Wells Fargo pagará $185 millones por abrir cuentas bancarias sin autorización de sus clientes
El banco fue acusado de abrir cuentas a clientes, sin dejarles saber, lo que suposo que estos enfrentaran cobros y otros problemas
El banco Wells Fargo acordó pagar $185 millones de dólares para poner fin a una demanda por parte de la ciudad de Los Ángeles que acusaba a la empresa de supuestas prácticas fraudulentas en contra de sus clientes.
Ese monto incluye más de $100 millones que la empresa pagará al Buró de Protección Financiera del Consumidor, la multa más grande en la historia de esa agencia, que encontró que el banco abrió más de 2 millones de cuentas sin informar a sus clientes.
Además, $35 millones de dólares irán a la Oficina del Contralor del Dinero y otro $50 millones de dólares serán para la ciudad y el condado de Los Ángeles, cuya demanda generó la investigación que llevó a este acuerdo.
La querella alegaba que la institución bancaria abrió cuentas y emitió tarjetas de crédito a nombre de sus clientes, sin pedir su autorización o informarles sobre esto.
De acuerdo con el procurador municipal Mike Feuer, Wells Fargo imponía a sus empleados una cuota de ventas por lo que eso los obligaba a abrir cuentas o añadir cuentas secundarias sin permiso de sus clientes. Eso imponía a su vez cuotas por mantenimiento de esas cuentas que los clientes se veían obligados a pagar.
Clientes afectados
Al anunciar la querella en mayor de 2015, la procuraduría de Los Ángeles presentó el caso de Frank Ahn, una de las víctimas de Wells Fargo, quien estuvo más de cuatro años peleando por el cierre de cuentas que el nunca autorizó. Ahn posee una tienda y una lavandería en Porter Ranch y su problema comenzó cuando fue al banco a abrir una cuenta para su tienda de comestibles.
Un mes después, cuando fue al banco, le pidieron que abriera otra cuenta, pero él se negó ya que no la necesitaba. Sin embargo, cuando revisó su cuenta, notó que le habían abierto otra más. A pesar de que pedía que las eliminaran, llegaron a aparecer mas de 10 cuentas asociadas a su nombre, incluso una por el negocio de lavandería que posee, indicó. Sólo se enteró por una carta que le llegó por correo.
Ahn señaló que el banco le cobraba 15 dólares mensuales por mantener cada cuenta abierta.
“Esta es una gran victoria para los consumidores”, señaló Mike Feuer, procurador de Los Ángeles, quien indicó que después de anunciar la demanda su oficina recibió “escuchó de más de 1,000 clientes y empleados actuales y exempleados” que corroboraron estos problemas.
El dinero se destinará a esfuerzos de protección al consumidor.
En un comunicado, el banco indicó que llegó a este acuerdo “de manera consistente con nuestro compromiso a los clientes y el interés de dejar esto atrás”.
Además, señaló que “estamos comprometidos a poner los intereses de nuestros clientes primero el 100 por ciento del tiempo, y nos arrepentimos y tomamos responsabilidad por cualquier instancia donde los clientes hayan recibido un producto que no pidieron”.
En el acuerdo de 26 páginas firmado por el banco con el regulador de Washington no se admite o rechazan las acusaciones, algo que es frecuente en este tipo de pactos por más que la SEC, el regulador de la Bolsa que no ha participado en este acuerdo haya mostrado su desacuerdo con este tipo de cláusulas.