Long Island, el suburbio vecino más cercano de NYC, reabre este miércoles en medio de la pandemia

Con una gran incógnita, los condados de Nassau y Suffolk comienzan la fase 1 de la reapertura económica, lo cual significa un desafío para la vuelta "a la nueva normalidad”

Fuerza laboral hispana recibe un alivio con la reapertura en Nassau y Suffolk.

Fuerza laboral hispana recibe un alivio con la reapertura en Nassau y Suffolk. Crédito: Twitter Nassau Executive | Cortesía

Los condados de Nassau y Suffolk que conforman Long Island, en el estado de Nueva York,  y que constituyen los suburbios más próximos a la Gran Manzana, comienzan la fase 1 de la reapertura económica este miércoles, lo cual significa un desafío para la vuelta “a la nueva normalidad”, en medio de la pandemia del coronavirus.

Solo quedarían pendiente, por la aprobación estatal para pasar a la primera etapa de normalización de actividades económicas, los cinco condados de la ciudad de Nueva York.

El gobernador Andrew Cuomo confirmó que dentro de las siete condiciones de la métrica de reapertura, en esta región estatal, solo faltaba completar el número de “rastreadores de casos”, lo cual se había alcanzado en las últimas horas.

“Long Island comenzará a reabrir el miércoles, si las muertes continúan disminuyendo y si su operación de localización de contactos se pone en marcha“, dijo este martes el Gobernador.

Con un 20% de población hispana, especialmente de comunidades centroamericanas y suramericanas, esta franja territorial neoyorquina se espera que abra el compás a actividades como la construcción, la agricultura y comercios mayoristas. Justamente, un segmento dominado por la fuerza laboral latina y los más afectados por la infección de COVID-19.

La fórmula: pruebas, contactos y rastreo

El trabajador de la construcción salvadoreño, Luis Tomei, quien desde hace 23 años reside en Huntington, en la costa norte de Long Island, junto a su esposa guatemalteca, quien es empleada doméstica, confiesa que aunque los trabajos mayores de construcción fueron paralizados, nunca dejó de hacer “arreglitos menores”.

“Yo no me pude dar ese lujo de la cuarentena. Ni mi esposa tampoco. Eso nos costó enfermarnos, creo del coronavirus, a mediados de abril, pero afortunadamente nos recuperamos en una semana. Y agarramos fuerza y seguimos. De lo contrario, estuviéramos con muchas deudas”, comenta el centroamericano.

Y ante el anuncio de la “reapertura” económica, algunas organizaciones tienen sus expectativas. Guillermo Chacón, fundador de la Red de Salud Hispana, quien ha seguido muy cerca el comportamiento del virus en estas localidades vecinas de la ciudad de Nueva York, considera imperativo que los departamentos de salud de Nassau y Suffolk cumplan con las comunidades, siguiendo rigurosamente algunos pasos. De lo contrario, existe la amenaza de que se tenga que cerrar nuevamente.

“Asumimos que las comunidades ya están educadas para integrarse a esta nueva realidad de forma gradual. Además, que las autoridades de Salud ya están listas para aplicar la fórmula de ’pruebas, contactos y rastreo’ para frenar nuevos brotes. Si no,  se correría el riesgo de otras partes del país, como Arkansas, en donde luego de la reapertura, se dispararon alarmantemente los casos”, refirió el activista.

Chacón, quien además es asesor del Programa de Contacto y Rastreo de NYC Hospitals+Healths, recuerda que el virus “no se ha derrotado”, pero que este criterio del Departamento de Salud del Estado de Nueva York implica un paso vital que se convertirá en un alivio para la recuperación económica.

Este primer oxígeno de la reapertura, se empezará a experimentar especialmente el extremo este de Long Island, en donde centenares de familias hispanas dependen de las granjas para sobrevivir.

