Los beneficios de adoptar una mascota

Más de 3.9 millones de perros ingresan cada año a los refugios de animales en todo el país y 1.2 millones de ellos mueren a manos de la eutanasia, ya que sólo el 31% es adoptado.

La cifra de los puestos a dormir para siempre podría reducirse significativamente si las familias tomaran consciencia sobre los beneficios que trae la adopción de una mascota.

La entrenadora certificada Erin Askeland, experta en el comportamiento de los caninos y vinculada al Camp Bow Wow (una de las franquicias más grandes de entrenamiento de obediencia y cuidado de mascotas en Estados Unidos), da a conocer algunos de estos beneficios:

Reducen la ansiedad

Varios estudios han demostrado que la gente se siente menos ansiosa tras haber pasado menos de una hora con un animal.

“Las ventajas de reducir el nivel de estrés de las tantas cosas de la vida que lo causan, y que a menudo son tan difíciles de eliminar, son infinitas”, apunta Askeland. “Así que agregar una mascota en nuestra vida, puede ayudar”.

Levantan el buen ánimo

Se dice que “el perro es el mejor amigo del hombre” y cada una de las palabras de este dicho tiene mucha razón: las perros y otros animales domésticos pueden ayudar a levantar el ánimo, la empatía, la alegría y la salud, entre otras cosas.

“Las mascotas nos enseñan a ser desinteresados y responsables mientras uno cuida de otra vida [para aquellos que no tienen hijos]. En general, nos hacen feliz. Es algo que todo el mundo debe experimentar [cuidar de una mascota] en algún momento de la vida”, dice Askeland.

Ayudan a contrarrestar la depresión

Las mascotas son tan beneficiosas que, en algunos casos, los terapeutas sugieren que los pacientes que sufren de depresión adopten un perro o un gato.

“Un animal te amará incondicionalmente y también será un gran amigo y oyente”, dice Askeland. “Las personas con depresión a menudo se benefician de tener una mascota, ya que el animal puede ayudarles a salir de la casa [al verse ante la obligación de tener que caminar al canino para que haga sus necesidades biológicas y ejercicio]”.

Mejoran la salud de ciertos pacientes

Muchos estudios muestran que poseer particularmente un canino como mascota tiene un impacto positivo en la salud de pacientes con enfermedades cardiovasculares, hipertensión, alergias, problemas relacionados con el estrés, presión arterial y problemas psicológicos.

Igualmente se ha encontrado que las personas que padecen de algún tipo de infección tienden a controlarla más rápidamente cuando gozan de la compañía de un canino.

Una mente saludable

Una clave para gozar de una mente saludable, especialmente cuando se es anciano, es mantenerse comprometido con otros. Es así que “un animal doméstico es a menudo el motor impulsor para entablar una conversación” con personas que no se conocen, pero con las cuales se comparte el ser dueño de una mascota y tener la responsabilidad de cuidarla.

“Llevar a nuestras mascotas caninas a alguno de los parques para perros es un medio excelente para conocer personas que tienen intereses similares a los nuestros”, apunta Askeland.

Motivan la movilidad

Además de ayudar en el alivio del estrés, estimular la mental y  desencadenar la creatividad, el tener un perro también anima a hacer ejercicio al tener que salir de casa para caminarlo con regularidad durante el día.

Fuera de esto, las mascotas obligan al movimiento físico al motivar el juego y el correr con ellos al hacer ejercicio.

Ayudan a establecer una rutina diaria

“El saber que un perro depende de nosotros en momentos específicos del día [recibir los alimentos y  realizar las caminatas obligatorias para que haga sus necesidades físicas] puede ayudar a la organización personal y el establecimiento de una rutina”, sostiene Askeland.

Disminuyen la soledad

A pesar de que de que las mascotas no hablan, son de gran compañía para las personas que viven solas, ya que su presencia y afecto rompen la voz del silencio y del sentirse solo.

Sus efectos positivos en los niños

Los estudios han demostrado que las mascotas ayudan a los niños a:

Desarrollar la confianza en sí mismos

Tener un perro en el hogar puede crear la confianza en los niños. Asimismo, les puede ayudar a manejar la ansiedad y el estrés.

“Los niños que tienen problemas con la lectura o las matemáticas pueden ganar confianza al leer en voz alta o recitar tablas de multiplicar a su perro”, asegura la experta en entrenamiento de obediencia.

Ser responsables

El tener una mascota no debe ser tan solo sinónimo de juego y mimos para los niños, sino también debe ser de limpieza, alimentación y demás actividades de cuidado. A cargo de estas actividades (de acuerdo con la edad), los menores aprenderán a ser más responsable con los quehaceres de la casa, así como del  cuidar de alguien que depender de otras personas.

Un mejor control y estima

Los niños que tienen mascotas muestran un mayor control a sus impulsos, así como un incremento de del nivel de su autoestima y mejores habilidades sociales para interrelacionarse con otros niños.

Unos lazos más estrechos entre hermanos

Los estudios han demostrado que las mascotas ayudan a que los hermanos tengan un vínculo más fuerte entre ello, sobre todo cuando se les asigna una tarea específica para su cuidado. Con esto, los menores aprenden a compartir, trabajar en equipo y apoyarse.