Un tatuaje mal hecho lleva a madre a cambiarle de nombre a su hijo

Una madre sueca llamada Johanna Giselhall Sandstrom se armó de valor para hacer lo que muchas mujeres hacen para tener siempre y en todo momento a sus hijos presentes: hacerse un tatuaje relacionado con sus retoños.

Resulta ser que Johanna decidió tatuarse en uno de sus brazos los nombres de sus dos hijos. Acudió a un estudio de tatuajes para que un profesional se encargara de dicha tarea y cual fue su sorpresa al llegar a casa y ver el diseño que le habían realizado, en donde el tatuador cometió el grave error de escribir “Kelvin” en lugar de Kevin.

Lo peor del caso es que como sucede siempre, ella pudo revisar el dibujo con antelación y no se percató de la letra de más en el nombre de su hijo de 2 años.

“Le dije al tatuador que quería tener los nombres de mis niños en el brazo y se los compartí. Dibujó el diseño y no preguntó nada sobre cómo se escribían los nombres, por lo que no le di mucha importancia”, comentó la madre para un diario de su localidad.

Johanna regresó al establecimiento en donde se hizo el tatuaje para poner una queja, en donde le aseguraron que no podían hacer nada para remediarlo y solo le ofrecieron el reembolso total de lo pagado en compensación por la molestia ocasionada.

Una vez que cayó en la cuenta de todo lo que implicaría volverse a tatuar el nombre, esta madre decidió, con la aprobación de su marido, cambiarle el nombre a su hijo y rebautizarlo como Kelvin.

“Nunca antes había escuchado el nombre Kelvin. Nadie le pone a su hijo Kelvin, cuanto más lo pensaba, más me gustaba por lo diferente. Ahora estamos convencidos de que en realidad es hasta mejor que Kevin”, indicó.