Amanda Serrano: “Pelear en Puerto Rico me hizo sentir más boricua”

La boxeadora expresa orgullo por sus raíces

Tenía muy adentro una carga del más puro sentimiento de patria que ella no conocía y que explotó desde su interior apenas llegar a Puerto Rico.

Amanda Serrano nació en Carolina, pero la trajeron de niña a Nueva York donde creció, se enamoró del boxeo en Brooklyn y se hizo campeona mundial.

Nunca había ido a Puerto Rico. Era una bebé de ocho meses cuando dejó la isla y ahora regresaba a los 27 años con la carta de presentación de ser tres veces campeona del mundo, pero con la duda de qué sentiría cuando pisara la tierra de borinquen y sobre todo de cómo la iban a recibir.

“Fue bien lindo todo. Me siento muy contenta y siento un gran orgullo de ser boricua y ser una campeona de Puerto Rico que le da gloria a Puerto Rico…”, dice.
Así se empezaron a disipar las dudas acerca de lo que ella sentía por la isla y lo que los puertorriqueños sentían por ella.

Llegaron a San Juan – la campeona y su preparador Jordan Maldonado- invitados por la Organización Mundial de Boxeo (OMB) para entregarle el cinturón de campeona mundial de las 126 libras y nada más llegar aparecieron en escena estrellas como Iván Calderón, JuanMa López, Rocky Martínez, Alfredo Escalera para hacerle sentir todo lo que representaba.
“Fue un sentimiento de corazón que me hace muy feliz y me pone muy emocionada”, añade.

¿Cuál es el primer contacto con  los grandes peladores boricuas?

“Oh my God!. Cuando vi la pelea entre ‘Tito’ Trinidad y Oscar de la Hoya. Yo estaba muy chica, pero con mi familia vimos esa pelea y es la que más recuerdo de los campeones famosos de Puerto Rico”.
A los doce años empezó a acompañar a su hermana Cindy Serrano, que iniciaba su carrera profesional y siempre de la mano de Jordan Maldonado estuvo cerca del boxeo hasta que a los 18 años decidió que quería hacerse boxeadora.
Participó en dos torneos de Golden Gloves en 2008 y 2009 en los que quedó campeona.
Por entonces no había boxeo femenino en los Juegos Olímpicos y por eso en 2009 se planeó ser boxeadora profesional.
“La primera reacción fue decirle que no”, dice Maldonado, “porque la verdad es que no había mucho apoyo y había muy poco dinero para el boxeo femenino, pero ella insistió y se metió a profesional”.

En un trayecto de casi 10 años y con sólo 27 años ya ganó tres títulos mundiales en diferentes categorías para exhibir el orgullo de integrarse al grupo de siete nativos de Puerto Rico que lo han logrado.

Wilfredo Gómez, Wilfredo Benítez, ‘Macho’ Camacho, Tito Trinidad, Miguel Cotto, Wilfredo Vázquez y de manera más reciente Amanda Serrano, forman ese selecto club que resume lo más grande del boxeo de Borinquen.

Por eso, sin duda, cuando llegó a la patria que no conocía, en la Isla del Encanto se desbordaron a brindarle aplausos, cariño y respeto de campeona.
“Yo no paraba de secarme las lágrimas”, dice. “Estaba tan emocionada. Ahora eso es lo que más recuerdo de toda mi carrera”.

¿Cómo ocurre que finalmente pueda pelear en Puerto Rico?

“Cuando fuimos a recibir el cinturón de la OMB hubo contactos y después se organice la pelea para defender el título ante Edina Kiss”.

La velada se cumplió el 22 de abril de 2016 en el coliseo Rubén Zayas de Trujillo Alto, cerca de San Juan y la boricua ganó por nocaut en el cuarto asalto.

“ Recuerdo que cuando íbamos para el ring a empezar la pelea y yo vi toda esta gente gritando mi nombre y apoyándome como nunca había visto… empece a llorar otra vez”, agrega divertida.
En un país donde el boxeo cuenta con una gran apoyo popular, existe una mayoría de mujeres que apoyan y disfrutan el espectáculo del boxeo.

“Viejitas, niñas, jóvenes de su edad… muchas mujeres aparecieron para aplaudirla y decirle que ella es su campeona”, dice Jordan Maldonado. “Eso fue impresionante”.
Aquella pelea en Trujillo Alto llegó a ser la primera cartelera llevada a cabo en la isla con una mujer como estelar.

Ahora vendrán más porque también el boxeo femenino abre puertas en la Isla tras la irrupción de Serrano. El reparo de los machistas que creían que las mujeres no conseguían ningún respaldo en el boxeo, también queda atrás.

“Todo es como un sueño. Nunca antes había sentido lo que sentí cuando peleé en Puerto Rico y lo más lindo es darme cuenta todo lo que yo amo a Puerto Rico y saber todo lo que me quieren en Puerto Rico”, concluye.

Por ahora disfruta de la comida, la música y la compañía de los boricuas de Nueva York, mientras piensa en preparar su próximo combate el 30 de julio en Barclays Center de Brooklyn.

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