El derecho a una segunda oportunidad

Mujeres que lograron rehacer sus vidas describen los desafíos que existen al salir de prisión

Una semana puede ser poco tiempo o una eternidad, depende de lo que ocurra durante esos siete días. A Fernanda, quién pidió no revelar su apellido, una semana en la cárcel le costó la custodia de su hijita, y meses difíciles y sembrados de obstáculos, para reintegrarse a la sociedad.

Dos años atrás, la joven de entonces 23 años de edad, cumplió una semana de condena, por un incidente de agresión. Fernanda tenía una hijita de dos años de edad, que quedó bajo la custodia de su madre.

“En esa época, yo estaba bajo la influencia de las drogas y mi mamá me puso una orden de restricción”, recordó la joven, que logró vencer su adicción, y recuperar la custodia de su niña. “No podía acercarme a la casa, y tampoco podía vivir con mi papá, por lo que terminé viviendo en la calle”, recordó.
“Fue entonces cuando me dieron la opción de ir a rehabilitación, o perder a mi hijita para siempre. Obviamente elegí recuperar mis derechos como madre”, señaló.

Fernanda pasó 9 meses en rehabilitación y luego asistió a los entrenamientos de Center for Living and Learning (www.center4living.lle.org). La organización sin fines de lucro, ubicada en Van Nuys, California, ofrece entrenamiento pago para aquellos en posiciones de desventaja, como personas desempleadas, exconvictos, adictos en recuperación, o madres solteras. Los aprendices reciben entrenamiento laboral que les permite ganar experiencia, obtener empleos, e incluso ocupar posiciones dentro de la misma organización.

Mujeres y madres

“Existen muchos desafíos para las mujeres que salen de la cárcel”, indicó María Alexander, Directora Ejecutiva de Center for Living and Learning. Alexander sabe de las dificultades por experiencia propia.

“Por años, estuve in and out de la prisión del estado, y viví en las calles”, recordó. Alexander, quién años atrás fue detenida por uso de drogas, contó que quería salir de ese tipo de vida, pero en ese entonces no sabía cómo hacerlo, ni dónde acudir por ayuda. “Estaba embarazada y no sabía cómo acceder a un tratamiento de rehabilitación. “Nadie me dijo nunca qué hacer”, recordó.

Pero la directora del centro logró rehacer su vida, y en la actualidad es una orgullosa madre, que pudo comprar su propia vivienda y vivir libre de la influencia de las drogas.
“Tuve suerte porque en ese entonces pude recibir tratamiento y apoyo”, señaló. Alexander dijo que en la actualidad, con el recorte del presupuesto destinado a estos servicios, también se ha recortado la duración de los tratamientos.

La experta se refirió al estigma negativo que enfrentan las madres al salir de prisión. A diferencia de las expectativas en torno a los hombres con hijos, la sociedad pone mucha presión para que las mujeres inmediatamente se hagan cargo de sus hijos, incluso antes de haber recibido tratamiento para su adicción. Muchos familiares esperan que la madre pueda encontrar rápidamente un lugar dónde vivir, un vehículo e incluso alguien que les cuide a los niños, para poder trabajar.

“En los casos de mujeres que recibieron una condena por abuso de drogas, y no reciben tratamiento, al salir de la cárcel, la adicción les dificulta aún más el proceso de reintegración y reunificación familiar”, indicó Alexander. La experta también notó que los tratamientos de rehabilitación que se hacen dentro de la comunidad, en lugar de las cárceles, son comprobadamente más efectivos.

Fernanda coincidió con Alexander en la importancia de un sistema de rehabilitación, en lugar del sistema punitivo que existe en la actualidad, que no contribuye a la reintegración de la persona a la sociedad.

“Es realmente difícil, y en un principio puede hasta parecer imposible”, reconoció la joven. “Pero paso a paso, se puede lograr. Tomar el primer paso es un logro inmenso. Después es cuestión de seguir intentando”, reflexionó.
Fernanda tiene planes de retomar sus estudios, y obtener su licencia de conducir. “Cuando tú te decides, puedes lograrlo”, aseguró.

Recursos

Para más información sobre el Center for Living and Learning, puedes visitar el sitio: www.center4living.lle.org
El centro también recibe donaciones de juguetes para los niños cuyas mamás están tratando de volver a empezar.

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