El futuro de DACA tiene estresados a jóvenes en NYC

Los beneficiados con esta medida migratoria están angustiados ante cualquier decisión que tome la administración Trump

Antonio Alarcon, quien trabaja como coordinador en Se Hace Camino en Queens.

Antonio Alarcon, quien trabaja como coordinador en Se Hace Camino en Queens. Crédito: Mariela Lombard | El Diario NY

Desde el pasado 20 de enero, cuando Donald Trump se posesionó como nuevo presidente de Estados Unidos, el mexicano Antonio Alarcón no ha podido dormir tranquilo. El estrés ha sido tal, que día y noche no deja de pensar en lo que va a pasar con su futuro.

Con apenas 22 años, este veracruzano es uno de los más de 750,000 beneficiarios de DACA (Acción Diferida contra la Deportación) que están en vilo ante la decisión que pueda adoptar Trump sobre esta orden ejecutiva firmada por su predecesor Barak Obama, y que les otorgó a los indocumentados que llegaron siendo menores, permiso de trabajo y una protección para no ser sacados del país.

“Los últimos días han sido una montaña rusa de emociones, al no saber si van a quitar o van a dejar DACA. Siento tanto estrés y ansiedad, que desde la elección me la he pasado comiendo mucho y he subido como unas 15 libras”, comentó el inmigrante, quien trabaja en programas comunitarios con la organización Se Hace Camino Nueva York (MRNY).

“En las noches como y no duermo bien. Veo las órdenes ejecutivas que firman en la mañana y cuando me acuesto no quiero dormir sin saber lo que va a pasar al otro día. Me pregunto: ¿Qué más va a sacar este señor? Es muy preocupante”, dijo Antonio, admitiendo que aunque DACA tampoco es la solución ideal que los indocumentados esperaban para salir de las sombras, los ha ayudado a tener una vida mejor y si Trump acaba con ese programa, el impacto sería muy fuerte.

“Es muy preocupante, porque sabes que puedes perder tu trabajo y ciertos beneficios que tenemos, como la protección contra la deportación y tener un número de Seguro Social. Aunque igual con DACA no puedo votar, no puedo tener seguro médico, no puedo salir del país y no puedo recibir ayuda financiera”, mencionó el joven, agregando que si le quitan su permiso de trabajo tendría que pensar en suspender sus estudios de producción de cine.

“Obviamente al no tener trabajo, tendría más estrés sobre cómo voy a pagar la universidad y pensaría en posponerla o tomar menos clases por algunos meses, mientras puedo abrir mi propia compañía para seguir trabajando como contratista independiente”, recalcó.

Este joven cruzó la frontera cuando tenía 10 años junto a sus padres, quienes luego prefirieron regresarse a México y le han pedido que si “la cosa se pone peor” haga lo mismo que ellos.

“Mis padres me dicen que en caso de que pase algo, México me recibe con las puertas abiertas al igual que otros 153 países a los que como mexicanos podemos entrar sin visa con la oportunidad de una mejor vida, pero yo no me voy a ir”, dijo el joven, con decisión.

“Desde que Trump entró y nos declaró la guerra, tengo claro que que si nos quiere echar no va a ser fácil. Vamos a seguir luchando como podamos sin miedo”, enfatizó Alarcón, al tiempo que advirtió que ya se ha contactado con varios abogados para usar los recursos legales que existan en caso de que Trump derogue el programa de DACA.

“Estoy listo para dar la batalla legal y llevar nuestro caso a la corte y lo mismo le digo a otros jóvenes, porque si muchos de nuestros padres han aguantado aquí con menos oportunidades y educación que nosotros, en este momento no nos podemos quedar sin actuar”, concluyó.

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