Spurs dan una lección a los nuevos Nets

San Antonio se pasea en Brooklyn, que acumula su décima derrota consecutiva en el Barclays Center

Tony Parker entra a canasta entre tres defensores de los Nets.

Tony Parker entra a canasta entre tres defensores de los Nets. Crédito: Al Bello | Getty Images

BROOKLYN, NY – Los nuevos Nets tendrán que esperar, pero en su primer partido tras la destitución del técnico Lionel Hollins y la reasignación de funciones del mánager general Billy King recibieron una lección de uno de los equipos de quien más pueden aprender.

Los cambios en el banquillo y en los despachos han revolucionado una franquicia que el magnate ruso Mikhail Prokhorov adquirió en 2010 con el objetivo de ganar un título de la NBA en los siguientes cinco años. Ese lustro ha pasado, estamos en 2016 y los Nets están hundidos en la clasificación con récord de 10-28.

En la mañana del lunes, Prokhorov se culpó a sí mismo por querer hacer un equipo ganador demasiado rápido, pagando salarios desorbitados a estrellas que comenzaban su declive (Kevin Garnett, Paul Pierce, Deron Williams, Joe Johnson…) e hipotecando elecciones en futuros drafts en vez de tratar de construir un equipo que creciera poco a poco.

Si de alguien puede aprender el dueño de los Nets -y casi cualquier otro dueño de la liga- es del rival que Brooklyn tuvo enfrente pocas horas después.

Bajo la dirección de Gregg Popovich, San Antonio Spurs han ganado cinco títulos desde 1999 y son eterno aspirante al título. Cuando cada año sus estrellas parecen acabadas, vuelven a las pistas junto a nuevas incorporaciones que refrescan el equipo y lo hacen mejor si cabe.

Ver en el Barclays Center a Tim Duncan, Manu Ginobili y Tony Parker, liderados ahora por jugadores en su plenitud como Kawhi Leonard y LaMarcus Aldridge fue un placer para los aficionados al baloncesto de Nueva York que, muchos con camisetas de los Spurs, apreciaron el juego del segundo mejor equipo de la liga tras los extraterrestres Golden State Warriors de Stephen Curry.

El segundo mejor contra el segundo peor

El partido fue muy cómodo para San Antonio desde un primer momento. El poder interior de Aldridge (25 puntos y 11 rebotes) hizo mucho daño a los locales desde el primer cuarto. La velocidad de Parker y Leonard (17 puntos y  rebotes) también creó contraataques imposibles de parar para los Nets. Y Duncan y Ginobili dejaron gotas de su inmensa calidad.

Pero el secreto de estos Spurs está en su juego colectivo, en cómo su efectividad no cae cuando pone en juego a los supuestos reservas. Ante un rival tan flojo como Brooklyn, los Spurs mostraron total tranquilidad, hicieron su juego sin prisas ni alardes y cada cuarto que pasaba se escapaban más en el marcador.

El primer cuarto terminaron dos puntos arriba. El segundo, siete. El tercero, cuando ya el partido se rompió totalmente y San Antonio vació su banquillo, 21. Con los reservas, aún aumentó la distancia en el ultimo periodo.

Una noche más, Brook López fue el máximo anotador de los Nets con 18 puntos, pero sólo 5 rebotes. También puso dos tapones, el primero de ellos su número 800 con los Nets, segundo en la historia de la franquicia tras George Johnson (863).

Joe Johnson -que tiene el segundo salario más alto de la NBA, ejemplo de las prisas de Prokhorov por “comprar” un equipo ganador, aportó 16 puntos sin asistencias.

“Trataremos de aprovechar cada momento, cada entrenamiento, cada día libre, para trabajar con los chicos, animarlos y mejorar”, comentó tras el partido Tony Brown, el técnico interino de los Nets.

Curiosamente, con una plantilla que ahora tiene el segundo peor récord de la liga, que no tendrá elección de primera ronda de draft este año, sin mánager general ni técnico, el multimillonario ruso ha vuelto a decir que espera tener a los Nets luchando por el anillo la temporada que viene. ¿Otra vez construyendo la casa por el tejado?

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