El sector de la moda reclama un sistema inmigratorio más abierto

Esta industria pide facilidad para atraer y retener talento extranjero

Nueva York es un escaparate para el mundo y de ello se ocupa en muy buena medida la crucial industria de la moda, un sector que está pidiendo un sistema inmigratorio más abierto que el actual para seguir marcando estilo.

Representantes de esta industria y políticos de la ciudad se dieron cita ayer en la presentación de un informe hecho por El Consejo de Diseñadores de Moda de América (CFDA) y el grupo que aboga por la reforma migratoria FWD.us sobre el impacto que tienen en ella las políticas de fronteras. Y el veredicto es que se necesita una reforma para proteger a los trabajadores americanos “mientras se amplía la posibilidad de atraer a los mejores y más brillantes del resto del mundo de tal manera que podamos seguir siendo líderes globales en EEUU en moda y otras industrias”.

Esa era la idea con la que resumía el informe el presidente de FWD.us, Todd Schulte. En particular, una vez que se ha tomado el pulso a empresas con sede en Nueva York, los líderes de esta industria consideran que un nuevo marco legal de inmigración debe responder a dos necesidades, la de atraer y retener talento extranjero y la de rebajar tanto la dificultad como el costo de navegar el actual sistema.

Para el 70% de las empresas de diseño y costura el talento extranjero es calificado como “muy importante” o “absolutamente esencial” para el crecimiento y éxito de sus negocios. Actualmente se están usando visados H-1B (para los que hay un límite legal anual) y 0-1 . Con ello se contrata a personas con especialidades muy particulares como trabajo de taller y diseño. Es algo que no es fácil y entraña unos costos que fluctúan entre $5,000 y $10,000 por empleado extranjero.

La presidenta del CFDA, la célebre diseñadora Diane Von Fustenberg, explicaba que ella salió de Europa para llegar a Nueva York embarazada “y con una maleta llena de vestidos hechos en Italia. Con ellos, he vivido el sueño americano”. Es una experiencia difícil de replicar ahora aunque Von Fustenberg explicaba que sigue existiendo el deseo de venir a América buscando oportunidades por parte de jóvenes con talento de todo el mundo. Su experiencia le indica que esta industria seguirá atrayendo a los mejores de todos el mundo “si ponemos en marcha políticas de inmigración que permitan a EEUU mantenerse como un imán para ellos”. Para este sector hay otros imanes en el mundo, la mayoría en Europa, París, Milán y Barcelona principalmente.

Clave en NYC

Para Nueva York, en particular, es clave que así sea. Hay más de 900 empresas de moda con sede en la ciudad y emplean a unas 180,000 personas, el 6% de la fuerza laboral. Su peso en la economía la dan tres cifras:

  1. $2,000 millones en ingresos por impuestos.
  2. $10,900 millones en salarios.
  3. La Semana de la Moda supone un impacto económico anual de unos $900 millones.

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