Cientos se unen para pedir justicia por muerte de Ramarley Graham

Han pasado cinco años desde que el joven murió y ningún oficial ha sido despedido de la Uniformada

Cartel lee "Justicia para la juventud de color".

Cartel lee "Justicia para la juventud de color".  Crédito: Camille Padilla | El Diario

NUEVA YORK – Hace cinco años Ramarley Graham murió a los 18 años cuando el policía Richard Haste le disparó en su hogar al frente de su abuela y hermano que en aquel entonces tenía seis años.

“Por cinco años he estado en la búsqueda de la justicia, y no llega a ningún sitio”, explicó frustrada Constance Malcolm, madre de Graham.

Cientos de neoyorquinos incluyendo la madre de Eric Garner y el cocejal Andy King se manifestaron en Foley Square para pedirle al alcalde Bill de Blasio y al comisionado del Departamento de Policía de Nueva York James O’Neill que despidan al oficial que asesinó Graham y los otros policías envueltos en el indidente.

Manifestantes en Foley Square. Foto por Camille Padilla
Manifestantes en Foley Square. Foto por Camille Padilla

Después de la muerte de su hijo, Malcolm ha visto como diferentes niveles de gobierno rechazan enjuiciar al oficial Haste. Primero la fiscalía de El Bronx tenía una acusación contra el oficial, pero después lo soltaron por tecnicismo y luego, el Departamento de Justicia dijo que no lo acusara en la corte federal.

La última esperanza de justicia para Malcolm, depende O’Neill ya que pronto decidirá si Haste y los otros oficiales involucrados en la muerte del joven, serán despedidos del departamento. Esto viene después de semanas de una audiencia interna del NYPD.

En la audiencia, salieron a luz varios detalles de las fallas de los policías al no seguir el protocolo de la Uniformada. Por ejemplo, los oficiales entraron forzosamente al hogar sin una orden judicial o causa, no dejaron que la abuela lo ayudará después que le dispararon, entrevistaron a la abuela por siete horas y no le permitieron acceso a su abogado, y no le notificaron a su madre que su hijo murió.

Por su parte, el oficial dijo que sentía que estaba en peligro y por eso disparó.

“Ramarley Graham era un adolescente en su propio hogar, haciendo nada mal, cuando fue asesinado por el oficial Richard Haste”, expresó Loyda Colón, co director del Comité de Justicia y uno de los organizadores de la manifestación. Colón dijo que además de Haste hay una decena de oficiales que deben de ser despedidos por los errores en relación con la muerte de Graham.

“Cuando los oficiales como Haste, los sargentos Morris y McLoughlin se les permite mantener sus puestos de trabajo y obtener aumentos de salarios significativos cada año, el mensaje enviado es que el NYPD está por encima de la ley, que la policía abusiva no es un problema y que las vidas negras no importan”, dijo en apoyo.

Malcolm lamentó que en el mes de la historia afroamericana, un joven negro no puede caminar por la calle sin ser criminalizado. “Estamos enterrando a nuestros hijos más y más jóvenes cada día”, expresó. Ella siente que no hay nada que las madres les puedan enseñar a sus hijos para no ser arrestados.

En la bufanda rosa, Constance Malcolm, madre de Graham. En el sombrero, el concejal Andy King. Foto por Camille Padilla
En la bufanda rosa, Constance Malcolm, madre de Graham. En el sombrero, el concejal Andy King. Foto por Camille Padilla

Pero aseguró que seguirá en la lucha para que los oficiales envueltos en la muerte de su hijo no le hagan lo mismo a otro joven.

“Ellos no merecen estar en nuestras comunidades y coleccionar nuestros salarios”, añadió.

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