Padre indocumentado pide ayuda para hijo deportado y con problemas de vista

La familia puede solicitar una revisión de su caso por razones humanitarias

WASHINGTON.- Jesús Domínguez vive una pesadilla que no desea  para ningún otro padre de familia: su pequeño hijo fue operado de la vista con éxito, pero no podrá continuar su tratamiento en EEUU porque fue deportado a México con su madre y hermano.

En entrevista telefónica con este diario desde Omaha (Nebraska), donde reside como indocumentado, Domínguez narró con detalles lo que calificó como una tragedia para su familia, y el presunto mal trato al que fue sometida su esposa, María Magdalena Pérez Nieves.

Su esposa y sus dos hijos, Axel y Alan, fueron detenidos el pasado 23 de septiembre en el Aeropuerto Internacional de Chicago O´Hare, y deportados al día siguiente. Los tres entraron con visas no-inmigrante “B1/B2” y tarjetas de cruce, cada una vigente pero con distintas fechas de vencimiento.

Alan, de 11 años, nació con glaucoma y en febrero pasado fue sometido a un delicado trasplante de cornea para salvarle la vista, una operación costeada con un seguro médico que Domínguez compró.

 “Ayuda para un hijo discapacitado”

Con angustia en la voz, Domínguez asegura que teme que su hijo pueda tener complicaciones, y pide que las autoridades de Inmigración le permitan regresar a EEUU para continuar sus chequeos médicos.

“Mi esposa y mis hijos ya habían venido sin problemas en diciembre pasado y regresaron a México para no perder la visa; ella cumplió con todos los requisitos… el oficial de inmigración fue racista y la humilló, y le dijo que la iban a meter presa si  no firmaba la orden de deportación”, dijo.

“Todavía estoy pagando el monto deductible del seguro. Yo pido ayuda para mi hijo discapacitado porque sé que en México no va a recibir la atención que necesita”, enfatizó.

“No necesito ayuda del gobierno, yo pago mis impuestos, no tengo expediente criminal, trabajo duro para pagar mis cuentas y mantener a mi familia. Como padre, solo les ruego que ayuden a mi hijo”, continuó Domínguez.

Según Domínguez, no hay razón alguna para esta situación, máxime si su suegra, que viajaba en ese mismo vuelo y con el mismo tipo de visa, pasó sin problemas.

Los documentos muestran que su esposa firmó varios documentos de la Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras (CBP, en inglés), en los que aceptó la orden de deportación y que tendrá prohibida la entrada por un período de cinco años.

La CBP responde

Consultado hoy por este diario, un portavoz de la CBP, Jaime Ruiz,  explicó que, por asuntos de privacidad, la agencia no puede divulgar ningún tipo de información sobre las entradas o salidas de los viajeros internacionales.

“Si un viajero siente que no fue tratado con cortesía y profesionalismo por parte de un oficial de la CBP, puede pedir hablar con un supervisor” y puede también presentar una queja formal en esta página web, agregó.

Por lo general, la aprobación de una visa no inmigrante, como las de turismo, no necesariamente garantiza “admisión” al país, que es un proceso aparte.

Otra fuente allegada al caso pidió el anonimato para insistir en que Pérez Nieves mintió bajo juramento cuando fue interrogada sobre la intención de su viaje, y cometió fraude en la solicitud de visa.

El hecho de que la mujer traía poco dinero al contado encima y no mostró boleto de regreso a México aumentó las sospechas de los oficiales de la CBP de que Pérez Nieves quería quedarse e inscribir a sus hijos en la escuela.

“Acá el problema no ha sido la operación del niño ni nada de eso, porque muchos vienen a EEUU para tratamientos médicos. Detectamos una larga lista de imprecisiones, contradicciones por parte de la señora, lo que nos hizo pensar que venía para quedarse, algo que no podía hacer con ese tipo de visa”, explicó la fuente.

Según esta fuente, la familia de Domínguez puede solicitar en un consulado estadounidense una revisión de su caso por razones humanitarias

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