Kim Kardashian y Obama se vistieron de naranja contra la violencia de las armas

117,000 personas son heridas de bala cada año en EEUU, y la violencia de las armas le cuesta a la economía nacional millones en costos directos e indirectos

WASHINGTON.- Las actrices Kim Kardashian y Julianne Moore,  y el expresidente, Barack Obama, se sumaron este viernes a decenas de celebridades para lucir vestimenta o accesorios color naranja, como parte de una campaña nacional contra la violencia de las armas, que se cobra la vida de 93 personas a diario en EEUU.

Como cada año desde 2015, el “Día Nacional de Concientización de la Violencia de las Armas”,  organizado por el grupo independiente “Everytown for Gun Safety”, es una muestra de solidaridad con las víctimas de la violencia derivada de las armas y un día de acción para exigir un mayor control de las armas.

La campaña en las redes sociales lleva la etiqueta de “#WearOrange” precisamente porque el naranja es un color “fuerte” y difícil de ignorar, según los organizadores.

En declaraciones a este diario, Erika Soto Lamb, activista de El Paso (Texas) y portavoz de “Everytown”, afirmó que la campaña “ha hecho mella en los últimos años, porque ha creado un movimiento de base para poner fin a la violencia y salvar vidas”, enfocando la atención en las legislaturas estatales y los distritos conservadores.

“Que haya más de 90 muertos por día por culpa de las armas no es el tipo de país en el que queremos vivir… muchos de nuestros esfuerzos están enfocados en Washington, porque queremos que el Congreso mejore las leyes y no permita que los grupos pro-armas las debilitan más”, explicó Soto Lamb.

“No he sido víctima de la violencia, pero viviendo tan cerca de Ciudad Juárez he visto el impacto de la narcoviolencia, y todos tenemos derecho a vivir en un país seguro. Esto no es un asunto partidista”, agregó la portavoz.

Citó como ejemplo que legislaturas estatales en todo el país han aprobado leyes para fortalecer el sistema de revisión de antecedentes penales para todo comprador de armas, y para desarmar a personas implicadas en violencia doméstica.

Sin embargo, aún tras la matanza de diciembre de 2012 en la escuela primaria Sandy Hook, en Newtown (Connecticut), que cegó la vida a 20 niños y seis maestros, el Congreso se ha negado a aprobar una ley federal que restrinja el acceso a las armas.

Anoche, el emblemático edificio del Empire State, en Nueva York, lució el brillante color, normalmente usado por los aficionados a la caza pero que los organizadores han querido convertir en el “color de la protesta” contra las armas.

Mañana, sábado, habrá además la quinta marcha anual sobre el puente de Brooklyn para promover la seguridad en el uso de las armas.

Se prevé que otros edificios también den un toque de naranja a la silueta de ciudades en todo el país.

La campaña alienta a individuos y organizaciones a que luzcan prendas o accesorios color naranja y compartan sus fotos en las redes sociales, como Twitter y Facebook, no sólo para conmemorar a víctimas de la violencia sino también para exigir leyes estatales y federales que contribuyan a reducirla.

Por la tarde, líderes demócratas del Congreso, grupos cívicos, y sobrevivientes de la violencia de las armas, como la ex legisladora demócrata de Arizona, Gabrielle Giffords, habían compartido sus fotos y mensajes de apoyo.

Según la página web ““Smartgunlaws.org”, 117,000 personas son heridas de bala cada año en EEUU, y la violencia de las armas le cuesta a la economía nacional $229,000 millones en costos directos e indirectos.

Cada mes, un promedio de 50 mujeres mueren por heridas de bala a manos de su pareja sentimental, mientras que los hombres afroamericanos tienen 14 veces más probabilidades que los blancos de morir por este tipo de violencia.

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