Neoyorquinos claman extensión del TPS

Activistas y defensores sostienen que no extender el programa sería devastador para cientos de miles de familias en todo el país

Perla Canales de Honduras, vive en Staten Island desde el 1993 y tiene TPS.

Perla Canales de Honduras, vive en Staten Island desde el 1993 y tiene TPS. Crédito: Mariela Lombard | El Diario NY

Tras enviudar, Perla Canales emigró de Honduras a la ciudad de Nueva York en 1993, dejando en su país a sus cuatro hijos. La madre sufrió abuso laboral y discrimen en sus primeros años como indocumentada. Recuerda que trabajaba jornadas extenuantes en las fábricas del área, sin aire acondicionado durante el verano y expuesta a otras condiciones de riesgo.

Pero esa realidad cambió cuando Canales consiguió regularizar su condición por medio del Estatus de Protección Temporal (TPS), otorgado en 1999 durante la administración de Bill Clinton, tras el paso del devastador huracán Mitch.

Protesta por TPS frente al 26 de Federal Plaza para pedir la extensión del TPS.

Canales, de 54 años, contó que dejó atrás la explotación laboral y la violación de sus derechos civiles para conseguir un empleo bajo protección sindical como empleada de limpieza de un centro comercial en Staten Island. La madre es miembro del Sindicato 32BJ.

“El TPS cambió mi vida y la de mi familia”, dijo Canales durante una protesta frente al edificio 26 Federal Plaza, donde se encuentran las oficinas del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE), en el Bajo Manhattan. “El gobierno federal me enviará de nuevo a las sombras si decide no extender el programa. Soy la única fuente de ingresos de mis hijos y de mis nietos, en Honduras no conseguiré trabajo. En mi país no hay empleo para personas de mi edad”.

Un duro golpe para Nueva York

Make the Road New York, el sindicato 32BJ y otras organizaciones de base convocaron el mediodía del lunes a una protesta frente a Federal Plaza en defensa del TPS. El gobierno federal podría anunciar hoy la cancelación del programa para los hondureños, salvadoreños y nicaragüenses, argumentando que ya no ameritan ser protegidos de la deportación.

Las autoridades federales harían el mismo anuncio para los haitianos el Día de Acción de Gracias.

Los defensores sostienen que Centroamérica no está preparada para recibir a los más de 300,000 beneficiarios del programa en Estados Unidos, además de que no extender el beneficio sería devastador para la economía neoyorquina y de la nación.

Protesta por TPS frente al 26 de Federal Plaza para pedir la extensión del TPS.

“Cientos de nuestros miembros son beneficiarios del TPS que contribuyen enormemente a la economía de Nueva York y de todo el país. Honduras, Nicaragua y El Salvador no cuentan con los recursos ni las fuentes de empleo para estos inmigrantes y sus familias”, expresó Denis Johnston, vicepresidente de la Unión Internacional de Empleados de Servicios (SEIU) de la 32BJ, la mayor unión sindical del sector privado de Nueva York y la unión sindical de servicios a la propiedad más grande del país.

A los salvadoreños se les otorgó el TPS por primera vez en 1991 debido a la guerra civil y en 2001 por varios terremotos; en 1999 a los hondureños y nicaragüenses por el huracán Mitch, y a los haitianos en 2010 debido a un sismo que destruyó la nación caribeña.

Actualmente 46,000 haitianos, 2,550 nicaragüenses, 57,000 hondureños y 200,000 salvadoreños están protegidos por el programa en todo el país.

Estudio: El país pierde si se cancela el TPS

De acuerdo con un informe del Immigrant Legal Resource Center (ILRC), divulgado en marzo pasado, cancelar el TPS para Honduras, Nicaragua y El Salvador implicaría una reducción de casi $7,000 millones  en contribuciones al Seguro Social y al programa de salud Medicare en la próxima década.

Además, según el reporte, deportar a más de 300,000 personas le costaría al gobierno federal unos $3,100 millones.

Perla Canales de Honduras, vive en Staten Island desde el 1993 y tiene TPS.

“Estados Unidos y Nueva York se benefician cuando los inmigrantes pueden trabajar legalmente y contribuir económicamente”, dijo Johnston.

El estudio destaca que las ciudades más afectadas serían Nueva York, Los Ángeles, Miami y Orlando, Houston y Dallas, Washington DC, Boston y Atlanta.

Una gran población con TPS en Nueva York

El estado de Nueva York es hogar de 26,000 personas beneficiarias del TPS, de acuerdo con cifras de la organización Center for American Progress. Actualmente 21,800 niños nacidos en el estado son hijos de inmigrantes salvadoreños, hondureños y haitianos favorecidos con el programa migratorio.

Estos inmigrantes con TPS generan anualmente $1,500 millones dentro de la economía neoyorquina. La mayor parte de la población centroamericana con el estatus radica en Long Island y algunos sectores de El Bronx, Brooklyn y Queens.

Del total de neoyorquinos favorecidos con el TPS, 16,200 son salvadoreños, 4,600 hondureños y 5,200 son haitianos.

Según la organización, 15,600 niños nacidos en el estado son hijos de padres salvadoreños con TPS. Además, 4,600 menores nacidos en el estado son hijos de padres hondureños beneficiados con el programa.

El 21.3% de inmigrantes hondureños con TPS trabaja en la industria de la construcción y el 19.9% de los salvadoreños con favorecidos con el programa labora en la industria de alimentos y servicios. De igual forma, el 47.7% de los haitianos con el estatus trabaja en el cuidado en el hogar y la industria de servicios de salud.

Los salvadoreños con TPS en el estado tienen en promedio 21 años radicando en el país, los hondureños tienen 22 años y los haitianos 15 años.

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