Candidata menonita al Congreso promueve amor al inmigrante

La demócrata Jess King confía en un triunfo por el cambiante rostro de su distrito

WASHINGTON – Con sus ondulantes y pintorescas colinas, Lancaster (Pensilvania) es extraoficialmente la “capital de refugiados” de EEUU y bastión de menonitas y otras denominaciones anabaptistas que dan cobijo al inmigrante.

Jess King nació y creció en ese remanso de paz, y ahora quiere llevar su lucha por un “Dream Act limpio” a los corredores del Congreso.

Siguiendo la tradición menonita, King abraza las ideas del pacifismo, servicio y comunidad, y se ha postulado para desbancar en noviembre próximo al legislador republicano, Lloyd Smucker, de su escaño en Lancaster, cabecera del condado de mismo nombre en el sur-centro de Pensilvania.

En entrevista telefónica con este diario, la candidata demócrata explicó que, si gana el escaño en noviembre, una de sus prioridades será el campo migratorio.

“Necesitamos un Dream Act limpio, pero mi rival dice que eso es imposible y no lo apoyaría, aunque él había patrocinado un Dream Act en el Senado estatal de Pensilvania, y eso es penoso”, dijo.

“Obviamente falta ver si el Congreso aprueba algo que la Casa Blanca no vete, y a largo plazo la otra prioridad es una verdadera reforma migratoria en este país”, agregó.

King recordó cómo en la década de 1980 participó en las actividades de su iglesia para ayudar en el reasentamiento de numerosas familias de refugiados de Vietnam, Rusia y otros países, en el marco de un plan para “poner la fe en acción”.

“Es ponerse en el lugar de otros, y ver cómo ayudarlos. Nuestros antepasados atravesaron situaciones similares hace 400, 500 años cuando huyeron de la persecución religiosa en Europa y vinieron a EEUU; esto es algo que valoramos profundamente los Amish y los menonitas”, subrayó.

Acercamiento con los latinos

Su campaña está enfocada en dialogar con los votantes, incluso los que apoyaron al presidente Donald Trump en 2016, y movilizarlos a las urnas.  También se ha acercado a la creciente comunidad hispana en la zona, donde los latinos desde 2011 superaron a los “Amish” en el condado de Lancaster, según datos del Censo de 2010.

Entre 2000 y 2010, la población hispana creció un 68% en el condado de Lancaster, mientras que en la ciudad de mismo nombre, los latinos son casi la mitad de los 50,000 habitantes, la mayoría de México, Puerto Rico, Cuba, y algunos países de Sudamérica.

Ahora, las tiendas y restaurantes latinos salpican el verdoso paisaje de los “Amish”, donde a la par de sus productos y coches negros halados por caballos, es igual de fácil hallar tamales mexicanos, arepas colombianas, un semanario y estaciones de radio en español.

Paradójicamente, el condado de Lancaster es un núcleo “rojo”, donde el 57% de los votantes se decantó por Trump en 2016.

Sin embargo, no todos los menonitas no comulgan con sus políticas migratorias, lo que explica las manifestaciones y denuncias contra la “veda musulmana”, o de apoyo a los refugiados y a los “Dreamers”.

En polos opuestos

King es todo lo que Smucker no es: su plataforma progresista apoya la continuidad de “Obamacare”, la ampliación del “Medicare”,  los derechos reproductivos de la mujer;  un aumento al salario mínimo y programas anti-pobreza, educación universitaria universal, mayor control de las armas, y la legalización de la población indocumentada.

Smucker, en cambio, defiende a capa y espada la agenda del presidente Donald Trump, se congratula de recibir respaldo financiero de la Asociación Nacional del Rifle (NRA), y apoya la “veda musulmana”  y la anulación de “Obamacare”.

King explicó que su crianza en el seno de la comunidad menonita ha moldeado su visión del mundo respecto a velar por las poblaciones más vulnerables, como los enfermos, los indigentes, los pobres, los niños y los ancianos.

“La derecha durante mucho tiempo ha controlado la narrativa sobre los valores morales, pero pienso que promover una economía que funcione para todos sigue el modelo de Jesús en la Biblia” y una plataforma progresista resuena con los votantes, señaló.

Un distrito muy “rojo”

Debido a la reciente reconfiguración del mapa electoral que ordenó el Tribunal Supremo estatal, el nuevo distrito once retuvo Lancaster pero excluyó la ciudad de Reading y otros “bolsones” progresistas del área de Filadelfia que antes favorecían a King. Y sigue bajo control republicano.

Pero King confía en que podrá ganar en un distrito ultraconservador, respaldada por una carrera de dos décadas apoyando el desarrollo económico y la defensa de las familias trabajadoras en todos sus frentes, desde la equidad salarial hasta mejoras en el acceso a la educación y a vivienda a precios asequibles.

“Creo que la oportunidad para ganar en un distrito como éste verdaderamente no tiene precedente en muchos sentidos… el distrito atraviesa un cambio generacional y demográfico, y muchos jóvenes están participando en el proceso”, señaló King, quien espera atraer también el voto de republicanos e independientes.

La otra dinámica que la puede favorecer, explicó, es que “la gente no necesariamente está votando por líneas ideológicas de izquierda o derecha” sino que las familias trabajadoras en ambos lados sienten que el sistema les ha fallado.

En ese sentido, King ve como algo positivo el no tener el respaldo de la maquinaria demócrata nacional en el distrito 11, porque constata la “independencia” de su campaña y su esfuerzo por acercarse a todos los votantes.

Tradiciones pro-inmigrantes

Los menonitas y los “Amish” son dos grupos protestantes de la tradición anabaptista –es decir, practican el bautismo entre adultos creyentes, no bebés- pero de los dos que pueblan diversas zonas de Pensilvania, el de los menonitas es el más numeroso y menos conservador.

De hecho, Pensilvania lidera la lista de diez estados con mayor número de menonitas, seguido por Ohio, Indiana, Kansas, California, Illinois, Virginia, Michigan, Nueva York y Iowa, en ese orden.

El ayudar a quienes huyen de la persecución “sigue siendo parte de nuestra identidad cultural, y creo que esa cultura en esta área definitivamente ha contribuido a la dinámica de acoger al inmigrante”, señaló King, casada con un pastor menonita.

Eso explica que Lancaster ha reasentado a más refugiados per cápita que ninguna otra localidad en EEUU, con números hasta 20 veces mayores que otras áreas, según King.         

Además, ha acogido a más puertorriqueños desde el desastre humanitario que causó el huracán “María” en la isla. De hecho, Pensilvania entera tiene la cuarta población puertorriqueña más grande de EEUU y más boricuas viven en el “Amish country”, donde algunos han acuñado el término “Dutchiricans“, según un estudio del Centro para Estudios Puertorriqueños de  “The City University of New York” (CUNY).

Es que los menonitas, que en Europa se situaban del lado de los campesinos y oprimidos, cruzaron el océano Atlántico en los 1700 y continuaron en suelo americano su creencia en la doctrina cristiana, en particular el concepto de que “el amor es un verbo, no un sustantivo”.

En esta nota

Congreso EEUU Elecciones 2018 Inmigración Pensilvania
Contenido Patrocinado
Enlaces patrocinados por Outbrain