Miles de jóvenes hablaron en tono alto a líderes mundiales sobre el cambio climático

En una concentración multitudinaria de jóvenes, en el Bajo Manhattan, coincidió con el segundo aniversario de la devastación dejada por el huracán María en Puerto Rico, asociada con el calentamiento global.

Calculan que 3 millones de personas en todo el mundo se unieron a la Huelga por el Clima.

Calculan que 3 millones de personas en todo el mundo se unieron a la Huelga por el Clima. Crédito: Mariela Lombard | El Diario NY

El llamado mundial a la “Huelga de Clima”, tuvo ayer una poderosa convocatoria en la ciudad de Nueva York, con una enérgica reacción multitudinaria. Más de 250,000 jóvenes, estudiantes y organizaciones ecologistas inundaron las calles del Bajo Manhattan, para exigir a los líderes mundiales que tomen medidas de emergencia ante el calentamiento global. Desde diferentes expresiones, culturas y manifestaciones, la consigna fue la misma: no es un asunto de política, es la ciencia.

La estudiante ecuatoriana de psicología del City Collegue de Nueva York, Allison Gutama, de 19 años, estaba entre la eufórica multitud, que se concentró desde el mediodía en el Foley Square, para participar en la concentración que colmó el Distrito Financiero de la Gran Manzana y que tuvo sus réplicas en las principales ciudades del mundo.

“El planeta no tiene voz, pero podemos oir a gritos que pide auxilio. Aquí estamos los futuros líderes que escuchamos con dolor, que se mueren animales por tragar plástico, mientras vemos a los líderes mundiales invirtiendo millones, en exploraciones sobre la vida en otros planetas, o en construir muros para separarnos”, dijo Allison.

Allison Gutama: el planeta no tiene voz pero hoy se escucha a través de nosotros.

En el evento masivo, que coincidió con el segundo aniversario de la devastación del huracán María en Puerto Rico, más allá de las centenares de consignas como “Salvemos al planeta”, “No podemos esperar, el calentamiento global está aquí” o “No hay un plan(eta) B”, algunos activistas encontraron una plataforma ideal para elevar la voz ante los dramas ambientales particulares de sus países.

La colombiana Ana Garzón, residente de Queens, de manera individual y sin el soporte de ninguna organización se sumó a la marejada humana, para llamar la atención sobre las intenciones del gobierno de su país, a volver usar glicosato para erradicar los cultivos de coca.

“Aunque la causa es buena, se trata del método químico más perjudicial para los ríos, la tierra y los animales. Aquí estoy, quizás sola, pero desde la capital del mundo, tratando de crear conciencia sobre los anuncios de las autoridades de mi país, lo cual es sumamente peligroso para la biodiversidad”, expresó la inmigrante colombiana.

También en la multitud se encontraba Nina Py, una estudiante que viajó especialmente desde Bolivia a Nueva York, para participar en todos los eventos protagonizados por los líderes juveniles, en vísperas de la Cumbre de la Acción Climática que se celebrará la próxima semana en la ONU.

(De Izquierda a Derecha) Ana Garzón (Colombia) y Nina Py (Bolivia) protestan por los dramas ambientales de sus países

“En Suramérica y especialmente en mi país, hay millones de hectáreas de espacios verdes que se están quemando. Allí se está perdiendo nuestro futuro. Todo esto es causado por los humanos, pero los jóvenes unidos podemos mover montañas”, dijo la activista de 15 años, que representa la iniciativa ‘Friday for Future’, una coalición mundial de estudiantes por el cambio climático, liderada por la adolescente sueca Greta Thunberg, una de las propulsoras de esta jornada juvenil mundial.

“Preliminarmente hemos convocado a cerca de 3 millones de personas hoy en todos el mundo en la Huelga por el Clima”, aseguró Thumberg, quien se encontraba en la concentración en Nueva York que se desplazó desde Foley Square por la avenida Broadway hasta llegar a Batery Park, generando cierre de calles, congestión vehicular en las periferias del puente de Brooklyn y un operativo policial gigantesco.

