Recuerdan a inmigrantes fallecidos en centros de detención en víspera del Día de Muertos
Exigen que gobierno federal revise 22 muertes ocurridas en cárceles de migrantes durante los últimos dos años y que tomen medidas para evitar futuras fatalidades.
El símbolo es una calaca vestida con ropas carcelarias, esposas en las manos y la frase “centro de detención” en la camisa, pero la realidad equivale a 176 inmigrantes muertos bajo custodia de las autoridades migratorias desde 2003 en los Estados Unidos.
Este miércoles, en víspera del Día de Muertos, activistas realizaron eventos en varias ciudades del país, en los que recordaron a los fallecidos, leyeron sus nombres en voz alta, presentaron ofrendas y pidieron investigaciones.
Como demanda principal, exigieron a las autoridades federales que revisen las muertes de los 22 inmigrantes fallecidos en los años fiscales 2016 y 2017.
“Es una vergüenza que tantas personas hayan muerto en la custodia de la Agencia de Inmigración Y Aduanas (ICE)”, dijo el portavoz de Detention Watch Network Danny Cendejas.
Una de las conmemoraciones del día de Muertos se celebró en Atlanta, Georgia, donde dos detenidos murieron en el último año.
Jean Carlos Jiménez Joseph, un panameño detenido en la cárcel privada de ICE Stewart, en Georgia, se suicidó después de 19 días en una celda de aislamiento y una semana después, Atul Kumar Babubhai Patel falleció en el centro de detención de Atlanta de un problema cardíaco.
Los activistas realizaron ofrendas y eventos similares en El Paso y Arlington Texas y en Chicago Illinois y continuarán en varias ciudades más en los próximos dos días.
El pasado mes de mayo, la organización internacional Human Rights Watch publicó un estudio encargado a dos expertos médicos independientes, que revisaron los cuadros médicos de fallecidos bajo custodia de ICE entre 2012 y 2015.
El resultado del estudio halló que “defectos sistémicos en el sistema de los centros de detención, resultaron en la mala atención médica que en algunos casos podría haber contribuido a las muertes prematuras“.
Uno de los casos detallados por HRW en el reporte es el del salvadoreño Raúl Ernesto Morales-Ramos, de 44 años, que murió en abril de 2015 luego de sufrir síntomas de cáncer durante dos años y pedir atención médica en repetidas ocasiones, para recibirla únicamente un mes antes de su muerte.
Lo único que recibió hasta entonces en respuesta a sus quejas fue pastillas de “ibuprofeno”, según una carta de su puño y letra citada por el reporte.
Más información sobre los resultados de la investigación en este video de HRW.
