Llevó a sus padres a la corte porque la obligaban a comer, así es ahora su vida
Ser madre le ayudó a curarse definitivamente
Una ex anoréxica, que llevó a sus propios padres a la corte para que dejaran de alimentarla, admite que crear su familia le ha ayudado a cambiar su vida.
Vicki Carter, de 36 años, creía que nunca podría tener hijos. Pensaba que su antiguo trastorno alimentario había dañado permanentemente su fertilidad.
Pero se sorprendió al quedar embarazada accidentalmente. Hace nueve años dio a luz a su hijo Finn, y más recientemente tuvo a Tobias, que nació en febrero del año pasado.
Vicki desarrolló anorexia severa a los 15 años después de sufrir fiebre glandular.
Fue hospitalizada varias veces, y su peso bajó de 57 kilos a 29, era prácticamente un esqueleto. No solo dejó de comer, sino que también se levantaba a las 6 de la mañana para hacer ejercicio.
Su caso se convirtió en noticia en aquella época, le llegaron a dar solo dos semanas de vida. A pesar de la gravedad de su estado, la chica enferma llevó a sus padres David, de 63 años, y Linda, de 66, y a su hospital al tribunal superior en un intento por rechazar el tratamiento.
Pero perdió el caso, lo que significaba que los médicos podían alimentarla a la fuerza.
Con el tiempo y mucho meses de ser alimentada a la fuerza, se recuperó en 2003 pero creía que le habrían quedado secuelas como la infertilidad. No fue así y ahora que es madre de dos niños, reconoce que ser madre le ha cambiado la vida y su visión de la enfermedad.
“Ahora tengo una gran relación con la comida distinta. Mi tan diferente que hay gente que se sorprende. Disfruto de las comidas para llevar y las comidas con familiares y amigos, también con mi pareja Dan. Si escucho a uno de mis amigos decir que están haciendo dieta o contando calorías me da pena, la vida es demasiado corta para eso”, contó a The Mirror.
Sabe que atrás quedan muy malos momentos, que por suerte ha sabido superar y su familia también. Fue duro para sus padres ver cómo su hija se destruía a sí misma de esa manera, algo por lo que les pide perdón. Ser madre le ha hecho ver claro que ella nunca se lo puso fácil ni a su familia ni a sus médicos.