Editorial: Ahora le toca a la Corte Suprema
Es necesario resolver el futuro de DAPA y DACA para evitar la separación de familias
No sorprende mucho la decisión dividida de un panel de jueces del Quinto Tribunal de Apelaciones, rechazando las órdenes ejecutivas del presidente Obama que protege a millones de personas de la deportación. Esperamos que la Corte Suprema de Justicia tome con rapidez el caso para resolver el caso cuanto antes para evitar la separación de familias.
El tribunal de apelaciones se demoró más de cinco meses en considerar un caso de forma expeditiva como lo pidió el Departamento de Justicia. Estos fueron los mismos jueces que un tiempo atrás consideraron que Texas tenía derecho a demandar al gobierno federal por el costo de implementar la acción ejecutiva, en concreto por emitir licencias de conducir para los nuevos beneficiarios. Por eso, el fallo en contra no fue inesperado.
El retraso de la decisión despertó la especulación de que el motivo era para dificultar -por falta de tiempo – que haya un fallo final del Alto Tribunal antes de que el presidente Barack Obama termine su gobierno. No obstante, si este caso fuera considerado con la rapidez conque se trató el de los matrimonios gays, bien pudiera ser resuelto en siete meses.
De esta manera cerca de cuatro millones de personas entre los padres indocumentados de hijos ciudadanos acogidos por DAPA y los menores que fueron traídos indocumentados por sus padres incluidos en la ampliación de DACA, siguen bajo riesgo de deportación. Esta es una minoría de los indocumentados que, a pesar de tener raíces en nuestro país, es blanco para los precandidatos presidenciales republicanos que prometen eliminar todas la órdenes ejecutivas, incluidas el DACA original que hoy protege a más de un millón y medio de jóvenes.
Esperamos que el Suprema Corte tome con rapidez que está siendo apelado. Mientras tanto, la Casa Blanca puede actuar en otras áreas como asegurarse que las deportaciones sean realmente de sujetos peligrosos para la sociedad. También puede dar fin a la detención en centros especiales de madres y niños iniciada a partir de una oleada de inmigrantes centroamericanos que huían de la violencia.
Es urgente que se resuelva el futuro de estos inmigrantes, reconociendo sus aportes y que después de mucho tiempo han construido una vida honesta en Estados Unidos.