El dinero del PPP empieza a fluir, las dudas sobre este también

Las condiciones de los préstamos del SBA son difíciles de cumplir sobre todo dada la actual incertidumbre

Un estudio adelantado por la Gobernación sugiere que 25% de habitantes de NYC se habría infectado con coronavirus.

Un estudio adelantado por la Gobernación sugiere que 25% de habitantes de NYC se habría infectado con coronavirus. Crédito: AFP / Getty Images

Primero las buenas noticias. La Cámara de Comercio de Brooklyn dijo hace unos días que el 92% de los pequeños negocios que solicitaron el préstamo parcialmente perdonable del SBA del Paycheck Protection Program (PPP)  lo consiguieron.

El 87% de las empresas en manos de minorías como la latina o la negra o controladas por mujeres (MWBE), que también son pequeños negocios de menos 500 empleados también lo consiguieron.

Es el resultado de una encuesta entre casi 600 negocios de menos de 50 empleados como restaurantes, tiendas o centros de servicios, entre otros. Esta vez, en la segunda ronda de financiación han conseguido que los grandes bancos les hayan prestado atención. El 61% tuvo la respuesta positiva de estos.

Ahora bien, que esto sea del todo una buena noticia está en los detalles. Y sobre ello, hay dudas.

Lo que deja muchas dudas es si esto va a ayudar a los negocios a mantenerse a flote dadas las restricciones y plazos para usar estos créditos.

La semana pasada muchos empresarios y organizaciones empresariales pusieron de manifiesto en una comparecencia (vía Internet) con los asambleístas y senadores en Albany los problemas que estos créditos PPP les plantean en el contexto actual.

El crédito es de muy bajo interés y se perdona la parte destinada a retener o recontratar a los empleados, lo cual es bienvenido. Lo último que necesitan los empresarios es más deuda cuando la incertidumbre sobre las ventas es tan grande. Solo en abril las ventas al por menor registraron una caída del 16.4% que se une a un marzo también malo en ese sentido.

El problema es que el impacto sufrido por el COVID-19 en la ciudad y la falta del cumplimiento de las siete condiciones para pasar a las primeras de las cuatro fases de apertura significa que la reapertura de la actividad va a ser muy lenta. La “pausa” en la que vive Nueva York se ha extendido hasta el 28 de mayo.

Y la mayor parte del dinero necesita ser usado en personal antes del fin de junio.

Como se recuerda desde la Cámara de Comercio de Brooklyn, “los negocios están forzados a recontratar empleados cuando no hay una guía clara de cuándo van a poder abrir o qué directivas tendrán que cumplir cuando decidan hacerlo”.

Hay restricciones sobre cuánto se debe usar en pagar rentas u otros costos que son muy elevados en la ciudad. Según la Cámara la renta puede suponer el 25% de los gastos lo que deja a los dueños de los negocios ante la situación de tener que usar su capital para pagar estos costos. En el caso de que lo tengan. Sin esos cubiertos, tampoco se podrá pagar a la plantilla.

El 46% de los negocios encuestados en Brooklyn no pagó la renta de mayo. Los locales que están abiertos, por ser esenciales, mantienen una actividad mucho menor que antes de la llegada del COVID-19 y solo el 21% consiguió negociar concesiones con los caseros en la renta del mes.

Ante los representantes electos de la Asamblea y el Senado de Albany, Carlos Suárez, propietario de cuatro restaurantes de la ciudad afirmaba que la respuesta y ayuda que están recibiendo los empresarios es caótica, con grietas e inadecuada, haciéndose eco de los problemas de los que la Cámara también da fe.

Randy Peers, el presidente de esta organización explicaba en un comunicado que la supervivencia depende de tener flexibilidad y recomienda cambios para estabilizar a los negocios. Por un lado considera que es necesario que el SBA actualice las líneas maestras del PPP “inmediatamente” y que se extienda el plazo para recontratar o retener empleados del actual 30 de junio al 31 de diciembre.

También se pide flexibilidad para ampliar el periodo de cobertura del uso de este crédito que ahora es de ocho semanas. Se pide que llegue a 24 y que además se elimine el 25% que como límite se puede usar en otras cosas que la plantilla para que negocios que están localizados en zonas de alquileres altos puedan destinar parte de los fondos recibidos a pagar esta factura.

Y dadas las circunstancias y la incertidumbre, para devolver el préstamo se pide que en vez  de los dos años del actual plazo de este crédito se llegue a cinco para poder tener cuotas más asequibles para los negocios.

El secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, ha dicho en varias ocasiones que simpatiza con muchas de las demandas que se hacen para cambiar el PPP, sobre todo para hacerlo más fácil al negocio de los restaurantes y bares donde los márgenes de ganancias sobre ingresos son muy ajustados.

Es un fleco en el que se sigue trabajando.

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