Trump viajará a Puerto Rico e Islas Vírgenes para apoyar esfuerzos de recuperación

El presidente Trump responde a sus críticos y anuncia avanzada por la rehabilitación de Puerto Rico

WASHINGTON.- Ante la crisis humanitaria desatada por el huracán “María”, que ya está provocando un éxodo de puertorriqueños hacia EEUU, el presidente Donald Trump dijo este martes que viajará la próxima semana a Puerto Rico y las Islas Vírgenes para apoyar los esfuerzos de reconstrucción en ambos territorios estadounidenses, y rechazó críticas sobre la lenta respuesta del gobierno federal.

Durante una rueda de prensa en la Rosaleda de la Casa Blanca, Trump afirmó que tanto Puerto Rico como las Islas Vírgenes quedaron “absolutamente devastadas” por el huracán “María”, y el gobierno federal está haciendo “todo en su poder” para ayudar a las personas más afectadas en ambas islas.

Trump viajará el próximo martes y por primera vez a Puerto Rico en unos momentos en que la isla atraviesa una grave crisis humanitaria, y varios líderes demócratas del Congreso renovaron hoy su llamado para que tanto el Legislativo como el gobierno federal redoblen sus esfuerzos para agilizar las tareas de rescate y reconstrucción.

La estela de destrucción ha desatado un nuevo éxodo de puertorriqueños hacia EEUU –las listas de espera en los escasos vuelos se cuentan por miles-, mientras las autoridades federales de EEUU y en Puerto Rico intentan restablecer el sistema de radares y demás equipos de navegación aérea.

Trump aseguró que ya está en marcha un “esfuerzo masivo” para ayudar a Puerto Rico, y que el gobernador, Ricardo Rosselló, y otros funcionarios de San Juan le han dado “tremendas” calificaciones por la dura labor y “el buen trabajo” que realiza su Administración.

El mandatario dijo que EEUU ya ha desplazado equipos navales y que los esfuerzos de todas las agencias federales, liderados por la Agencia federal para la Gestión de Emergencias (FEMA), además de recursos militares, se están canalizando para “salvar vidas, proteger a las familias, y comenzar un proceso de recuperación largo y muy muy difícil”.

Así, el mandatario se congratuló por la labor de su gobierno también por la respuesta a los huracanes que afectaron principalmente Texas, Florida y Louisiana, y señaló que en el caso de Puerto Rico, la labor se dificulta porque implica desplazar recursos a través de un océano.

“Estamos descargando cada hora cantidades masivas de agua, alimentos y suministros para Puerto Rico… este lugar quedó destruido” por la enorme cantidad de lluvias, precisó Trump, al añadir que EEUU también está colaborando en tareas de seguridad porque la policía de la isla “ha quedado diezmada”.

“Vamos a hacer mucho más de lo que ninguna otra persona podría realizar. Y así se ha reconocido”,

Trump también abordó junto con Rajoy asuntos como la amenaza nuclear norcoreana –no descarta una opción militar-, la lucha antiterrorista, el polémico referéndum de Cataluña, y la necesidad de aumentar las presiones internacionales contra Venezuela, entre otros asuntos.

Trump y varios de sus asesores participaron en dos reuniones sobre la situación en Puerto Rico, incluyendo una videoconferencia con Rosselló.

Devastación y desesperación

Mientras, los puertorriqueños que logran comunicarse con el exterior describen tanto en llamadas con sus familiares como en las redes sociales escenas de pánico, histeria y desesperación: hospitales que no dan abasto, escasez de agua potable, medicinas y alimentos, y hogares a oscuras y sin comunicación durante días.

Se calcula que la isla agotará sus reservas de gas y diesel en unos 20 días,  el 80% del tendido eléctrico sigue inservible, y al menos el 40% de los habitantes sigue sin agua potable. Además, solo funcionan menos de 250 de las 1,600 torres de telefonía celular.  El daño a la infraestructura –carreteras, puentes y puertos- prácticamente ha aislado a muchas comunidades y obstaculizado la entrega de ayuda.

“La gente se está muriendo, y nunca imaginé que mi país atravesara esto: hambre, pobreza extrema, enfermedades, los hospitales no dan abasto… crecí en ese pedacito de tierra y me duele mucho ver el Puerto de Rico de hoy. Me costó mucho, varios días,  comunicarme con mi papá”, dijo Iza Montalvo, una periodista puertorriqueña radicada en Florida.

