Tercera mujer presenta al Senado acusación de indiscreción sexual contra Kavanaugh

Trump acusó directamente al abogado Mike Avenatti de ser un tipo de "baja calaña" y "abogado de tercera"

WASHINGTON— En lo que se ha convertido en un imprevisto “culebrón”,  el abogado Michael Avenatti envió este miércoles a un comité del Senado el testimonio de una tercera mujer que acusa al juez conservador, Brett Kavanaugh, de sobrepasarse con las mujeres en la década de 1980, mientras éste reconoció errores pero siguió negando que incurrió en ataques sexuales.

La difusión del testimonio bajo juramento de Julie Swetnick ha venido a complicar la confirmación de Kavanaugh a un puesto vitalicio en el Tribunal Supremo, que prácticamente tenía asegurada.

Avenatti, que también representa a la actriz porno, Stormy Daniels, envió al Comité Judicial del Senado el testimonio bajo juramento de Swetnick, en el que ésta alega que conoció a Kavanaugh en 1980 o 1981 y participó en varias fiestas en las que él estuvo presente con su amigo, Mark Judge.

Avenatti colocó el testimonio de Swetnick en su cuenta en Twitter, en el que ésta indica que ambos participaron en conducta sexual inapropiada a comienzos de la década de 1980. Por ejemplo, ambos intentaban que las mujeres se emborracharan y desorientaran para que fueran “violadas en grupo en un salón o dormitorio contiguo por numerosos muchachos”.

El volátil testimonio también señala que aproximadamente en 1982, Swetnick fue drogada y sometida a una violación en grupo “en la que Judge y Kavanaugh estuvieron presentes”,  aunque no ofrece detalles de dónde ocurrió el presunto incidente ni qué papel jugaron éstos.

Swetnick asegura que además fue testigo de cómo Kavanaugh y Judge “bebían excesivamente y participaron en conducta altamente inapropiada, incluyendo demasiada agresividad con las chicas y no aceptar ´No´como respuesta”.

“Esta conducta incluyó el manosear y agarrar a las chicas sin su consentimiento”, alegó Swetnick, quien cursó la secundaria en una escuela pública en Gaithersburg (Maryland).

“Tengo una memoria firme de ver a muchachos haciendo cola afuera de habitaciones en muchas de estas fiestas, esperando su ´turno´ con una joven adentro. Entre estos muchachos estaban Mark Judge y Brett Kavanaugh”, afirma el testimonio.

Avenatti, cuyo nombre suena entre posibles candidatos presidenciales demócratas para 2020, instó al Senado a que “bajo ninguna circunstancia” confirme a Kavanaugh en el cargo vitalicio hasta que no se realice una investigación “plena” sobre el testimonio de su cliente.

Un “culebrón” de palco

El drama en torno al juez Kavanaugh ha sido comparado con  un “culebrón” o telenovela en el que abunda la intriga y los “dimes y diretes”, con las partes en conflicto tratando de ganar ventaja.

El presidente Donald Trump, que afronta una demanda de Stormy Daniels, calificó a Avenatti como un tipo de “baja calaña” y un “abogado de tercera, bueno para hacer acusaciones falsas, como lo hizo contra mí y lo está haciendo ahora contra el juez Brett Kavanaugh.

Hasta ahora, Trump había evitado mencionar por nombre a Avenatti, pero hoy aseguró que el abogado solo busca llamar la atención, y es un tipo “de baja calaña”.

Kavanaugh ya afronta acusaciones de conducta sexual inapropiada por parte de la doctora Christine Blasey Ford, y Deborah Ramírez, que Trump y sus aliados en el Congreso han condenado como parte de una campaña de calumnias y difamación por parte de los demócratas para torpedear la confirmación del juez.

La correspondencia con el Comité Judicial del Senado se produjo un día antes de que Kavanaugh y Ford comparezcan ante una audiencia para narrar su versión de hechos presuntamente ocurridos hace tres décadas.

En ese sentido, Kavanaugh reconoce en el testimonio que dará mañana ante el Comité, partes del cual fueron adelantadas a la prensa, que no fue un joven “perfecto”, que a veces bebía demasiadas cervezas con amigos, pero que jamás cometió ataques sexuales.

“Mirando atrás, dije e hice cosas en la secundaria que ahora me avergüenzan”, dijo Kavanaugh, quien estudió en una secundaria privada católica.

Ford ha dicho que Kavanaugh intentó violarla durante una fiesta en un suburbio de Maryland, mientras ambos eran adolescentes en la década de 1980. Por su parte, Ramírez

Trump y líderes republicanos del Senado han cuestionado la credibilidad de estas mujeres y se han quejado de que los demócratas pretenden usar estas acusaciones para manchar la imagen de Kavanaugh y frenar su confirmación.

El presidente del Comité Judicial, Chuck Grassley, afrontó duras críticas ayer cuando anunció el voto preliminar sobre Kavanaugh este próximo viernes, sin que aparentemente importe lo que pueda decir Ford en la audiencia de mañana.

Posteriormente, Grassley matizó que el comité procederá al voto sólo si los senadores están listos para realizarlo. La meta de los republicanos sigue siendo que Kavanaugh sea confirmado en el pleno del Senado la próxima semana, antes de que el Tribunal Supremo inicie su sesión de otoño.

Tanto Ford como Kavanaugh han recibido expresiones de apoyo de líderes políticos, grupos cívicos y votantes de ambos partidos. Los senadores demócratas por Illinois, Dick Durbin y Tammy Duckworth, dijeron que hoy recibieron una carta de apoyo a Ford firmada por más de 1,400  mujeres que estudiaron en escuelas públicas y privadas en el área capitalina, incluyendo las respectivas secundarias privadas de ambos.

Las exigencias de la oposición de que la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) investigue estos incidentes han caído en oídos sordos pero, varios líderes demócratas del Congreso , incluyendo la líder de la minoría en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y la senadora de Nueva York, Kirsten Gillibrand,  insistieron hoy en que el Comité debe escuchar a Ford y no tratarla como una mera “inconveniencia”.

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