El día en que Stephen Hawking organizó una fiesta a la que nadie fue

En 2009, el físico británico organizó un evento en la Universidad de Cambridge; el objetivo era ver si algún viajero del tiempo llegaba a tomar champán con él

"Bienvenidos, viajeros del tiempo", decía el cartel de bienvenida a la fiesta de Stephen Hawking.

"Bienvenidos, viajeros del tiempo", decía el cartel de bienvenida a la fiesta de Stephen Hawking. Crédito: (Into the Universe with Stephen Hawking / Discovery)

El 28 de junio de 2009 a las 12 del mediodía Stephen Hawking se instaló frente a la puerta de entrada de un elegante salón de la Universidad de Cambridge, en Reino Unido, y esperó.

El lugar había sido decorado con globos y la mesa central estaba servida con aperitivos y, por supuesto, champán, la bebida predilecta del famoso físico británico.

Hawking, quien falleció este miércoles a los 76 años, permaneció allí, esperando, sin sacar su mirada de la puerta cerrada.

Pero nadie entró.

“¡Qué lástima!”, exclama el científico en el capítulo “Viaje en el tiempo” de la serie documental Into the Universe with Stephen Hawking (“Hacia el interior el universo con Stephen Hawking”), de la cadena televisiva Discovery, emitido en 2010.

Y es que aquella fiesta no era como cualquier otra: era un evento para los viajeros del tiempo.

“Bienvenidos”

“Me gustan los experimentos simples y… el champán. Así que combiné dos de mis cosas favoritas para ver si los viajes en el tiempo del futuro al pasado son posibles”, explica Hawking en el citado documental.

Para probar esta idea, el físico no le contó a nadie de la fiesta hasta que ésta terminó.

Solo entonces envió la invitación, que incluía las coordenadas exactas en tiempo y espacio de la gala, organizada en la tradicional escuela Gonville y Caius de Cambridge.

“Usted está cordialmente invitado al evento para viajeros del tiempo organizada por el profesor Stephen Hawking“, decía el texto, que también incluía la irónica aclaración de que no era necesario confirmar asistencia.

“Espero que copias de esta (invitación) sobrevivan por varios miles de años en un formato u otro”, explica el también divulgador científico, cuyo libro “Una breve historia del tiempo”, de 1988, vendió más de 10 millones de copias en el mundo.

Y agrega: “Quizás, algún día, alguien viviendo en el futuro va a encontrar la información y usará una máquina del tiempo para venir a mi fiesta, probando que, un día, los viajes en el tiempo serán posibles”.

Al ver que la aguja del reloj pasa las 12 y nadie entra a su fiesta, Hawking pone en práctica su popular sentido del humor y dice: “Esperaba que la futura Miss Universo iba a abrir la puerta”.

Años después, el físico explicó en un simposio en el marco del Festival de Ciencia de Seattle, Estados Unidos, que “la teoría de la relatividad general de (Albert) Einstein parece ofrecer la posibilidad de que podemos deformar el espacio-tiempo tanto que podríamos viajar al pasado“.

“Sin embargo, es probable que dicha deformación provocaría un rayo de radiación que destruiría la nave espacial y tal vez el espacio-tiempo en sí mismo”, agregó en aquel evento de 2012.

Entonces habló de su fiesta fallida para viajeros del tiempo y acotó: “Estuve allí mucho tiempo esperando, pero nadie vino”.


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