“How to be a Latin Lover”, el salto al vacío de Eugenio Derbez

El actor mexicano estrena una comedia junto a Salma Hayek en la que se juega su futuro en Hollywood

Derbez interpreta al gigoló Máximo en "How to be a Latin Lover".

Derbez interpreta al gigoló Máximo en "How to be a Latin Lover". Crédito: Claudette Barius | Pantelion Films

Con “Instructions Not Included” Eugenio Derbez tomó por asalto el mercado estadounidense. Animado por ese éxito, el actor mexicano dio el salto a Hollywood y comenzó a trabajar en un proyecto que hoy ve la luz: “How to be a Latin Lover”. En esta comedia Derbez comparte pantalla con Salma Hayek y con los actores estadounidenses Rob Lowe, Kristen Bell y Michel Cera. Hablamos con el cómico en Nueva York.

Pregunta: Empieza a haber muchas películas bilingües en las que se cambia con naturalidad del inglés al español. ¿Crees que es una tendencia?
Eugenio Derbez: Creo que se dieron cuenta de que es una fórmula que funciona porque así es la vida. A mí como latino en este país me molestaba mucho ver películas en donde aparecía gente de otros países, y van a México por ejemplo, y todo el mundo habla inglés. Y se van a Rusia y todo el mundo habla inglés. Y se van a China y todo el mundo habla inglés… ¿Por qué las películas en Hollywood no pueden ser más orgánicas, más naturales? Los latinos que están aquí en este país hablan inglés en su trabajo, hablan inglés todo el día, pero cuando están en su casa ellos solos hablan español. Entonces yo le hice la petición al director. Le dije: yo dejaría las escenas que son sólo entre Salma y yo en español, y lo demás lo hablamos en inglés porque estamos delante del niño o delante de la gente.

P: ¿Y te dieron la razón?
E.D.: El director estaba de acuerdo, pero fue difícil porque al estudio no le gusta subtitular las películas. Dicen que los americanos se espantan cuando hay subtítulos porque no les gusta leerlos. Pero en este caso se siente muy orgánico, muy normal. Y yo siento que así estoy incluyendo a mi público, que es el que finalmente me ha traído hasta acá.

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P: Se ve buena química con Salma durante el rodaje.
E.D.: Nunca habíamos trabajado juntos. Y yo no sabía cómo era Salma. La conocía desde hace muchos años, pero no sabía cómo iba a ser en el set. Llegué a tener un poquito de miedo de que ella fuera a ser un poquito “especial”. ¿Qué tal si es difícil de trabajar? Y de repente me encontré con una Salma totalmente dispuesta, totalmente amable, con una química que nunca habíamos descubierto que teníamos. Nos entendimos desde el primer segundo. No tuvimos tiempo de ensayar porque ella venía de otra película, pero la primera escena que rodamos es la última de la película y se nota que hay un cariño genuino. La química fue inmediata, maravillosa y de hecho estamos pensando en trabajar más seguido juntos.

P: ¿Y ya tienen algún proyecto en ciernes?
E.D.: Apenas estamos desarrollándolo, pero sí descubrimos que queremos trabajar juntos. Tenemos un par de ideas, pero apenas en pañales.

P: ¿Qué tipo de película les gustaría hacer juntos?
E.D.: Queremos hacer cosas que tengan que ver con nuestra cultura, que representen lo que somos, porque nos gusta poner el nombre de los latinos en alto. Sobre todo en estos tiempos que están tan difíciles ahorita creemos que es momento de dignificar un poco a los latinos en Estados Unidos.

Salma Hayek y Eugenio Derbez son hermanos en "How to be a Latin Lover".
Salma Hayek y Eugenio Derbez son hermanos en “How to be a Latin Lover”.

P: ¿Cómo te sientes viviendo en Los Ángeles?
E.D.: Yo estaba muy cómodo en México. Tenía mi oficina, mi staff, mi producción, escritores… lo tenía prácticamente todo. La gente me respetaba mucho en mi país, me conocían, me daban lo que yo quisiera. Si quería hacer un programa o tres, me decían “adelante”. Y de repente hace dos años y medio tomé maletas y me mudé a Los Ángeles. Fue un salto al vacío llegar a un país donde he tenido que empezar de cero. Pero con mucha fe, sobre todo después de “Instructions Not Included”, que fue el motor que me hizo irme para allá. Vi que se abrieron puertas y dije: “Si no lo hago ahorita, no lo voy a hacer nunca”.

P: ¿Fue difícil?
E.D.: Créeme que sí fue difícil. De repente me entraban dudas. Había días que yo decía “¡qué estoy haciendo! Tiré mi carrera por la borda”. Me levantaba y sentía como si estuviera viviendo la vida de otra persona. Porque estaba yo en otra casa, en otro país, en otra oficina, trabajando en otro idioma. Fue fuerte, pero afortunadamente las cosas se han ido dando muy bien. Y dos años y medio después aquí estoy sacando el primer producto de esta oficina, que es “How to be a Latin Lover”. Estoy muy contento y un poquito nervioso porque no sé qué vaya a pasar y de eso depende mi carrera en este país. Pero espero que le vaya bien a la película porque la hicimos con mucho cariño.

P: El film arriesga con un humor que al estadounidense le puede chocar…
E.D.: Exacto, pero creo que cumple un poco con las dos culturas. Hace reír a los latinos y creo que puede hacer reír a los americanos. Pero sí me da un poquito de nervio, porque sí es de las pocas veces en que trato de alcanzar en un proyecto a los dos públicos.

P: ¿Y el póster con el speedo amarillo?, ¿hubo debate?
E.D.: Hubo muchísimo debate porque ésa no era la idea original. La idea original es el póster que va a salir en México, donde salgo yo como el fundador de Playboy –en bata–, pero rodeado por puras ancianitas. Está muy chistoso el póster, pero luego en el estudio vieron la foto mía en traje de baño y me dijeron que para el mercado de EEUU funcionaba mejor, hacía más enigmática la película si sólo me ponían a mí con ese speedo amarillo.

Cartel de "How to be a Latin Lover" en EEUU.
Cartel de “How to be a Latin Lover” en EEUU.

Y la verdad es que a mí me dio mucha pena cuando me dijeron “vamos a escoger ésta”. Yo decía “¡Dios mío, qué vergüenza!”. Me imaginaba yo en los billboards, en los pósters, en los cines… y mi familia viéndome ahí en una tanga amarilla con la panza que tuve que construir para la película. Me dio mucha pena. Pero finalmente creo que quedó chistoso el póster, que es lo que importa.

P: ¿Tuviste que construir la panza?, ¿no la tenías?
E.D.: No, no, no. Yo siempre he sido muy delgado y me gusta hacer ejercicio. Esa panza no la tenía yo, la hice para el personaje. Tuve que estar comiendo, ir con un nutriólogo para que me engordara. Y sí subí como unas 22 libras.

P: ¿Ya las bajaste?
E.D.: Ya las bajé… casi en su totalidad. Me queda un poquito de lonja acá enfrente.

P: ¿Estás cómodo actuando en inglés?
E.D.: No me siento tan cómodo como en español. No estoy en mi zona de confort, definitivamente. Tengo que estudiar mucho y seguir practicando. Porque me encantaría que fuera como en español, que me encanta improvisar, decir cosas diferentes en cada toma… y todavía no me siento tan cómodo en inglés. Ahí voy poco a poco. En la película me tengo que aprender muy bien mis textos y sobre eso puedo improvisar ligeramente. Pero sí es un reto. El reto más difícil para mí en la filmación de esta película fue el idioma.

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