Gobernador confirma drástica alza de 30% en casos de violencia doméstica en NY
También han aumentado los problemas de ansiedad, depresión, insomnio y la sensación de soledad y aislamiento
Muchas víctimas prefieren callar para no ser deportadas Crédito: ARCHIVO
En plena crisis del coronavirus, la violencia doméstica en el estado de Nueva York “ha aumentado dramáticamente”, un 30 % en el reciente terminado mes de abril, anunció este viernes el gobernador Andrew Cuomo, quien apuntó que en marzo, cuando comenzaron las medidas en favor del confinamiento para detener la expansión de la pandemia de COVID-19, los casos aumentaron 15 %.
“Esto es un aterrador índice de aumento”, dijo el Gobernador, que anunció un número de teléfono para las víctimas de violencia dentro de los hogares (1-844-997-2121), y subrayó que no es necesario identificarse durante las llamadas.
Cuomo también destacó el aumento de problemas de salud mental “graves” como consecuencia de la cuarentena y la crisis económica que ha dejado a más de 30 millones de estadounidenses, a nivel nacional, sin trabajo, aunque no dio cifras al respecto.
Según Cuomo, han aumentado los problemas de ansiedad, depresión, insomnio y la sensación de soledad y aislamiento, así como el consumo de alcohol y drogas.
“La crisis de la COVID-19 puede ser una crisis de salud mental para los neoyorquinos”, dijo Cuomo, y apuntó que según encuestas a nivel nacional la mitad de los estadounidenses consideran que su salud mental se ha visto afectada por la situación actual y que tres de cada cuatro declaran que su sueño se ha visto alterado.
El Gobernador aseguró que no hay que “minusvalorar el estrés ante esta situación” y recordó que hay un teléfono (1-844-863-9314) a disposición de los neoyorquinos para tratar estos problemas.
Asimismo, anunció una línea directa específicamente para los trabajadores sanitarios y quienes actúan en primera línea, y destacó que sus tratamientos psicológicos serán gratuitos.
“La gente debe llamar y pedir ayuda si la necesitan”, agregó el gobernador, antes de apuntar que no había ninguna “vergüenza” en ello.