“Un par de meses ganando menos”

El mexicano Ricardo Pereira de 52 años, trabaja en una productora y distribuidora de frutas en South Fork, confiesa que para salvar la producción de este año le “puso el pecho al trabajo, a media máquina”, pero lamenta que a pesar de ser un trabajador esencial, por su estatus migratorio no recibió el cheque de estímulo económico.

“Duele saber que nosotros somos quienes garantizamos que la gente lleve comida a la mesa y nuevamente fuimos marginados. Por suerte, todo está volviendo a la normalidad, pero nos rebajaron las horas a la mitad. Tenía un par de meses, ganando mucho menos”, dijo el inmigrante.

La tendencia en Nassau y Suffolk, no es diferente a otras localidades del país. Las pruebas de coronavirus en los centros de salud comunitarios describen una elevada preponderancia de pacientes de las minorías con bajos ingresos, particularmente hispanos y afroamericanos.

El condado de Nassau amplió los planes de ayuda a las comunidades vulnerables. (Foto: Cortesía Twitter Nassau Executive)

Acercan sitios de pruebas del COVID-19

Entre tano, la ejecutiva del condado de Nassau, Laura Curran,  exhortó a los residentes locales a aprovechar los sitios de prueba del COVID-19, que están ubicados en Elmont, Freeport, Hempstead y Westbury.

«Es simple, cuantos más residentes de Nassau podamos hacernos la prueba, más rápido podremos volver a abrir de manera absoluta. Alentamos a la comunidad a aprovechar estos centros ubicados estratégicamente en las áreas más afectadas de Nassau. Hacerse la prueba es rápido, conveniente y gratuito”, subrayó Curran.

A través de la Oficina de Asuntos del Inmigrante de ese condado (OHA), se ha hecho conexión en español con las familias hispanas y los trabajadores esenciales, para persuadir a la mayor cantidad de personas a realizarse el test de descarte, sin importar estatus migratorio, ni afiliación a seguro médico.

“Tenga en cuenta que si es un trabajador esencial, con o sin síntomas, puede hacerse la prueba de manera gratuita. Recibirá una caja de alimentos, mascarilla y desinfectante de manos”, dice un comunicado en la cuenta twitter de esa oficina.

Entre las personas que tienen la prioridad de este plan de pruebas, se encuentran quienes tengan síntomas, trabajadores de la salud y quienes interactúan con el público, además todas las personas que regresan a sus actividades durante esta fase 1 de la apertura del Estado.

En Suffolk también se acercaron las pruebas a ubicaciones de “puntos calientes”, separadas de las instalaciones clínicas, en un esfuerzo por concentrarse en las comunidades de color, que se vieron desproporcionadamente afectadas, puntualizó Vanessa Baird-Streeter, ejecutiva adjunta de este condado para la recuperación de la comunidad.

“Si bien hay educación, pruebas y tratamiento, hay un componente económico en esto. Conformaremos un grupo de trabajo para analizar todos estos componentes”, concluyó.

Hispanos y COVID-19 en Long Island:

  • 43% de los 39,974 casos de coronavirus en el condado de Nassau han sido pacientes de las minorías hispanas.
  • 70,6% de los 39,199 pacientes de COVID-19 en el condado de Suffolk han sido de origen latino.
  • 7,568,304 habitantes tiene Long Island según el Censo 2010.
  • 20,5% de su población es hispana.

Los puntos que Long Island cumplió:

  • Un total del 30 por ciento del total de camas de hospital y unidades de cuidados intensivos disponibles.
  • Hospitales tienen una reserva de 90 días de equipo de protección para el personal.
  • Disminución por 14 días consecutivos en hospitalizaciones por coronavirus.
  • Reducción de muertes asociadas al COVID-19 en un promedio continuo de tres días.
  • Descenso del número de pacientes confirmados por COVID.-19.
  • 30 o más rastreadores de contactos por cada 100,000 residentes.
  • Capacidad de realizar más pruebas por mes por cada 1,000 residentes

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