Llega la primavera laboral

Pese a los detractores, los $15 a la hora y otros beneficios laborales se imponen en dos de los estados más grandes del país y dejan en segundo plano la teoría de que reducir impuestos a los más adinerados y empresas es la única fórmula de crecimiento

La primavera está empezando a traer avances laborales cada año a EEUU.

En abril de 2015 McDonald’s se unió a una serie de empresas que decidieron elevar el salario por encima del mínimo que pagaban a sus trabajadores. No en las franquicias pero en sus tiendas. El objetivo del alza era llegar a $10 la hora a finales de 2016. Además se ampliaban las vacaciones tras un año de empleo en la cadena de comidas. Junto con ello se reforzaban algunos beneficios estudiantiles.

No eran los $15 por los que clamaban los trabajadores de esta industria, pero el avance era importante.

Un año después, Juan Marcos, Director de personal de McDonald’s USA (o Chief People Officer) explica a este diario que los resultados son “francamente buenos”. “Se ha rebajado la rotación de personal incluso en un momento más duro laboralmente”, explica al referirse a la rebaja de la tasa de desempleo y la menor demanda de empleo. “Nuestras ventas están mejorando”, confirma.

Marcos, no quiere atribuir todo el crédito del avance al aumento de salario sino a “una combinación de circunstancias como las vacaciones y el programa Archways to Opportunity”, en el que ha invertido $5.4 millones desde el año pasado en asistencia a educación a empleados para que consigan sus diplomas de high school y universidad.

“La realidad es que mejoramos, en rentabilidad aún no estamos donde queremos porque el pago tiene un costo, pero si continuamos en esta trayectoria lo lograremos”, explica Marcos.

Las subidas de salarios mínimos en ciudades y estados tienen muchos detractores entre algunas asociaciones empresariales y cámaras de comercio. Cuando la semana pasada se aprobó en Nueva York la subida gradual a $15, casi a la vez que en California, y se consagró el derecho a licencia familiar pagada de 12 semanas, algunos grupos empresariales pusieron el grito en el cielo. Desde la asociación de agricultores de Nueva York, se explicó que esta es una subida “masiva“. Desde la Federación de Negocios Independientes, el director de Nueva York, Mike Durant, criticó que la subida del salario mínimo y “el mandato de licencia familiar más expansivo pone en peligro a Main Street“.

Filtraciones

La realidad es que, según filtró el Center for Media and Democracy, una buena parte de los empresarios encuestados por el Council of State Chambers, no solo no están en contra de la subida del salario mínimo sino que lo apoyan, al igual que la mayoría se inclina favorablemente por una mejora de beneficios laborales como la licencia familiar pagada, algo en lo que EEUU, por razones históricas, es casi una anomalía a la hora de compararlo con el resto de las naciones occidentales.

David Merritt, director general de LuntzGlobal, que hizo esta encuesta y ha trabajado para los republicanos Newt Gingrich y John McCain, explicaba que luchar contra la subida del salario mínimo es una batalla complicada. “La mayor parte de los americanos la apoyan, incluso la mayoría de los republicanos”.

En buena medida porque, por ejemplo, en California, los trabajadores de bajos salarios ganan menos, una vez se ajusta a la inflación que en los años setenta y a nivel federal la cuantía percibida con este salario mínimo no ha seguido el avance de la productividad desde entonces. Así, no es extraño que, como el Pew Research apuntara esta semana, las familias que tienen bajos ingresos gastan un mayor porcentaje de estos en necesidades esenciales como casa, transporte o comida que las familias de altos ingresos. Por ejemplo, lo normal es que quienes alquilan y ganan poco con su trabajo, gasten casi la mitad de sus salarios en tener un apartamento.

Cuando el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, defendió la subida, admitió que los costos para los negocios subirían pero “se va a inyectar dinero en la economía”. Es un dinero que sale de los bolsillos de personas que consumen y gastan todo lo que tienen.

Esta es una idea que corre en dirección opuesta a la que ha sido prevalente desde finales de los setenta que era la teoría del trickle down econonomics. Es decir, que se si reducen los impuestos a las personas más ricas y se desregulan los sectores productivos y de servicios, los adinerados y las empresas invertirán y crearán empleo por lo que se creará prosperidad y crecimiento.

Lo cierto es que junto con un crecimiento muy en línea con el potencial económico y un par de recesiones (una de ellas, la más reciente muy fuerte), lo que también ha ocurrido es que se han disparado las desigualdades, estancado los salarios y hasta muy recientemente apenas ha habido presión al alza para que esto ocurra. Incluso con el descenso de la tasa de desempleo que, en teoría, tendría que haber venido acompañada de mejoras en las compensaciones laborales, estas han estado muy estancadas.

Ha habido anteriores subidas de salarios mínimos a lo largo de la historia incluso más elevadas porcentualmente y no tan graduales como la que ahora llegará a California a Nueva York y el efecto en los ingresos de los consumidores nunca ha sido catastrófico para la economía. La última a nivel federal fue en 2009 y la economía estaba en recesión por el derrumbe del entramado financiero que permitió el endeudamiento de quienes no tenían suficientes ingresos. Tanto desde California como desde Nueva York se espera ser un ejemplo para el resto de los estados.

Licencias Familiares

El estado de Nueva York tendrá desde 2018 la licencia familiar pagada más amplia de todo el país porque durará 12 semanas y los beneficiarios podrán llegar a cobrar dos tercios de sus salarios. Pero son los padres y las madres de San Francisco, en California, los que mejor regulación tienen de su lado a nivel local. Esta semana el gobierno de la ciudad aprobó unánimamente ofrecer seis semanas de licencia a los nuevos padres con el 100% de su sueldo. Es la primera ciudad del país en ofrecer este beneficio con el cheque intacto.

Pero es que California ya tenía muchos pasos adelantados como estado pues ya se ofrecía seis semanas pagadas a nuevas madres y parejas aunque por poco más de la mitad del cheque. En concreto el 55%.

En esta nota

#Fightfor15 #Trabajo derechoslaborales Dinero Economía
Contenido Patrocinado
Enlaces patrocinados por Outbrain