Con un poco de ayuda de los amigos

Las relaciones sociales contribuyen a la salud mental

Los amigos alegran la vida, consuelan las penas, guardan secretos y comparten vivencias. Pero los beneficios de las relaciones personales van más allá del aspecto emocional. Numerosos estudios confirman que los vínculos con seres queridos tienen beneficios positivos en la salud mental y física de la persona.

Según un informe del Concilio Global en Salud del Cerebro (GCBH), las relaciones personales y las actividades sociales ayudan a mantener y desarrollar la memoria y la agudeza mental. A medida que pasan los años, los momentos que pasamos entre amigos y familiares, benefician las habilidades del cerebro.

Y sin embargo, las estadísticas muestran que una de cada cinco personas mayores de 40 años de edad se siente aislada socialmente. Un reporte de AARP encontró que, a pesar de cierta interacción que incluye los intercambios en las redes sociales, el 37% de los entrevistados confesó no siempre encontrar compañía. Un 35% de las personas entrevistadas dijo que se les hacía difícil tener relaciones sociales, y casi de 3 de cada 10 personas dijeron sentirse aisladas. Aquellos satisfechos con su vida social, por un lado, informaron de un aumento en la memoria y las habilidades de pensamiento. Mientras que los más solitarios revelaron que sus habilidades cognitivas habían disminuido.

Los latinos encuestados resultaron ser más propensos a participar en grupos de baile o canto, que la población en general. El 37% de hispanos, contra el 20% de la población general, dijo que estas relaciones sociales los ayudaban a aprender cosas nuevas.

Las relaciones sociales benefician las habilidades del cerebro.

¿Quién quiere ser mi amigo?

El ritmo de la sociedad en la que vivimos no es conducente al tiempo libre con amigos. Las demandas laborales son cada vez mayores, las distancias cada vez más largas, el tiempo libre, cada vez más escaso. Por ello, en la actualidad, más y más personas se vuelvan a las redes sociales como único recurso de socialización.
¿Dónde encontrar un grupo de amigos que compartan los mismos gustos e intereses?

Compartimos algunas ideas que te pueden ayudar:

  • Trabajo voluntario. Puedes ofrecer tu tiempo en una escuela o en un centro comunitario y compartir tu conocimiento y destrezas. Si te sientes en un buen estado físico, puedes ofrecerte como entrenador del equipo de futbol o beisbol del parque de tu barrio.
  • No discrimines por la edad. Mantente en contacto con hijos y nietos y no rechaces la amistad de personas más jóvenes o ancianas que tú.
  • Si no es ahora, ¿cuándo? Si siempre quisiste tomar una clase de cerámica, aprender a tocar el piano, a tejer, o a pintar y estabas esperando a jubilarte, a que los hijos se casen, o a que te llegue la inspiración, no esperes más. Inscríbete en las clases de extensión del colegio comunitario más cercano a tu hogar, busca clases y talleres en la internet, o busca un equipo que juegue deportes en el parque de tu barrio. Al tratarse de una actividad que te gusta, encontrarás otras personas afines a ti, con tus mismos gustos, y, al mismo tiempo, una excusa para salir de la casa y socializar por lo menos una vez por semana.
  • Ayuda profesional. Si eres religioso, busca el apoyo del pastor de tu templo o parroquia. También existen centros comunitarios para personas de la tercera edad que ofrecen actividades diarias. Muchos de estos centros ofrecen almuerzos gratis o a bajo precio, que te permiten comer en compañía de otros.
  • Si tienes problemas de movilidad, no te resignes. Existen servicios de ayuda que ofrecen acompañantes. Habla con tu familia y comparte tus preocupaciones. No sientas pena de pedir ayuda. Probablemente un ser querido está esperando tu llamado y le alegrará saber que te puede ayudar.

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