si deseas mantener tus gastos bajo control, dale prioridad a la calidad de la imagen por sobre la conectividad a Internet. Nos gustan las smart TV que transmiten videos por Internet, pero eso puede sumarle $100 o más al precio. Por el contrario, un reproductor de medios por Internet brinda funciones similares con un costo de entre $35 y $100 aproximadamente.

Ahorra en velocidad. Algunos aparatos tienen velocidades de actualización de 120Hz a 240Hz, que pueden ayudar a reducir los movimientos borrosos durante las escenas rápidas. Pero para muchos televidentes, especialmente aquellos que no miran muchos deportes, un aparato regular de 60Hz es suficiente. Nuestras pruebas revelaron que algunos modelos de 120Hz no tienen un rendimiento mejor que los aparatos de 60Hz. Si decides que simplemente no puedes vivir sin una velocidad rápida de actualización, mira los puntajes de la prueba de movimiento/visión borrosa en nuestras Calificaciones y encuentra un modelo que se considere, al menos, Bueno en general.

Cuenta tus entradas. Muchas TV de bajo presupuesto tienen solo una o dos entradas HDMI, que puede ser un gran punto en contra si tienes muchos dispositivos que conectar, como una caja de cable, un reproductor de Blu-ray, un reproductor de medios por Internet y una consola de videojuegos. Te recomendamos elegir un modelo con tres entradas HDMI como mínimo, a menos que desees conectar tus dispositivos a un receptor de home theater.

Términos complicados de TV traducidos

¿Alguna vez miraste una caja en un estante o un anuncio y te preguntaste qué significan realmente todas esas palabras de moda? Nos abrimos camino a través del lenguaje confuso del marketing para revelar qué significa algo en verdad y qué es engañoso.

tv digital

  • ALTO RANGO DINÁMICO (HDR): Piensa en el HDR como el contraste con esteroides. Algunas teles nuevas presentan esta tecnología, que puede producir imágenes más vivas al aumentar la diferencia entre las partes más oscuras y las más brillosas de la imagen en la pantalla. Pero los estándares siguen evolucionando y todavía hay poco contenido HDR disponible.
  • MATRIZ COMPLETA DE LUZ DE FONDO LED CON OSCURECIMIENTO LOCAL: Es una TV LCD que tiene una luz de fondo con LED en todo el panel, no solo en los bordes, como en la mayoría de los aparatos. Los LED se pueden dividir en “zonas” que se iluminan u oscurecen de manera independiente. Esto puede ayudar a mejorar el contraste y los niveles de negro, un desafío para los aparatos LCD. Pero a veces pueden provocar la aparición de halos alrededor de los objetos brillantes.
  • 802.11AC WI-FI DE DOBLE BANDA: Esto te informa que la TV es compatible con AC, la última versión de Wi-Fi, y que puede funcionar en dos bandas, 2.4GHz y 5GHz, si tienes un router de doble banda.
  • PUNTOS CUÁNTICOS: Son cristales microscópicos normalmente colocados en una lámina en una TV LCD. Cuando los ilumina una luz LED de fondo, brillan y generan colores vivos, vibrantes. Con puntos cuánticos y el contenido correcto, las TV pueden exhibir una amplia gama de matices.
  • TV LED: La mayoría de las llamadas TV LED hoy en día son en realidad TV LCD que usan LED en lugar de una luz de fondo fluorescente. Las principales ventajas son un diseño más fino y un uso más eficiente de la energía.
  • MOTOR DE MEJORA: Suena importante, ¿no? Pues lo es. Se refiere al proceso de mejora de la TV, que toma programas regulares en HD y los sube a la resolución 4K de una pantalla UHD. La TV analiza la imagen, crea nuevos píxeles y los agrega a la imagen. Cuando se hace bien, se ve genial. Cuando se hace mal, te preguntarás por qué todos están tan fascinados con UHD.
  • VELOCIDADES DE ACTUALIZACIÓN DE 240/480/960HZ: La mayoría de las TV tienen una velocidad de actualización de 60Hz o 120Hz, que te dice cuántas imágenes se muestran en la pantalla por segundo. Las TV LCD tienden a verse borrosas durante las escenas con movimientos rápidos, y los aparatos de 120Hz suelen tener menos problemas con eso que los de 60Hz. Pero ahora los fabricantes están jugando para impulsar los números, haciendo brillar la luz de fondo o insertando cuadros negros en la transmisión de video para declarar velocidades de actualización más rápidas.Cada marca tiene su propio nombre para el truco; estamos viendo aparatos Vizio con “Clear Action 360,” televisiones LG con “TruMotion 480,” aparatos Samsung con “Motion Rate 240” y Sonys con “Motionflow XR 960”. Ignora eso números inflados artificialmente. Mira en cambio los puntajes de nuestras Clasificaciones para ver qué tan bien reduce una TV la visión borrosa durante el movimiento.

Furia contra los controles remotos

control remoto

Casi la mitad de nosotros tiene cuatro controles remotos o más amontonados en la repisa de la tele o en las mesas de centro, según una encuesta realizada por Wakefield Research and Logitech, uno de los mayores fabricantes de controles remotos universales. Muchos pensamos que tres son demasiados, y de a poco nos estamos enloqueciendo al tratar de recordar cuál usar para los canales, las entradas, el sonido y la guía de programación.

