Abuelita boricua celebra sus 100 años con fiesta en centro de adultos en Harlem

Doña Esther Padilla, antigua maestra de escuela, fue la reina de una enorme celebración, en la cual cantó, bailó y aseguró que su secreto de vida es ser feliz

Doña Esther Padilla, antigua maestra de escuela,

Doña Esther Padilla, antigua maestra de escuela, Crédito: Edwin Martinez | Impremedia

Doña Esther Padilla se levantó este viernes muy tempranito, como lo hace sagradamente cada mañana, a las 6:00. Estaba muy emocionada, porque en el centro de adultos mayores “Carter Burden Network Leonard Covello”, ubicado en la calle 109 de East Harlem, le tenían una fiesta.

La abuelita puertorriqueña, quien ha vivido en Nueva York los últimos 75 años, se puso un elegante vestidito azul y unas medias negras, que combinó con unos pendientes brillantes y un collar. Tenía claro que era la reina del día, y al llegar al centro comunitario, así se lo hicieron sentir.

En medio de gritos y aplausos que estuvieron enmarcados con la música de un DJ, decenas de familiares, amigos y compañeros del club de abuelos, la saludaron, le cantaron el ‘Happy Birthday’, la abrazaron, le dieron varios obsequios en bolsitas de regalo y la felicitaron por sus 100 años.

Y para que a nadie le quedara duda de que era la homenajeada, a doña Esther le pusieron una corona dorada sobre su no tan canosa cabellera, que estaba recogida en un sencillo moño.

“Es que estoy cumpliendo 100, pero yo creo que son como 103, ya ni me acuerdo bien”, dijo la cumpleañera, quien reveló que para lucir y estar tan bien a su edad solo hay un secreto: “Hay que ser feliz, solo eso. Gracias a Dios me siento muy feliz y muy fuerte y creo que eso es porque siempre he sabido la importancia de compartir con la gente y ayudar a los demás. Si uno ayuda, vive más”.

Sus secretos para llegar a los 100

La boricua, quien nació en Yauco, en Puerto Rico, el 1 de febrero de 1920, con una enorme sonrisa resaltada con un pintalabios sobrio confesó otros secretitos para ser una de las neoyorquinas de mayor edad en la Gran Manzana. “Yo como arroz y habichuelas, me echo mis cremitas en la cara y camino todos los días por lo menos 10 calles. Yo no agarro guagua (autobus), ni carros. Tengo 100, pero quiero vivir otros 100, y eso que soy la menor, porque mi hermanita Virginia, que no pudo venir, tiene 104″.

Doña Esther Padilla, antigua maestra de escuela, celebró su cumpleaños 100.

Y como era su fiesta, la abuelia no se resistió a una buena bailada. Tan pronto empezó a sonar el merengue de Olga Tañon “Es mentiroso”, se paró de la mesa, caminó adelante y convirtió el lugar en una pista de baile. “Hasta hago este paso de reaagetón”, dijo, mientras movía sus brazos intentando bajar al piso, acompañada de sus amigos que la siguieron y prendieron la fiesta.

Isabel Arias, quien es su cuidadora de cabecera desde hace 4 años, reveló con mucho orgullo que Doña Esther es un ejemplo de felicidad para todos y que ella se contagia de la experiencia de la abuelita y de su vitalidad todos los días.

Doña Esther Padilla, antigua maestra de escuela, celebró su cumpleaños 100.

Ella es una mujer muy fuerte. Todos los días se levanta temprano y se acuesta como a las 7:00, después de ver los noticieros. Le gusta estar informada. Ella hace todo solita, yo le ayudo cuando no puede hacer algo, pero es autosuficiente. Además le gusta caminar mucho, así esté haciendo mucho frío y en la casa le gusta poner salsa y se pone a bailar”, comenta la joven enfermera, advirtiendo que los 3 hijos que la boricua tuvo ya murieron, pero tiene muchos nietos y bisnietos y sobrinos que siempre están pendiente.

Una de ellas es Dora García, quien al hablar de su edad asegura tener “27 al revés”, y quien confiesa que su curiosamente el paso de los años ha vuelto a su tía una mujer más alegre y liberada.

“Ella me crió a mí desde los 14 años, y era muy estricta, pero con los años empezó a ser más suelta. Era bien cascarrabias, pero desde que se la pasa en este centro hace más de 20 años, está más alegre, porque está viviendo con gente en ves de estar encerrada”, dijo la también puertorriqueña, explicando que Esther tuvo cuatro hermanas y dos hermanos, de los que solo le sobrevive “su hermanita mayor”.

Doña Esther Padilla, antigua maestra de escuela, celebró su cumpleaños 100.

“Esta es una celebración de la vida”

William Dionne, director ejecutivo de Carter Burden Network, que cuenta con más de 250 centros de adultos mayores en Nueva York, aseguró estar muy emocionado con el festejo y aprovechó para enviar un mensaje.

“A mí se me me eriza la piel de ver la vitalidad y el gozo con el que Esther vive. Esta es una celebración de la vida y ella es feliz, porque aquí comparte con amigos y siente que hay un sitio al que pertenece dijo el director. “Me entristece ver a otra gente mayor que siente que no pertenece a ningún lado y a ellos les digo que no se queden en casa, que salgan, que busquen sitios como estos y que vivan“.

Cuando terminó de bailar, y ya un poco agitada, Doña Esther regresó a su mesa, donde además recibió un bello ramo de flores y dijo: “esta fiesta está muy buena. ¿Se imaginan como va a ser la otra cuando cumpla otros 100 años más?… Hay que vivir”.

Doña Esther Padilla, antigua maestra de escuela, celebró su cumpleaños 100.

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