¿Dónde depositar el dinero de NYC? Crear un banco público gana apoyos
Organizaciones comunitarias piden que se saque el dinero de la ciudad de la gran banca
La ciudad de Nueva York deposita miles de millones de dólares en la banca de Wall Street y “esos banqueros ganan millones con esos depósitos y las comisiones mientras dan pocos beneficios a la ciudad, sus pequeños negocios y residentes”, explicaba el martes Stephen Edel, de New York Working Families.
Su solución es que el dinero de todos se ponga a trabajar en las comunidades a través de un banco público que sea seguro, transparente, ahorre dinero a los contribuyentes y aumente los préstamos a pequeños negocios y desarrollo de vivienda asequible. Y es una opción a la que se sumaron una coalición de organizaciones de la ciudad como New Economy Project, New York Communities for Change y Picture de Homeless, entre otras.
Estas organizaciones se dieron cita frente a la bolsa de Wall Street presionando por la creación de Public Bank NYC y desinvertir en la banca comercial que según sus críticas están perjudicando a los neoyorquinos y la ciudad financiando el cambio climático, las prisiones privadas y la gentrificación, entre otros problemas. La demanda es que este banco público apoye e invierta en desarrollo comunitario sostenible además el avance de la justicia racial económica y medioambiental en la ciudad.
En el evento del martes se denunció que la ciudad siga depositando el dinero de todos en un banco como JP Morgan Chase que está financiando prisiones privadas, algo que ya le ha valido la denuncia pública de Se Hace Camino NY. De esta manera “somos cómplices de un sistema de opresión que se beneficia del encarcelamiento de nuestras comunidades”, dijo Bamsa Eid de la organización Enlace.
Las demandas de estos organizadores pasan por la creación de un banco cuyo estatuto tenga previsto servir el interés público y en los próximos meses esperan conseguir el apoyo de oficiales electos y otros grupos y organizaciones.
La petición por la creación de un banco público coincide con los pasos que se están dando en Washington para debilitar la reforma bancaria que se puso en marcha tras la Gran Recesión. El primer paso ha sido aliviar a los bancos medianos de una mayor supervisión y normas de seguridad que se aplican a la gran banca pero ahora además se está intentando quitar peso a la ley Volcker que prohibía a los bancos hacer ciertas inversiones especulativas.