Hispano dispara 30 veces a embajada de Cuba en EEUU; Biden promete restaurar lazos con la isla, arriesgando voto en Florida

Alexander Alazo, residente de Texas, usó un rifle de asalto de alto poder

Parte del daño causado por los disparos

Parte del daño causado por los disparos Crédito: EFE/ Cortesía Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba/ | EFE

Alexander Alazo, residente de Aubrey (Texas), fue detenido ayer en Washington DC como sospechoso de disparar contra la sede de la embajada cubana en EEUU, que se encontraba cerrada en ese momento.

El Servicio Secreto informó que no hubo heridos, a pesar de que el sospechoso de 42 años  hizo más de 30 disparos contra el edificio con un rifle de asalto con gran poder de fuego (AK-47).

“Esta madrugada (jueves), aproximadamente a las 2:15 a.m., oficiales del Servicio Secreto de EEUU acudieron a la embajada de Cuba tras informes de disparos”, dijo esa agencia de seguridad en un comunicado citado por Deutsche Welle.

“Un individuo fue arrestado por estar en posesión de un arma de fuego y municiones no registradas, por asalto con intención de matar y posesión de un dispositivo de recarga de alta capacidad”.

Más tarde, ayer el canciller de Cuba, Bruno Rodríguez, calificó el acto como “terrorismo” y convocó a la máxima autoridad diplomática de EEUU en La Habana, la encargada de negocios Mara Tekach, para protestar por el tiroteo.

El ministro de Exteriores explicó en una intervención televisada que durante la reunión transmitió a Tekach su “más enérgica protesta” por el suceso acaecido en la madrugada y exigió públicamente al gobierno estadounidense una investigación “exhaustiva y rápida”.

En tanto, el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, dijo que su país “condena la agresión” y espera la “investigación del atentado con arma de fuego” contra la sede diplomática.

No se han divulgado las razones del tiroteo, aunque las autoridades sospechan que fue “un crimen de odio”, informó The New York Times.

Coincidencia o no, en la víspera Cuba estuvo en la agenda electoral de EEUU, luego de el ex vice presidente y virtual candidato Demócrata Joe Biden dijera a una estación local de CBS en Miami el lunes que “en gran parte” volvería a la política más abierta de la administración de Barack Obama hacia Cuba.

“Lo que sucedió con esto es más que sobre Cuba, se trata de todo el Caribe, y se trata de todos nuestros aliados y amigos, que están en América Latina”, dijo Biden. “Y cuando lo hicimos cuando cambiamos la política, comenzamos a abrirnos y obtener mucho más apoyo dentro de la región. Y eso es lo que deberíamos estar haciendo ahora. No hay razón para continuar una política que no fue la que los presidentes pusieron en práctica”.

Al día siguiente, el martes la campaña de Donald Trump criticó las palabras de Biden de que restablecería la distensión diplomática del gobierno de Obama con Cuba a pesar de los estrechos vínculos de la nación con el criticado mandatario venezolano Nicolás Maduro, acusado de narcotráfico por EEUU.

En una declaración, el subdirector de comunicaciones de la campaña de Trump, Ali Pardo, dijo que Biden “seguiría el liderazgo de Bernie Sanders y se alinearía con las dictaduras socialistas por encima de los valores de nuestro país”.

“Ya es bastante malo que, como vicepresidente, Biden nunca haya movido un dedo para detener a Maduro mientras mataba de hambre a su propio pueblo y que su administración elogiara a Raúl Castro, dándole al gobierno cubano un pase a pesar de su horrible historial de derechos humanos”, dijo Pardo.

En la misma entrevista Biden afirmó estar confiado en que ganaría en Florida, aunque ese estado fue clave para el triunfo por colegios electorales de Trump en 2016, en parte gracias a que la gran comunidad cubana rechazó el viaje de Obama ese año a Cuba. 

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