Blackstone en la mira por las inversiones en vivienda asquible

Es el grupo inversor dueño de Stuyvesant Town en Manhattan

Stuyvesant Town & Peter Cooper Village, propiedad de Blackstone./Shutterstock

Stuyvesant Town & Peter Cooper Village, propiedad de Blackstone./Shutterstock Crédito: Shutterstock

Firmas de capital riesgo e inversión compran viviendas asequibles donde viven personas de bajos ingresos en todo el mundo, incluido Nueva York, las reforman, elevan el alquiler y fuerzan a los inquilinos a irse a otro lado a vivir. Así lo describe Leilani Farha, ponente especial de la Oficina de Derechos Humanos de Naciones Unidas y califica este negocio de “escandaloso”. Y así se lo han hecho saber a uno de los mayores inversionistas del mundo en este sector, Blackstone Group.

Farha, abogada y experta independiente de la ONU pero que trabaja en su nombre, ha escrito junto con Surya Deva, presidente del grupo de trabajo de negocios y derechos humanos, una carta a Blackstone expresando sus preocupaciones con acciones que dicen que son inconsistentes con el derecho humano a una vivienda.

“Casi de la noche a la mañana, firmas de gestión de activos y capital riesgo como Blackstone se han convertido en los mayores caseros del mundo, comprando miles y miles de viviendas en Norte América, Europa, Asia y Latinoamérica”, explican. Su queja es que han convertido los hogares “en instrumentos financieros e inversiones”.

Por su parte, Blackstone ha enviado una misiva a para contestar a este grupo diciendo que los datos que manejan son falsos, erróneos y las conclusiones son incorrectas. “Compartimos su preocupación con la que es una crónica insuficiencia de vivienda en grandes centros metropolitanos del mundo”, explican para añadir que están participando en un sector en el que no está fluyendo suficiente capital.

“Fimas como Blackstone han aliviado a comunidades devastadas, dado confianza a dueños de casas sobre el valor de su vivienda y generado crecimiento local que crea trabajos al traer capital y experiencia al mercado de alquiler”, afirman desde esta firma.

Para Farha, este modelo de negocio, del que Blackstone es un adalid, invierten en las casas asequibles y tras la renovación suben los alquileres hasta un 30% o un 50% haciendo imposible que los inquilinos conserven sus casas.

Además de a Blackstone, este grupo de expertos ha enviado cartas a los Gobiernos de EEUU, Suecia, España, Irlanda, Dinamarca y la República Checa haciéndoles ver que han facilitado la financiación de sus viviendas con leyes fiscales preferenciales y protecciones débiles de sus inquilinos.

Esta firma compró en septiembre del año pasado el complejo de apartamentos de Parker Towers en Queens y tiene también los edificios de Stuyvesant Town-Peter Cooper Village, donde hay 11,000 viviendas.

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