Todo con cerveza

Es tan buena para cocinar como para socializar

La cerveza es, además de icónica, un ingrediente culinario que puede resaltar muchos platillos, ablandar de manera natural la carne y potenciar la levadura en el pan.

Cocinar con este embriagante brebaje de lúpulos y cebada es tan antiguo como beberlo; por ejemplo, hacerlo era para los sumerios una forma de llevar comida saludable a las personas.

Para que la utilices en la cocina y determines su función en los alimentos es importante que conozcas sus características. Existen tres clases principales: las negras, que tienen lugar en versiones de pan; las ale, de malta, y las lager. Estas dos últimas son las más usuales para las comidas.

Toma nota de la regla de oro: la oscura es para platillos robustos y la ligera para alimentos más suaves, y anímate a llevar esta bebida a la mesa, más allá de la convivencia que genera en torno a ella.

Guía rápida

  • Ale clara. Complementa prácticamente todas las recetas.
  • Ámbar. Es ideal para estofados o platos con queso.
  • Ale Oscura. Complementa platillos con carne.
  • Lager. Funciona muy bien en panadería.
  • De trigo. Realza el sabor de los mariscos y el pollo.
  • Frutal. Va bien con los postres.

Aprovéchala

  • En marinados. La forma más fácil de usarla. Marina cordero por una noche en una combinación de cerveza negra, cebolla y mucha pimienta oscura.
  • En frituras. Usa agua mineral y cerveza ligera para preparar tempura; la carbonatación hace que la masa se dore mejor y más rápido.
  • En guisos. Haz reducciones con ella para estofados de carne, o reemplaza con ella el vino en pescados o pollos.
  • En sopas. Pastas, cremas y arroces obtendrán textura suave al añadirla al final de la cocción.
  • En salsas. Aparte de sabor, aporta cremosidad.

Ponle atención

  • Evalúa los niveles de malta y de lúpulo. Entre más altos sus niveles, mayor será el sabor de la bebida en tu platillo.
  • No la tires. Refrigera la cerveza que no te terminaste para utilizarla después en platillos.
  • Deja que la bebida alcance una temperatura ambiente antes de cocinar. Muy fría o muy caliente puede afectar tu plato.
  • Cuida tus cantidades. Añadir demasiada cerveza puede opacar el sabor de la comida y hacerla desagradable.

Tuétanos a la cerveza

Rinde: 2 porciones

Ingredientes:

Para la salsa

10 chiles pasilla limpios

1 diente de ajo

¼ de cebolla

10 hojas de cilantro

2 tomates

Pimienta al gusto

1 cucharada de aceite

1 cerveza

Para la reducción

1 cebolla

1 rama de romero

1 hueso de tuétano

Montaje

4 piezas de tuétano con hueso

1 cebolla cambray

8 pétalos de alcachofa

¼ de aguacate

Brotes de cilantro

Preparación:

Para la salsa: Hervir los chiles con el ajo, la cebolla, el cilantro, el jitomate y la pimienta. Licuar y colar. Calentar en una olla el aceite y agregar la salsa. Agregar la cerveza al momento de romper el hervor y dejar a fuego medio hasta evaporar el alcohol.

Para la reducción: Tatemar la cebolla, colocarla en una olla con agua, reducir y colar. Regresar el líquido al fuego. Agregar romero y el hueso de tuétano. Dejar reducir hasta espesar. Colar y reservar.

Montaje: Hornear los tuétanos a 160°C por 6 minutos. Saltear la cebolla cambray junto con la alcachofa y bañar con la reducción. Servir los tuétanos sobre una tabla de madera, decorar con la cebolla cambray, la alcachofa, rollitos de aguacate y brotes de cilantro. Acompañar con la salsa.

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