En efecto, la furia contra los controles remotos podría bien sustituir la furia al volante en nuestras vidas plagadas de tecnología. Pero existen algunas alternativas:

Programa tu control de TV/cable. Casi todos los controles remotos de TV por cable, y algunos de los que vienen con la tele, ofrecen una cierta capacidad de programación. Como mínimo, deberías poder encender tu caja de cable y TV, cambiar canales y ajustar el nivel de volumen con uno solo de estos dispositivos. Muchas personas prefieren el control remoto del cable para poder acceder a las guías de programación y la grabación de DVR. Pero a menudo el control puede ser difícil de programar, y se sigue necesitando el control de la TV para las funciones de Internet, cambiar entradas, cambiar proporciones de aspecto y seleccionar opciones de sonido. Es posible que el control del cable tampoco pueda hacer funcionar el reproductor de contenido por Internet.

Consigue un control remoto universal. Un dispositivo todo en uno puede ayudarte a reunir tus aparatos bajo el comando de un solo pulgar. Pero la mayoría de los controles decentes son caros —entre $80 y $200 o más— y muchos exigen que bajes códigos de dispositivos desde la computadora, especialmente para crear “macros” que manejan varias operaciones con solo apretar un botón. Con su marca Harmony, Logitech ofrece modelos desde cerca de $50 a $350. Para estar seguro, conserva tus viejos controles; puedes necesitarlos si tu modelo universal deja de funcionar.

Usa tu teléfono o tablet. Algunas marcas de TV ofrecen aplicaciones gratuitas para descargar que les permiten a los teléfonos y las tablets funcionar como controles básicos para las TV inteligentes, pero normalmente no tienen todas las funciones que necesitas para operar varios dispositivos. Algunos fabricantes de aplicaciones de terceros afirman que tienen una funcionalidad universal. Pero no todos los teléfonos tienen la tecnología IR (infrarroja) que se utiliza para controlar algunos dispositivos, de modo que tal vez debas comprar hardware como una caja que se comunique con tu teléfono vía Wi-Fi y tu TV vía señales IR. Además, las pantallas táctiles de los teléfonos inteligentes no tienen el nivel de respuesta táctil de los botones reales.

Hazte ludista. A veces solo tienes que admitir que perdiste la batalla. Si es ese el caso, cómprate un estuche para controles para tener todos los controles remotos en un lugar. La mayoría se desliza por el brazo del sofá o la silla y tiene bolsillos para entre cuatro y diez dispositivos. Algunos tienen bolsillos adicionales para los anteojos o material de lectura. Muchos vienen con pesas. Algunos tienen superficies planas para un refrigerio o una bebida y probablemente tú necesites uno de esos.

¿Cuál es el IQ de tu TV?

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Al igual que los videos de gatos y las Kardashian, las smart TV parecen estar en todos lados. Según el monitoreo de mercado de Quixel Research, cerca del 60% de las teles que se vendan este año estarán dentro de esa categoría, es la primera vez que las ventas de televisiones con conexión a Internet superarán a las de los aparatos sin conexión.

Todas las smart TV permiten el acceso a contenido online, como los servicios de transmisión de video de Amazon Prime y Netflix. Las smart TV básicas pueden estar limitadas a los servicios más populares; otras ofrecen una amplia variedad de aplicaciones. Muchas tienen exploradores web completos y algunas TV más sofisticadas pueden responder a comandos de voz, recomendar programas y permitirte ver contenido en tu smart phone.

No hay un estándar único para las smart TV. A continuación te ofrecemos un vistazo de las opciones de las 4 marcas principales:

El sistema webOS 2.0 de LG (que se muestra) es uno de nuestros favoritos. Su menú principal ofrece una fila de coloridos íconos que se ubican en capas en la parte inferior de la pantalla principal, de modo que puedes seguir viendo lo que sea que estabas mirando.

Una entretenida animación te ayuda a realizar la configuración inicial y la página principal personalizable te permite agregar, reordenar o eliminar tarjetas de aplicaciones según tus preferencias. Todo el sistema es rápido y ofrece un buen nivel de respuesta, y el Magic Remote de LG para “apuntar y hacer clic”, similar al comando de la Wii de Nintendo, es excelente.

Originalmente desarrollado para smart phones y relojes, el sistema Tizen de Samsung también tiene una fila de coloridos íconos organizados en la parte inferior. Puedes acceder rápidamente a aplicaciones y canales utilizados recientemente, hacer búsquedas o navegar por Internet. Debes tocar el botón puntero que se encuentra en el control para apuntar y hacer clic activado por movimiento exclusivo de Samsung a fin de iniciar el cursor en pantalla, de modo que es menos probable que lo actives por accidente.

Sony utiliza Android TV, el sucesor del fallido Google TV. En comparación con los diseños impecables de las smart TV de LG y Samsung, Android TV parece excesivamente complicado. La configuración es más tosca y necesitas una cuenta de Google, y las actualizaciones de firmware tardan más que en las otras televisiones evaluadas.
Además, no puedes reordenar los menús para que tus aplicaciones favoritas aparezcan primero. Los puntos positivos son que el reconocimiento de voz funciona bien y el sistema es compatible con Google Cast para el envío de contenido desde un teléfono o una tablet.

Panasonic ha elegido a Firefox de Mozilla como sistema operativo para su smart TV. Con una mejora visual frente a la antigua plataforma Viera Connect, este sistema funciona de manera similar, aunque los íconos tipo burbuja para las actividades principales son menos complicados. El sistema tiene menos aplicaciones en total, pero las principales están presentes. Nos gustó la búsqueda universal que incluye transmisión por Internet, TV en vivo y contenido personal.

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