“Llorar por el Amazonas”

Y mientras miles de jóvenes y organizaciones no gubernamentales (ONG) se plantaron firmes en las calles del Bajo Manhattan para exigir decisiones reales a los líderes de los países más poderosos, sobre el uso de alternativas energéticas, todavía los focos de incendio en las selvas de la Amazonia,  uno de los pulmones más importantes del mundo, están por apagarse.

“Aquí estamos para recordar y llorar porque una extensión de nuestra selva amazónica similar a 4.2 millones de canchas de fútbol en nuestro país se quemó el mes pasado, por la acción inconsciente del hombre, por el capitalismo salvaje, porque somos unos depredadores”, dijo Josué Liberio, un activista ambiental brasileño.

Liberio, quien participará activamente en las acciones paralelas a la edición 74 de la Asamblea General de la ONU, que reunirá en la Gran Manzana a unos 200 líderes del mundo, se muestra dudoso de la capacidad de los gobiernos de las potencias mundiales a enfrentar estos desastres ecológicos.

“Si no paramos esto, en el año 2100 la vida que conocemos en este planeta, empezará a desaparecer. Viviremos un desastre. No son predicciones de aventureros, ni de falsos profetas, es un cálculo de la ciencia. Yo no creo que ninguno de los líderes que se sentarán en las Naciones Unidas tengan la sensibilidad real de revertir esto. El capitalismo tiene como prioridad la explotación”, agregó

La Gran Marcha por el Clima

Este gran acto que motivó a las autoridades de la Ciudad a dar el día libre a más de 1.1 millones de estudiantes de los cinco condados para que pudieran participar, antecede a otra gran Marcha por el Clima que se realizará este sábado, y que partirá desde Columbus Circle alrededor de las 11:30 a.m., y la cual se espera que participen hasta  más de 100,000 activistas. 

“En todo el mundo ha sido una demostración extraordinaria, desde Sidney hasta Bombay, desde Londres a Suramérica, pero desde Nueva York le estamos hablando más cerca a los líderes, que vienen aquí la próxima semana”, concluyó el salvadoreño Miguel Ferrer, un estudiante de secundaria de Brooklyn.

Marisol Rivera: he sobrevivido de alguna manera a dos huracanes, causados por el calentamiento global.

¡Puerto Rico no se rinde!

La joven de origen boricua, Marisol Rivera, de 13 años, tenía 6 años cuando el techo de su edificio de cuatro pisos en Brooklyn se desprendió por la fuerza del huracán Sandy en Nueva York en el 2012. Ella logró sobrevivir. Años más tarde su familia en Puerto Rico, fue víctima de otro fenómeno meteorológico: el huracán María, el cual afectó a 4,645 personas hace dos años.

“Hoy cuando estamos en esta acción por el cambio climático, queremos llamar la atención. Los huracanes son consecuencia del calentamiento global. No podemos seguir siendo indiferentes. La isla está todavía hecha cenizas, todavía no hay luz ni agua, en algunas zonas, y ya han pasado dos años de esta tragedia”, expresó la estudiante quien fue parte de una protesta previa, que luego se unió a la “Huelga por el Clima”.

Rivera fue una de las líderes juveniles hispanas que trató de llamar la atención sobre las consecuencias de la indiferencia gubernamental a políticas ambientales de fondo, pero con una experiencia personal más allá de los libros y las predicciones científicas.

“En lo personal, he sobrevivido a dos huracanes. Creo que como jóvenes tenemos la fuerza para exigir cambios”, expresó.

La protesta también tuvo otras vertientes. Organizaciones que abogan por la reconstrucción de Puerto Rico y líderes políticos de la isla, acompañaron una demostración en la mañana de este viernes en frente de la sede del Banco Santander en el 336 de la Avenida Broadway en Manhattan.

El senador estatal Gustavo Rivera, aseveró que hay varias ejecutivos miembros de la Junta de Control Fiscal de Puerto Rico, conocida como PROMESA,  que han sido miembros de la junta directiva de este banco y son responsables directos por sus acciones financieras, de la miseria de pueblo portorriqueño.

“Estamos aquí por varios motivos: para llamar la atención por el cambio climático que está conectado directamemte por el Huracán María, pero también para recordar nuestros muertos y señalar ante el mundo a los responsables de la crisis fiscal y financiera, que era una tragedia que ya vivía nuestra isla mucho antes de este fenómeno natural”, concluyó. Rivera.

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