Trump sorprende dos veces: “Las guerras comerciales son buenas y fáciles de ganar”

Los socios comerciales de EE UU anuncian medidas de represalias tras el anuncio de tarifas al acero y aluminio

El presidente de EE UU volvió a usar su megáfono más efectivo el viernes por la mañana, Twitter, para arremeter contra un show de televisión y para redoblar su ataque comercial decretando que las guerras comerciales “son buenas y fáciles de ganar”.

Esta desconcertante declaración de Donald Trump llega un día después de que anunciara, para sorpresa de su propio Gobierno, que va a imponer tarifas del 25% a las importaciones de acero y del 10% a las de aluminio. Trump explica que el país está perdiendo” miles de millones en sus intercambios comerciales con prácticamente todos los países” y por eso ha despertado el fantasma de una confrontación comercial.

La importación de estas dos materias primas son apenas el 2% del total de las importaciones pero lo que preocupa entre economistas e inversionistas es que sea el primer paso de un conflicto que ahora el presidente ve como algo positivo.

Según varios medios nadie en los departamentos del Tesoro, Estado y Defensa sabían de esta decisión que llega en un momento complicado para el gabinete del presidente.

Los analistas de Oxford Economics afirmaban ayer que las represalias pueden ir creciendo y esto “puede llevar a una escalada de tensiones comerciales con ramificaciones en las actuales renegociaciones del TLCAN (el Tratado de Libre Comercio de Norteamérica) o en las esferas financieras, con China reduciendo la compra de bonos del Tesoro americano” (la deuda del país).

Y hay un segundo problema. Si políticamente este paso en su agenda que presuntamente responde a la política de America First tiene éxito político, “esto puede animarle a imponer más tarifas y que otros gobiernos con tendencias populistas hagan lo mismo”, explican en Oxford Economics.

Las tarifas se han anunciando invocando la “seguridad nacional” a pesar de que los socios comerciales más perjudicados por las tarifas son tradicionalmente aliados como Canadá, la Unión Europe, México y Brasil. Desde estos países se ha anunciado que se estudiará la respuesta.

El presidente de la UE, Jean Claude Junker, calificó a estas tarifas como una evidente intervención para proteger la industra nacional estadounidense y no estar basada en una justificación de seguridad nacional. Junker recuerda que la UE ha sido durante décadas un aliado cercano de la seguridad de EE UU y dijo que no se quedarán sentados mientras se ataca a trabajos europeos con medidas injustas. El líder europeo explica que va a presentar una serie de medidas de respuesta compatible con la Organización Mundial de Comercio para equilibrar la situación.

A la televisión alemana, y según recogía The Independent, Juncker adelantó que habría tarifas a la importación de “Harley-Davidson, bourbon y jeans – Levis”.

Los mercados han sentiedo el peso de la decisión que se materializará la semana que viene porque la historia no da lecciones sobre que estas confrontaciones sean buenas y fáciles. El viernes, y tras una sesión de pérdidas que encadenaban una semana en negativos hubo algunos índices en positivo. El S&P 500 ganó un 0.5 % pero el Dow Jones se quedó en pérdidas con una caída del  0.3 %.

Mark Hamrick, economista de Bankrate.com considera que imponer tarifas costosas en el acero y el aluminio es “una forma efectiva de empezar a acabar con la mayor expansión económica desde la II Guerra Mundial, reducir los beneficios de los mercados y forzar a los consumidores a tener que pagar más precio por los artículos que tienen estos productos además de poner en peligro otros empleos”.

Molson Coors ya ha advertido que esta medida “dará lugar a la pérdida de empleo en la industria cervecera”. La industria del acero empleaba a menos de 150,000 personas hace tres años pero las industrias que usan el acero importado emplean a más de seis millones.

No obstante, en el terreno político, esta política intervencionista ha sido bienvenida por los sindicatos y algunos legisladores demócratas aunque no los republicanos del partido de Trump.

Hamrick señala que la proclamación en un tweet de que las guerras comerciales son buenas y fáciles de ganar “muestran una pasmosa falta de apreciación por la historia incluídas las lecciones de la Gran Depresión”.

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