Lanzan petición para que ciertas universidades rompan vínculos con ICE

Los activistas pro-inmigrantes llevan sus protestas a universidades y empresas que mantienen vínculos con ICE

WASHINGTON— Convencidos de que la misión de las universidades es la formación de líderes y profesionales y no la de ayudar en tareas de Inmigración, profesores y estudiantes en prestigiosas universidades llevan a cabo una campaña de protestas y peticiones para exigir que éstas rompan vínculos con la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE).

Estudiantes, profesores, y activistas en universidades como Johns Hopkins y Northeastern, han lanzado sendas peticiones para que estas instituciones de enseñanza superior eliminen sus contratos con ICE.

Las protestas de los últimos días, incluyendo una en Boston (Massachusetts) el lunes pasado, coinciden con las presiones que afronta la Administración Trump para la reunificación de más de 2,500 niños y jóvenes que fueron separados de sus padres al ser detenidos en la frontera sur como parte de la política de “tolerancia cero”.

En la protesta del lunes en la Universidad de Northeastern, apoyada por grupos como Movimiento Cosecha, centenares de estudiantes y activistas portaban carteles y mantas con mensajes bilingües de que “no seremos cómplices” de ICE.

La idea, según los organizadores, era interrumpir la sesión de orientación de nuevos estudiantes en el recinto universitario para llamar la atención sobre la separación de familias.

“Quisimos aprovechar la indignación que ha causado en todo el país esto de la separación de familias y el encierro de niños en jaulas. ICE tiene varios pilares que están en colusión con la agencia, como instituciones, universidades, municipalidades y empresas privadas, que la ayudan a funcionar”, dijo hoy a este diario Carlos Gabriel, organizador voluntario de Movimiento Cosecha.

“Northeastern ha suscrito un acuerdo por $7,5 millones, aunque no ha recibido todo el dinero. Nuestro mensaje es que, aunque no estén haciendo ellas mismas acciones policiales, están siendo cómplices de ICE y sus tácticas de criminalización de los inmigrantes”, enfatizó Gabriel.

Instituciones de enseñanza superior como Johns Hopkins y Northeastern, y el sistema estatal de Vermont figuran entre las seis que han obtenido contratos con ICE este año.

Son apenas tres de una veintena de universidades beneficiadas por ICE en el pasado, en una lista que incluye a la Universidad de Maryland,  Virginia Tech y la Universidad de Alabama.

Sin embargo, junto a otras tres universidades, han recibido grandes contratos este año y están en la mira debido a su renombre internacional. Los contratos están relacionados con talleres de capacitación, proyectos de investigación, o alquiler de estacionamiento en sus recintos.

Aunque ninguno implica ayudar en tareas de arresto de inmigrantes indocumentados en la frontera o al interior del país, la sola idea de que las universidades estén vinculadas con ICE causa asco y rechazo entre los detractores por el presunto mensaje de complicidad.

Por ello, Drew Daniel, un profesor de inglés en la Johns Hopkins (JHU) ha lanzado una petición en internet para que la universidad “ponga fin a su alianza con ICE”.

En la petición, que ya superó las 900 firmas, Daniel y los demás firmantes aseguran que no pretenden que la universidad denuncie las políticas migratorias de la Administración pero, si JHU se precia de fomentar el respeto de los derechos humanos y el “florecimiento” del saber, “no puede hacerlo mientras ayude a los agentes de ICE”.

“Debido al alcance y severidad de sus crueles prácticas y la escala de los derechos humanos que ICE continúa violando, no vemos cómo, con la conciencia clara, la Universidad Johns Hopkins puede colaborar con esta organización. Por lo tanto, le urgimos que corte los vínculos que conectan a ambas instituciones”, enfatizó la petición.

En una carta enviada al presidente de JHU, Ronald Daniels, los profesores, estudiantes y personal administrativo pidieron que la universidad “anule el contrato” que suscribió con ICE en agosto de 2009 con el propósito de “mejorar la capacitación y programas educativos de ICE”.

“Todos los programas apoyan la misión de ICE, sus metas estratégicas, cumplen con las necesidades de una fuerza laboral diversa y dispersa, y contribuyen a resultados mensurables”, indica la institución, cuyos contratos con ICE rondan los $6,5 millones.

En un comunicado, JHU dijo que el personal docente de la  universidad ha tenido desde hace más de 20 años contratos con agencias policiales federales para proveer educación, capacitación profesional, y especialización para personal médico, y defendió el contrato de ICE como uno más de los que suscribe con estas agencias.

Consultado hoy por este diario, Matthew Bourke, portavoz de ICE en Washington, precisó que los niños separados en la frontera no son alojados en centros de detención de ICE y que, en todo caso, los contratos de ICE con universidades y colegios universitarios son congruentes con los que mantienen otras agencias y departamentos policiales del gobierno.

Según datos oficiales, ICE ha desembolsado poco más de $11,5 millones en contratos para las universidades en la última década, una diminuta cifra en comparación con los $12,000 millones que extiende a empresas del sector privado, entre éstas Amazon y Motorola.

A principios de mes, activistas pro-inmigrantes bloquearon una tienda de Amazon en Nueva York para exigir que la empresa deje de vender tecnología a ICE para el arresto y deportación de familias inmigrantes.

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