El mundo corre una vez más hacia Nueva York

“¡Así se hace, corredores del mundo!”, grita Sean Laude, miembro de North Brooklyn Runner´s Club, subido encima de unas cajas de botellas de agua en Bushwick, Brooklyn. Las palabras alentadoras y precisas se dirigen a los corredores que cruzan la milla 12 del New York City Marathon 2017.

Desde la milla de arrancada hasta el final de las 26.2 millas que forman el maratón, se ven personas de cientos de países participando en uno de los espectáculo deportivos anuales más esperados de la ciudad.

Con la excepción del año 2012, cuando la competencia se suspendió a raíz del Huracán Sandy, desde 1970 la ciudad de Nueva York abre sus carreteras a quienes se atrevan a correr en el maratón más grande del mundo.

El orgullo de distintos países se aprecia en la marea de banderas, colores nacionales, y, en el caso de Alberto Ortiz, vestimentas tradicionales. Mostrándose como un guerrero Azteca con la bandera de México en la frente, Ortiz, quien es residente de College Point, Queens y miembro de United Mexican Runners of New York, claramente anunció su meta: “Este es mi treceavo maratón. Siempre hemos terminado. Ese es el plan, terminar”.

Otros, como el español Vicente Igarzabal de Lesaka, viajaron expresamente para vivir esta experiencia única. “Lo de venir a correr la maratón de Nueva York es algo que tengo desde que era un crío. Hablé con mi amigo, montamos el viaje en cuatro días, y ahora estoy viviendo un sueño hecho realidad”, dijo el corredor de 45 años que ha completado 10 maratones anteriores.

Algunos llegaron a la cima, en forma metafórica o literal como Andrea Rodríguez, quien subió a los hombros de su amigo, Steven Hurley, para motivar a su amiga maratonista, Jacqueline Bennett. Rodriguez y Hurley, al lado de su amiga Serena Shrivastava, nos comentaron que Bennett corría el maratón por primera vez.

Además, “los dos somos de Australia”, explicó Hurley cobijado en la bandera de su país.

Como Hurley, decenas de miles de espectadores acudieron para brindar apoyo a los corredores de 196 países, una cifra que convierte al Maratón de Nueva York en uno de los de mayor representación mundial. Dentro de ellos también estaba Dayhana Villalobos, quien aplaudía con un peluche vestido con los colores de su país. “Es para que se vean más camisetas de Costa Rica“, nos dijó.

Su propósito era echarle porras a Marcela Chavarría de Costa Rica, como también anunciaba en un cartel.

Representantes de Kenia, Etiopía, y Suiza quedaron entre los más rápidos masculinos, con las marcas de los corredores Geoffrey Kamworor, Wilson Kipsang, Lelisa Desisa, y Tadesse Abraham.

Entre las más rápidas quedaron Mary Keitany y Edna Kiplagat de Kenia, y Sara Dossena de Italia. Pero quizás la noticia histórica fue que después de 40 años Estados Unidos se llevó el título femenino con la victoria de Shalane Flanagan, atleta de Colorado.