Los íconos de la educación católica

Desde San Ignacio de Loyola a Elizabeth Ann Seton, la Gran Manzana continúa el legado educativo

La educación católica en la Gran Manzana nació hace más de 200 años con la iglesia St. Peter fundada en el Bajo Manhattan y que desde 1785 aún mantiene sus puertas abiertas a todos los feligreses.
Hay varias comunidades católicas en la ciudad de Nueva York identificadas con la educación en todos los niveles, desde dominicos, franciscanos, xaverianos, entre otros, pero las principales corrientes educativas en la historia han sido la jesuita, lasallana y salesiana, con sus fundadores, San Ignacio de Loyola (1491-1556), San Juan Bautista de La Salle (1651-1719) y San Juan Bosco (1815-1888), tres insignes educadores quienes revolucionaron los estudios para millones de niños, jóvenes y adultos a nivel mundial.

De los tres quienes más han influenciado en los centros académicos han sido quizá los jesuitas, los cuales fundaron escuelas en todo el globo gracias a la creación en 1534 de la ‘Compañía de Jesús’ y han sido de suma importancia tanto en la parte misionera como la educativa en el mundo occidental, destacándose en la segunda mitad del siglo XVI, tras el Concilio de Trento.  Hoy en día su  misión educativa alcanza a tres millones de estudiantes, que se caracterizan por destacar en el campo de la ciencia con una metodología rigurosa. El Papa Francisco es el jesuita más famoso en la actualidad.

Casi 150 años más tarde en Reims, Francia, Bautista de La Salle, nombrado santo patrono de la educación, funda la Congregación de los Hermanos de las Escuelas Cristianas para educar a la niñez de bajos recursos y crea más de 2,000 centros escolares de su congregación en su tierra natal destacándose la enseñanza con la filosofía lasallista del aprendizaje en pro de la comunidad, llegando a reemplazar el latín por la lengua francesa, alcanzado niveles internacionales y llegando a casi 100 países con cerca de un millón de alumnos.

San Juan Bautista de la Salle fundador de las escuelas lasallanas. /Archivo

La pedagogía salesiana se destaca gracias al visionario Don Bosco que creó un sistema educativo donde combina cuerpo, corazón, mente y espíritu. Sobresalió con un sistema “preventivo” –antes que el castigo como se acostumbraba en las escuelas- haciendo las clases agradables e integrales.

San Juan Bosco, educador de las juventudes creó el movimiento salesiano. /Archivo

Más de 200 escuelas en NYC

La Arquidiócesis de Nueva York ha dado a conocer que imparte clases a más de 67,000 estudiantes, desde Pre-K hasta la secundaria en 210 escuelas en el área rural, urbana y en los suburbios neoyorquinos. Uno de sus principales compromisos es el de mantener la educación católica accesible y asequible para todas las familias, ofreciendo más de 4,900 premios de asistencia financiera y becas.

Las escuelas también han ampliado sus esfuerzos de extensión para los latinos, visitando congregaciones y hablando en misas en 38 parroquias hispanas en gran parte de la región. También se ha introducido una página de Facebook en español, que permitirá a las escuelas compartir y celebrar su historia con la comunidad latina. La línea de ayuda para padres bilingües continúa prestando servicios a las familias, atendiendo más de 9,000 llamadas de afiliados actuales y futuros, y realizando más de 6,500 llamadas para acercar a las familias al registro. Las escuelas también han internacionalizado estos esfuerzos, incursionando en las embajadas de 18 países.

“Es nuestra obligación como maestros y administradores preparar a los estudiantes para la vida, como ciudadanos, profesionales y, en última instancia, prepararlos para ingresar al Reino de Dios. Nos tomamos esa responsabilidad en serio. Nuestra feroz determinación de mantener la educación católica universalmente accesible también nos impulsa en nuestro trabajo diario. Cada estudiante arquidiocesano es subsidiado a través de la generosidad de los donantes parroquiales y otros benefactores. Nuestra misión es garantizar que cada niño que desee una educación católica pueda recibirla”, menciona la Arquidiócesis en un comunicado.

“Este próximo año escolar verá un enfoque continuo en la enseñanza de todo el niño, abordando la salud física, emocional y mental de nuestros estudiantes. También seguiremos mejorando recursos para educación especial, programas extracurriculares y educación infantil. Todos estos programas y servicios apoyan la base de nuestra misión; impartiendo los valores católicos”, manifestó en su mensaje por el nuevo año escolar Michael J. Deegan, superintendente encargado de las escuelas católicas.

Tres pilares

Las santas Elizabeth Ann Seton, Frances Xavier Cabrini y Katharine Drexel fueron tres pilares fundamentales en el desarrollo de la educación en Nueva York y el área triestatal. Ann Seton, (1774-1821) la primera santa nacida en EEUU, fundó la primera comunidad religiosa estadounidense para mujeres, las Hermanas de la Caridad. Abrió la primera escuela parroquial y estableció el primer orfanato católico. Todo esto lo hizo en el lapso de 46 años mientras criaba a sus cinco hijos. Xavier Cabrini (1850-1917), patrona de los inmigrantes, llegó a Nueva York enviada por el Papa Leo XIII para ayudar a los miles de inmigrantes italianos. En 35 años de labor fundó 67 instituciones dedicadas a ayudar a los pobres, los enfermos y a todos quienes necesitaban educación, especialmente a los adultos. Drexel, (1858-1955) hija de un acaudalado banquero, abandonó una vida de ricos para dedicarse a ser misionera y fundar la primera universidad católica para afroamericanos en Nueva Orleans.

San Frances Xavier Cabrini, patrona de los inmigrantes, impulsó escuelas para los más necesitados en Nueva York. /Archivo

Nuevo timonel

El cardenal de Nueva York Timothy Dolan designó a Michael Deegan como el nuevo Superintendente de las Escuelas Católicas desde el pasado 17 de septiembre. Deegan reemplaza al Dr. Timothy J. McNiff, quien se retiró en abril y estuvo a cargo casi una década. El nuevo Superintendente de 66 años y quien nació en El Bronx tiene una carrera como docente de cuatro décadas. “Me siento muy honrado de haber sido escogido por el cardenal Dolan para liderar una tradición de 200 años de la fe católica. Sin embargo el trabajo real se lo ve en el día a día en las clases, con los profesores, los directores y en los talentosos estudiantes. Expreso mi agradecimiento a todo el equipo y me siento muy feliz de formar parte de la arquidiócesis”, mencionó al diario Catholic New York. Se inició como directivo en la escuela Iona de New Rochelle donde se inició como profesor entre 1975 y 1978.

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