Un salvadoreño en el mundo de Disney
De la imaginación de un cuzcatleco han surgido distintos personajes de la compañía de Mickey Mouse
No es casualidad que el pirata Jake, de la serie animada del canal Disney Junior, se parezca a José Zelaya, un salvadoreño que desde hace 20 años ha dado vida a varios personajes en este mundo de fantasía.
El sonriente Jake es fiel imagen del niño José, que inocentemente dibujaba los combates que ocurrían por la guerra civil en su país en la década de 1980, mientras soñaba con “trabajar para Mickey Mouse”.
A Zelaya, ahora un veterano animador de Disney, le pidieron elegir entre varios diseños para crear al personaje principal de la caricatura Jake and The Never Land Pirates y casi creó un autorretrato.
“A veces me dice mi familia que se parece a mí [el pirata Jake]”, dice entre risas. “Siempre uno pone sus expresiones, te pones a ti mismo, porque uno como animador es el actor”, explica.
Zelaya nació hace 40 años en San Miguel, la tercera ciudad más poblada de El Salvador, y llegó a Los Ángeles a los 12 años. Sus padres lo trajeron para evitar que lo reclutara la guerrilla o el Ejército.
Desde temprana edad descubrió su habilidad en el dibujo y la continuó desarrollando en este país. Un concurso para diseñar un cartel en contra del tabaquismo en la secundaria le mereció una beca para estudiar animación en un instituto de Santa Mónica y de ahí lo contrató su actual empleador, Disney.
Durante dos décadas, Zelaya, hijo de un carpintero y una empleada bancaria, ha creado personajes de las caricaturas “Recess”, “Lloyd in Space”, “Lilo & Stitch: The Series” y “Penn Zero: Part-Time Hero”.
Recientemente le confiaron elaborar todos los personajes de “The Lion Guard”, que retrata la vida del hijo del león Simba, continuación de una de las películas más exitosas de la empresa: “The Lion King”.
Frente a una moderna computadora, Zelaya dibuja el rostro de “Bunga”, un alegre y extrovertido tejón que aporta el lado cómico a la nueva apuesta de Disney, que vio la luz el pasado 15 de enero.
“Bunga” está basado en su jefe y amigo, John Carrillo, quien suele pasearse sonriente por los cubículos de los estudios del canal Disney, en Burbank, con adornos similares a los de una fiesta infantil.
“El color de personalidad se me hizo como el de mi amigo John, porque no lo veo como un jefe”, dice.
En otras animaciones, indica él, ha plasmado a sus sobrinas, a su hermano y a su perro.
De algunas creaciones de este salvadoreño se han elaborado botargas (prenda de vestir ridícula de muchos colores que se usa en el teatro y en los carnavales), algo que le llena de satisfacción.
“Al ver que abrazan al muñeco una parte de mí dice ‘¡Ah! ¡Sí funcionó!’, y la otra dice: ¡Qué bonito!’. Y me siendo muy orgulloso, es como si me abrazaran a mí”, expresa.
A los chicos interesados en la animación, Zelaya les recomienda ser persistentes y soñar en grande.
“Mi mamá me dio este consejo: ‘Elije algo que te guste hacer, porque lo vas a hacer el resto de tu vida’”.