“¿Cómo las personas van a poder reportar un crimen si están incomunicados? Cómo pueden recibir auxilio? Mi papá vive en un pueblo entre montañas, y por la topografía es posible que tarde más para recibir servicios… acá estamos hablando de ciudadanos americanos atrapados en una catástrofe de magnitudes que aún no podemos medir, y la ayuda federal está llegando pero no es suficiente”, lamentó.

Esfuerzos sobre el terreno

La portavoz de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, ha rechazado críticas de que la respuesta de EEUU ha sido lenta o insuficiente, al señalar que EEUU ya ha desembolsado “miles de millones de dólares en ayuda federal”, y que tanto el asesor de Seguridad Nacional, Tom Bossert, como el jefe de FEMA, Brock Long, viajarán a Puerto Rico para coordinar los esfuerzos locales.

FEMA ha estado colgando información en sus redes en español casi en tiempo real.

La Guardia Costera dijo que las operaciones en los puertos de San Juan, Guayanilla, Tallaboa, y Salinas  ya están restablecidas, mientras que otros afronta restricciones.

Varios de los principales puertos en la isla han reabierto, mientras que otros aún afrontan restricciones. Foto: suboficial Patrick Kelley

Mientras, la Administración Federal de Aviación (FAA) confirmó hoy a este diario que continuó hoy sus operaciones para restablecer radares, y demás equipos de navegación aérea, lo que ayer contribuyó a que el número de vuelos de entrada y salida en el Aeropuerto Luis Muñoz Marín aumentase a cerca de 100.

El senador republicano por Florida, Marco Rubio, quien acaba de regresar de lista,  dijo tras una reunión con el vicepresidente Mike Pence que , sin duda, la crisis “va a requerir un nivel diferente, una respuesta de mayor intensidad de las agencias federales” porque, de lo contrario, “la situación empeorará”.

Demócratas exigen más

Varios líderes demócratas en ambas cámaras del Congreso mantuvieron hoy la presión política, mediante discursos y cartas al Pentágono, y a los departamentos de Energía, Seguridad Nacional y Transporte, para que el gobierno agilice y amplíe los esfuerzos en marcha.

El líder de la minoría demócrata del Senado, Charles Schumer, dijo que, tras telefonear hoy a Rosselló, queda claro que Puerto Rico necesita ahora hasta 1,500 agentes de seguridad para mantener el orden; más equipos de socorristas y más recursos para restablecer las comunicaciones, y al menos 200 generadores adicionales.

La lista de carencias incluye combustible, y “centenares de trabajadores de luz eléctrica” para restablecer el servicio.  Schumer aconsejó construir puertos temporales en la estación naval Roosevelt Roads para facilitar la llegada de aviones de carga y ayuda humanitaria, y equipos militares.

“Necesitamos movernos rápido. Ahora. Hay vidas en juego”, advirtió Schumer, quien pidió una declaración de emergencia plena para que todos los 78 municipios de la isla puedan recibir ayuda.

En declaraciones a este diario, algunos congresistas demócratas de origen puertorriqueño se hicieron eco del llamado de Schumer.

El viaje del presidente Trump a Puerto Rico es una noticia bienvenida pero espero que eso se traduzca a acciones concretas y sostenidas. El gobierno federal tiene que actuar de forma integral y decidida, dando una asistencia robusta a Puerto Rico”, dijo el legislador demócrata por Nueva York, José Serrano, quien ha propuesto que un Grupo de Trabajo Presidencial como un paso fundamental para el proceso de reconstrucción.

Por su parte, el legislador demócrata de Florida, Darren Soto, dijo que sigue esperando respuesta del Departamento de Transporte a la carta que envió para agilizar la reconstrucción del sistema de transporte, y que su oficina contactará a las aerolíneas para que ayuden en la reunificación de familiares en EEUU.

A Soto le preocupan informes de que algunos, aprovechando la crisis, están cobrando precios exorbitantes por productos básicos.

“Me preocupa que un éxodo masivo hacia EEUU pueda afectar la recuperación económica de Puerto Rico, y aunque debemos ayudar en la reconstrucción, también debemos prepararnos, en Florida, Nueva York y otros estados, para las decenas de miles de personas que se están viniendo de forma temporal o permanente”, subrayó Soto.

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