Trabajadores esenciales temen perder sus empleos si Trump no los ayuda

Si no hay apoyo federal, el primer frente que da la cara al coronavirus se pudiera "quebrar"

La doctora Érica Barrios da su testimonio. /Victor Cuevas/SEIU 721.

La doctora Érica Barrios da su testimonio. /Victor Cuevas/SEIU 721. Crédito: Victor Cuevas/SEIU 721 | Cortesía

El miércoles por la mañana trabajadores de primera línea se presentaron frente al Club de Golf Trump en Palos Verdes, en el área de Los Ángeles, para pedir al presidente de la nación que no abandone ni quiebre la fuerza laboral de los empleados esenciales de Estados Unidos.

La doctora Érica Barrios, médico residente de obstetricia de cuarto año en Harbor UCLA, dijo que ella ha visto de primera mano la devastación que el COVID-19 causa en el ser humano y el impacto que tiene en los hospitales.

“El condado de Los Ángeles es el epicentro de la crisis COVID-19 de California”, dijo Barrios en conferencia de prensa. “Pero sabemos que esta crisis podría ser mucho peor. Colegas médicos, enfermeras, bomberos, agentes de la ley y todos los que están aquí están dando un paso al frente cada día para hacer su parte. Somos la razón por la cual los números de los casos están disminuyendo”.

Barrios dijo que todos estos trabajadores juegan un papel importante en la lucha del coronavirus, pero también necesitan que el presidente los ayude.

Los trabajadores pidieron que Donald Trump apoye un paquete de estímulo de al menos $500 mil millones para trabajadores públicos que se encuentran en la primera línea de batalla.

Usted no puede llamarnos héroes y dejarnos desprotegidos y con falta de recursos”, dijo Barrios. “Este condado enfrenta un déficit inmenso de recursos y en mi línea de trabajo esto tiene un impacto perjudicial para la atención al paciente”.

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El agente James Wheeler participó en la protesta. (Victor Cuevas-SEIU 721)

Los trabajadores esenciales presentes dijeron que a medida que el COVID-19 avanza pone cada vez más en peligro a los trabajadores de primera línea que solo tratan de cumplir con su deber.

La Administración Trump podría permitir que millones de estadounidenses se enfrenten al desempleo en caso de despidos masivos en el sector público. La devastación de la economía por el COVID-19 en la Ciudad de Los Ángeles enfrenta una pérdida de ingresos proyectada de $117 millones para el año fiscal 2019-2020 y otros $178 millones para el año fiscal 2020-21.

El condado de Los Ángeles anticipa una pérdida de $1.3 mil millones para el año fiscal 2019-20 y $2.3 mil millones adicionales para el año fiscal 2020-21.

“Una vez que salgamos de la crisis, los líderes elegidos equilibrarán un presupuesto a espaldas de los trabajadores que nos ayudaron a superar esta crisis”, dijo James Wheeler, agente con el Sheriff del Condado de Los Ángeles por 30 años. “Las mismas personas que arriesgan sus vidas durante la crisis, estarán en la línea de desempleo en unos meses si no hay acción”.

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Trump y sus aliados han manifestado completa disposición para permitir que decenas de ciudades y condados estadounidenses se declaren en bancarrota en lugar de contribuir con los dólares de los contribuyentes federales para ayudar a apuntalar los fondos de servicios públicos vitales, indicó el SEIU 721 uno de los sindicatos organizadores de la conferencia de prensa.

¡Los héroes de hoy no pueden convertirse en desempleados del mañana!”, dijo Simboa Wright, empleado de Recolección de Aguas Residuales en Los Ángeles y miembro del SEIU 721. “Estamos en primera línea, incluso sin suficiente equipo de protección, porque el COVID-19 todavía está atacando a nuestras comunidades y el pueblo estadounidense todavía nos necesita”.

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