Los reguladores limitan federalmente los ‘payday loans’

Las nuevas reglas tratan de rebajar la espiral de deuda de sus consumidores

Los establecimientos que ofrecen payday loans, o préstamos del día de pago, van a experimentar un gran cambio aunque no tan radical como muchos de sus críticos esperaban.

La Oficina del Protección al Consumidor Financiero (CFPB en sus siglas en inglés) acaba de hacer pública una largamente esperada regulación de esta industria que está prohibida por abusiva en algunos estados como Nueva York, aunque está aún activa por servicios online. En otros estados como California opera con algunas restricciones y en más de una docena con casi ninguna.

La CFPB ha presentado una propuesta cuyo principal objetivo es romper la espiral de deuda en la que quedan sumidos buena parte de los clientes no solo de estos préstamos sino también de los préstamos contra la propiedad de un coche (auto title loans), los avances de depósitos y algunos créditos a plazos de alto costo. Este tipo de préstamos se pagan con los salarios que cobran los endeudados, típicamente dos semanas más tarde, y tienen altas tasas de interés (normalmente 400% APR frente al 15% de una típica tarjeta de crédito). Muchos clientes tienen que volver a endeudarse para pagarlos. En el caso de los auto title, uno de cada cinco acreedores pierde su carro.

Esta propuesta, que está abierta para comentarios antes de convertirse en regla de obligado cumplimiento, no solo trata de acabar con la acumulación de deuda por pequeños préstamos — que suelen ser de una media de $375–, sino además evita que se disparen las comusiones que también encarecen estos pequeños préstamos. Normalmente los consumidores pagan más en comisiones e intereses que la cuantía del préstamo.

¿Cómo?

  • Acabando con el riesgo que supone que los acreedores se embarquen en una deuda que no pueden permitirse. El CFPB requiere que el prestamista estudie (haga un test) si el acreedor puede pagar la integridad del crédito sin necesidad de volver a endeudarse o quedarse sin pagar sus necesidades básicas. Tendrán que verificar los ingresos y en su caso el informe crediticio para confirmar su situación como deudores.
  • Solo podrán ofrecer préstamos adicionales si el acreedor demuestra que la situación financiera va a mejorar durante la vigencia de un segundo o tercer préstamo. Antes de hacer un cuarto tienen que pasar 30 días.
  • Quienes no puedan hacer pagos a plazos no pueden refinanciar el préstamo con otro igual. El prestamista tiene que hacerlo con otro con menores cantidades o reduzca la cuantía del crédito.
  • Se puede eximir de la obligación del test de riesgo cuando este es bajo en préstamos de menos de $500, repago previsto total de una sola vez o en dos extensiones que permitan la reducción del capital principal debido.
  • Se puede ser más flexible con este test en caso de que el préstamo sea a largo plazo tenga un interés máximo del 28% y la comisión de apertura no exceda de los $20.

Críticas

La Community Financial Services Association of America (CFSA), que agrupa a este tipo de prestamistas, critica que se quieran eliminar opciones financieras a personas que necesitan dinero con urgencia y no tienen otros medios para acceder a créditos de escasa cuantía. Además citan a los propios reguladores al explicar que el volumen de préstamos se reducirá un 84%. “Miles de prestamistas, especialmente pequeños negocios tendrán que cerrar sus puertas y despedir a sus empleados en comunidades que necesitan los servicios”.

Al otro lado del espectro, los expertos del Pew Charitable Trust, aseguraban ayer que con estas normas se pierde una gran oportunidad para acabar con estos “préstamos perjudiciales”.

Alex Horowitz, director de esta organización, dice que la propuesta no defiende a los consumidores ni crea incentivos para que haya una alternativa bancaria, regulada y más barata, para estos créditos de pequeña cuantía. Hasta tres bancos estaban preparando una alternativa que ahora Horowitz cree que será dificil que vea la luz. Este experto lamenta que con esta regulación no se rebajen los precios, se faciliten pagos a plazos y se hagan aprobaciones rápidas.

El CFPB no puede poner un límite a las tasas de interés pero con la actual propuesta se permite hacer una transacción con una comisión del 15% y un interés del 299% que eleva el precio de una deuda de $1,250 hasta $3,700.

Adicionalmente se critica que no se haya usado la opción del 5% de los ingresos como límite de una devolución del crédito a mayor plazo. Horowitz dice que los 12 millones de estadounidenses que usan estos créditos tienen que pagar un 36% de sus ingresos para pagar un préstamo de una media $375 que termina siendo de $520 con comisiones. Desde el Pew se calcula que un crédito de $400 a plazos puede costar al acreedor $350 en comisiones.

En esta nota

banca Dinero Economía FinanzasPersonales
Contenido Patrocinado
Enlaces patrocinados por Outbrain