No se acerque al límite

El 34% de los estadounidenses teme usar todo el crédito que tiene en su tarjeta

Los hombres suelen llegar al límite de su crédito más frecuentemente que las mujeres./Shutterstock

Los hombres suelen llegar al límite de su crédito más frecuentemente que las mujeres./Shutterstock Crédito: Shutterstock

Una de cada tres personas están preocupadas por llegar cerca o al límite de su tarjeta de crédito debido a un gasto grande. Así lo han confesado en la segunda semana de enero — mientras se refleja la recién pasada temporada de compras en los balances–, quienes han contestado a una encuesta de WalletHub sobre esta cuestión.

En esta misma encuesta se verifica que el 36% ya sabe qué es haber llegado al límite de la tarjeta con una gran compra, algo que es diferente según distintas personas aunque el listón no está alto. El 30% considera que una compra de más de $100 es grande y el 27% ponen en esta categoría las que exceden de $250.

Son cantidades que muestran la fragilidad de muchas finanzas personales como también muestra el hecho de que solo el 40% de los ciudadanos podría pagar un costo imprevisto de $1,000.

El hecho es que según la Reserva Federal cada vez se está usando más este tipo de crédito y en 2018 se sobrepasó el billón de dólares en deuda contraída con estas tarjetas. Los hombres, más que las mujeres, son los que más cerca del riesgo se ponen con el uso de este dinero de plástico, según la encuesta.

¿Por qué es un problema?

Por varios motivos.

El primero porque es una deuda cara. Los APR o tasas de interés  de las tarjetas son cada vez más elevadas dada la subida del precio del dinero prestado a corto plazo fijada por la Reserva Federal.

La media de las tasas en las tarjetas de crédito es del 17.41% y podría seguir subiendo pero ya está en territorio de récord. Se paga más dinero por ese préstamo que por cualquier otro que ofrece la banca comercial.

Si se mantiene el balance y apenas se paga el mínimo que se debe puede tomar años o décadas en eliminar una  deuda que termina multiplicándose.

En los balances mensuales de su tarjeta los bancos o emisores le ofrecerán la información sobre cuánto terminarán pagando en caso de que se pague el mínimo u otras cantidades. Si no lo tiene a mano puede usar una herramienta en la red de Creditcards.com que es una calculadora del pago mínimo.

Para hacerse una idea considere este ejemplo. Si tiene un balance de $2,500 y paga apenas el mínimo con una tasa media del 17%, le tomará 115 meses en acabar de pagar esta deuda y sea lo que sea lo que comprara con ello le habrá salido $1,793.57 más caro porque esa cantidad será cobrada en concepto de tasas de interés. La cuenta final es de $4,294.57.

El segundo problema es que además puede perjudicar seriamente su historial crediticio. Una de las cuestiones que las agencias de crédito vigilan es que no se supere el 30% del gasto sobre el límite de crédito que se tenga.

Cuánto más se pase esa línea más se resiente la calificación con la que la banca decide si considera a alguien o no a la hora de extender créditos.

¿Qué hacer?

El primer consejo es el más obvio aunque también quizá el más difícil de seguir para quienes tengan dificultades con la frugalidad: no gaste más de lo que ingresa.

Es difícil porque además, a veces, las tarjetas se llenan de gastos no buscados o imprevistos como los médicos.

Es conveniente tener presupuestos mensuales de ingresos y gastos domésticos e incluir en ellos no solo el pago de las deudas sino también el ahorro para gastos imprevistos o lo que se quiera tener por capricho. Presupuestar ayuda a tener las finanzas bajo control.

Para rebajar el costo de la devolución de una deuda en la tarjeta lo más aconsejable es consolidar la deuda en un préstamo de menor interés. Normalmente en otra tarjeta a la que se pueda transferir el balance y que tenga una promoción del 0% de interés en varios meses. Sigue habiendo ofertas para ello.

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