Entre Trump y Stein, Clinton afronta un agosto lleno de retos para sumar votos

Aunque Clinton ha registrado un repunte en las encuestas, su campaña no quiere confiarse y permitir que Trump retome la delantera

WASHINGTON.- La sorpresiva recaudación de fondos del republicano Donald Trump en julio pasado y el impulso que ha logrado Jill Stein, candidata presidencial del Partido Verde, en los últimos días, ha sonado las alarmas en la campaña de Hillary Clinton, que intenta mantener su repunte en las encuestas a menos de 100 días de las elecciones presidenciales.

El objetivo de la campaña de Clinton, claro está, es aumentar su ventaja tanto en fondos como en su posición en las encuestas, para también cimentar la narrativa de que ella, y no Trump, es la mejor opción para los votantes el próximo 8 de noviembre.

Los fondos electorales son clave para la contratación de empleados y organizadores sobre el terreno; la movilización de votantes; campañas publicitarias en estados clave en la contienda

Aunque Clinton ha registrado un repunte en las encuestas, su campaña no quiere confiarse y permitir que Trump retome la delantera.

Números favorables

Desde que aceptó la nominación presidencial demócrata el mes pasado, Clinton ha pisado el acelerador con giras por todo EEUU, tratando de mantener el repunte que ha logrado en las encuestas.

Una encuesta conjunta del diario “The Washington Post” y la cadena televisiva ABC News, divulgada ayer domingo, indicó que Clinton aventaja a Trump por ocho puntos porcentuales entre los votantes, una aumento de cuatro puntos antes de ambas convenciones.

Otra encuesta, de Morning Consult, también divulgada ayer, le da una ventaja de nueve puntos sobre Trump. El 46% de los sondeados votaría por Clinton si las elecciones fuesen hoy, mientras que Trump ha bajado del 44% poco después de la convención republicana,  al 37% en la actualidad.

La encuesta de Ipsos entre 1,306 votantes es la rara excepción a los buenos números de Clinton, ya que demuestra un aumento de apenas dos puntos porcentuales. Sin embargo, ésta lidera con un 40% del voto, seguido por Trump con 38%, el libertario Gary Johnson, con 6%, y Stein, con 2,6%.

La amenaza de Trump

Para sorpresa de muchos, Trump y sus aliados republicanos lograron recabar $82 millones el mes pasado, en parte a través de una montaña de pequeñas donaciones, copiando la estrategia usada por el senador demócrata Bernie Sanders durante las primarias.

Esa millonaria infusión permite a Trump ampliar su estructura sobre el terreno e invertir en campañas publicitarias para trasladar su mensaje.

“Esa cantidad de dinero es suficiente para reajustar la mesa en esta elección—para cambiar fundalmente el panorama y el derrotero a seguir”, advirtió el gerente de la campaña de Clinton, Robby Mook, en un correo electrónico enviado hoy a influyentes y adinerados donantes del Partido Demócrata.

Mook dijo que esta realidad debe servir como un llamado a la acción y redoblar los esfuerzos en las próximas semanas.

Tras una racha de polémica y mala prensa en las últimas semanas,  Trump ha tenido que abrir su billetera e  invertir en anuncios televisivos, por primera vez desde la conclusión de las primarias, en las que invirtió $19 millones. Por lo general, apostaba por la cobertura mediática de sus actos electorales.

Su campaña publicitaria, iniciada la semana pasada, está dirigida a reñidos estados en la contienda, incluyendo Arizona, Carolina del Norte, Colorado, Florida, Georgia,  New Hampshire, Nevada, Ohio, Pensilvania, Virginia, y Wisconsin.

Mientras, la campaña de Clinton recabó alrededor de $90 millones el mes pasado, y ha invertido al menos $5,5 millones en anuncios televisivos en la cadena NBC durante los 17 días de las olimpiadas de verano en Brasil, dirigidos principalmente al bloque de hombres blancos que apoyan a Trump.

Según la campaña de Clinton, tanto ella como su compañero de fórmula, Tim Kaine, y el expresidente Bill Clinton, participarán en más de 80 actos de recaudación de fondos en todo el país durante todo el mes de agosto.

También el presidente Barack Obama y el vicepresidente, Joe Biden, participarán en actos de recabación de fondos para la campaña de Clinton.

Un Partido Verde revolucionado

Clinton también tiene que afilar su estrategia ante la posibilidad de que Stein, seleccionada oficialmente por el Partido Verde como su abanderada el pasado fin de semana, continúe restándole votos.

Stein se presenta como la verdadera progresista en la contienda y, durante la convención demócrata en Filadelfia a finales del mes pasado, ésta recorrió las calles de la ciudad para conquistar el apoyo de los partidarios del rival demócrata de Clinton, el senador Bernie Sanders.

Aunque Stein considera que Trump sería terrible para la prosperidad de EEUU, tampoco oculta su desdén por Clinton, a quien califica de igualmente “desastrosa” y acusa de “sabotear” la campaña de Sanders.

Sanders ha volcado sus esfuerzos a lograr que Clinton gane en noviembre próximo, pero muchos de sus seguidores aseguran que su voto irá en vez a la columna de Stein.

Desencantados con el “establishment” político, muchos de los seguidores de Sanders han dejado en claro que prefieren una derrota de Clinton si eso provoca una verdadera reforma del Partido Demócrata, o el surgimiento de un tercer partido ajeno a las maquinaciones de ambos partidos mayoritarios.

Ningún candidato de una tercera vía ha conseguido llegar a la presidencia en EEUU.

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