Ni Trump ni Hillary son alternativas

Desde que Donald Trump la emprendió con insultos en contra nuestra comunidad, lo denuncié enérgicamente.  Junto a otros líderes latinos conservadores y republicanos, dije que no votaría por el. Francamente, me era inconcebible que Trump fuera a ganar la primaria.

Pero cuando lo hizo, me di cuenta que tenia que reconsiderar mi postura; no porque me sintiera obligado a apoyar al candidato republicano, sino porque la alternativa, Hillary Clinton, me es sencillamente inaceptable.  Sus políticas liberales serian devastadoras para la nación y para nuestra comunidad.

Así pues, nuevamente como parte de una coalición de líderes latinos, decidí endosar a Trump; aclarando que nuestro apoyo era por razones prácticas y no porque nos encantara el candidato.  Nos propusimos, además, tratar de conseguir que Trump apoyara una legalización.

Nuestros esfuerzos interesantemente fueron bien recibidos por asesores de la campaña y pronto Trump empezó a moderar su retorica sobre la inmigración.  En una reunión privada con líderes hispanos dijo que quería tratar a los indocumentados de una manera “compasiva y humana” y que le parecía poco practico e injusto deportar a gente buena y trabajadora que tiene hijos que son ciudadanos o que llevan mucho tiempo en el país.  Esto lo repitió después en publico en varias ocasiones, llegando a declarar en una reunión comunitaria transmitida en el show de Sean Hannity en Fox que pretendía “suavizar” su postura sobre inmigración.

Es cierto que nunca se comprometió con una legalización, pero claramente estaba queriendo dar la impresión de que lo iba a hacer.  Y no me cabe duda que efectivamente lo estaban considerando seriamente en la campaña.

Quedamos desilusionados por supuesto al escuchar el discurso de Trump en Arizona en el que delineó su plan de inmigración.  En vez de una suavización, lo que propuso fue un plan draconiano que no tiene nada de compasivo y humano. Para los indocumentados, incluso a los que no tienen antecedentes penales, su mensaje fue claro: deben abandonar el país y no hay garantía que pueda re-entrar una vez lo hagan.

No éramos ingenuos.  Sabíamos que iba ser difícil convencer a Trump, pero valía la pena hacer el esfuerzo.  Como recientemente dijo uno los líderes de nuestra coalición: “por la reforma migratoria, hasta con el diablo me siento a negociar”.

La postura de Trump no me ha dejado espacio para poder seguir apoyándolo y por eso retiré mi endoso a su candidatura.  Esto no quiere decir que votaré por Hillary Clinton.  Jamás votaré por cuyas políticas de gobierno grande contribuirían a mantener a nuestra comunidad en la pobreza y que agresivamente busca promover y liberalizar el aborto.

En noviembre saldré a votar, como es mi deber, pero dejaré la papeleta para presidente en blanco.  Mi voto en blanco será un voto de protesta en contra de ambos candidatos.

(Alfondo Aguilar es presidente del Latino Partnership for Conservative Principles).