El robo de salario a trabajadores

Las autoridades tienen que velar por los derechos de los empleados

¿No le pagan sobretiempo, gana menos que el sueldo mínimo o lo obligan a trabajar durante los periodos de descanso y comidas? Entonces, es posible que esté entre los aproximadamente 2.1 millones de neoyorquinos, muchos de ellos inmigrantes, a quienes les roban un monto acumulado de $3,200 millones en salarios y beneficios, según documentó recientemente el informe “By A Thousand Cuts: The Complex Face of Wage Theft in New York por el Center for Popular Democracy”.

Es hora de que los legisladores hagan algo y protejan la paga y la seguridad de los trabajadores de Nueva York.
A pesar de la promulgación de la Ley de Prevención del Robo de Salarios de 2010 (Wage Theft Prevention Act of 2010), que hace que las leyes laborales de Nueva York estén entre las más estrictas del país, el robo salarial sigue siendo un problema generalizado en Nueva York y el estado, y persiste en diversas formas en varios sectores de la economía.

Si bien no siempre es el caso, el robo salarial puede ser sistemático, repetido, intencional y continuo. Y las transgresiones pueden tener un impacto profundo en los trabajadores individuales, reduciendo a veces sus ingresos en casi 50 %, como se vio con los empleados de la cadena de negocios de lavado de autos Vegas Auto.

En octubre de 2014, ocho trabajadores de lavado de vehículos en Vegas Auto Spa entablaron una demanda contra sus empleadores en la que afirmaban que se les pagaba mucho menos que el sueldo mínimo, en algunos casos, apenas $4.50 por hora. Afirmaron que nunca se les pagaba la tarifa adicional por sobretiempo, a pesar de que trabajaban regularmente más de 40 horas y, en algunos casos, hasta 91 horas semanales.

Los trabajadores se declararon en huelga durante cinco meses en el 2014, y lograron obtener un contrato sindical. Este histórico logro les garantizó salarios superiores al sueldo mínimo, tiempo libre remunerado, bonificaciones por días feriados, comisiones por trabajos especiales y otras medidas adicionales de protección durante los siguientes dos años.

Es crucial que se produzcan cambios, porque evitar el robo salarial no solo protege los ingresos de los trabajadores, sino también su seguridad. Los empleadores que violan las leyes sobre el salario y horario de trabajo también incumplen con frecuencia las leyes de salud y seguridad. El gobierno municipal y el estatal les deben a los neoyorquinos condiciones laborales seguras y justas, y este es el momento de hacer algo al respecto.

Hamaji es investigadora del Centro de Democracia Popular

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