Gobierno de Trump restringe viajes culturales a Cuba y la exportación de barcos
Las restricciones entrarán en vigor el 5 de junio
WASHINGTON – El Gobierno del presidente Donald Trump anunció hoy que restringirá los viajes culturales y educativos de ciudadanos estadounidenses a Cuba, así como la exportación de algunos barcos y aviones privados y corporativos, en lo que supone un nuevo golpe a la economía de la isla.
En un comunicado, el Departamento del Tesoro explicó que el Gobierno no permitirá los viajes culturales y educativos de contacto con el pueblo cubano, conocidos en inglés como “people to people”, y que habían permitido a miles de estadounidenses visitar la isla tras el deshielo iniciado en 2014.
El Tesoro, además, indicó que prohibirá las exportaciones de aviones y barcos privados o propiedad de empresas.
Las restricciones entrarán en vigor el 5 de junio, cuando serán publicadas en el Federal Register, el diario oficial del Gobierno en el que se difunden leyes, disposiciones y avisos públicos.
Los estadounidenses tienen prohibido hacer turismo en Cuba, pero hasta ahora podían viajar si cumplían con algunas de las doce categorías existentes: visitas gubernamentales, actividades de medios de comunicación o centros de investigación, proyectos educativos, religiosos y médicos, entre otros.
Ahora, esas categorías quedarán reducidas a once debido a la eliminación de la clasificación “people to people”.
No obstante, las normas incluyen una excepción: se permitirán aquellos viajes educativos en esa categoría “people to people” siempre que los viajeros ya hayan completado una transacción (como la compra de un vuelo o la reserva de un hotel) antes del 5 de junio, cuando entran en vigor las medidas.
El acercamiento impulsado en 2014 por el entonces presidente Barack Obama y su homólogo cubano, Raúl Castro, facilitó los viajes a Cuba e impulsó el negocio a las aerolíneas y cruceros que comenzaron a hacer trayectos comerciales entre los dos países.
En un comunicado, el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, explicó que las nuevas restricciones buscan hacer frente al “papel desestabilizador” de Cuba en Latinoamérica, especialmente por su apoyo al presidente venezolano, Nicolás Maduro, y su homólogo nicaragüense, Daniel Ortega.
Desde que llegó a la Casa Blanca en enero de 2017, el Gobierno de Trump ha endurecido la política hacia Cuba con reducciones del personal diplomático, la activación de una ley que permite demandas en tribunales estadounidenses por bienes expropiados tras la Revolución y sanciones a los hoteles de la isla, aumentando el alcance del embargo económico y comercial.